31.5.10

DISCOS DROPA - Lolladoff

EL DESCUBRIMIENTO DE LOS DISCOS DE BAIAN-KARA-ULA

(O DISCOS DE DROPA)

PARTE 1: EL DESCUBRIMIENTO

El cielo nublado cayó sobre el remoto valle en una fresca tarde de otoño. Los picos de las montañas cercanas habían sido ocultados por las nubes desde hacía unos días. Un profundo retumbo sacudió el terreno, haciendo huir a los animales y sorprendiendo a los pájaros en las ramas de los árboles.
El retumbo, parecido a un trueno, va creciendo en intensidad. El valle nunca ha escuchado un trueno como éste. Un grupo pequeño de cazadores que acechan a un ciervo eleva sus ojos al cielo, esperando que empiece a brotar agua de las nubes. Pero este no es un trueno normal. Un destello nítido aparece en el cielo. Los cazadores se dan cuenta de que no es un relámpago. Nunca antes han visto nada igual. Un brillante objeto aparece sobre sus cabezas mientras miran asombrados. El objeto se tambalea como si fuera a caer, como si luchara contra la gravedad para evitar estrellarse contra el terreno. Los cazadores preparan sus armas, sin saber si el misterio del cielo puede representar una amenaza. De repente el ruido desaparece y el objeto hace un viraje final antes de golpear contra el suelo. Los cazadores sienten un temblor en sus pies debido a la onda expansiva. La cosa – sea lo que sea – golpea el terreno detrás de unos árboles, quizás a una hora de distancia a pie. Una nube de polvo oculta los árboles.
Los cazadores discuten si deben ir a investigar o no. Todos tienen miedo pero nadie quiere reconocerlo. Apretan sus armas y toman la dirección que ha seguido el objeto. Tienen que darse prisa, la tarde está cayendo. Cuando llegan allí el Sol está ya prácticamente oculto por las montañas. Alguien ha llegado antes que ellos. Es una cosa indescriptible, el objeto es más grande que los árboles y refleja la ya escasa luz del día como si fuera una roca mojada. Los cazadores no tienen palabras para expresar lo que es eso – una forma totalmente desconocida – .
Un hoyo aparece a su lado…y algo se mueve dentro. El año, según nuestro calendario, sería el 10000 a.C. Obviamente, los detalles de esta historia son ficción, pero si la interpretación de un increíble descubrimiento realizado en 1938 es correcta, esto es real.
He aquí la increíble historia de Dropa.


LO QUE ENCONTRÓ EL PROFESOR
La historia de Dropa comienza para nosotros en el mismo sitio, pero el año es 1938.
Las montañas son las montañas Baian-Kara-Ula, en la frontera que divide China y Tíbet. Una expedición arqueológica, conducida por el arqueólogo Chi Pu Tei, ha caminado a través de montañas casi inaccesibles y ha llegado a unas cuevas que fueron claramente ocupadas por un pueblo primitivo hace mucho tiempo. Pero lo que él y su equipo ha encontrado en estas remotas cuevas es algo tremendamente inusual y, si demuestra ser verídico, podría cambiar todo lo que sabemos sobre nuestro pasado distante.
No todos los hechos de este caso son claros, y, como usted entenderá luego, son difíciles de verificar. Algunos de los detalles pueden ser contradictorios o haber sido sensacionalizados por escritores imaginativos. Pero donde la historia cuenta hechos verídicos representa uno de los grandes descubrimientos de nuestra época.


Chi Pu Tei, un profesor de arqueología de la Universidad de Beijing, conducía a algunos de sus estudiantes en una expedición para inspeccionar una serie de cuevas en las montañas del Himalaya. Según un informe, las cuevas podían haber sido cavadas artificialmente, y más bien parecían un complejo sistema de túneles y despensas subterráneas.
Las paredes se cuadraron y barnizaron, como si la perforación de la montaña hubiera sido realizada con una fuente que proporcionara un intenso calor. Las cuevas eran diferentemente antiguas. Dentro había enterramientos pulcramente arreglados y en ellos esqueletos de un pueblo extraño. Los esqueletos medían poco más de 4 pies de alto, eran enclenques y con calaveras desproporcionadamente grandes. Al principio fue sugerido (por un miembro del equipo) que podían ser estos de una especie desconocida de gorilas de las montañas. El profesor Chi Pu Tei contesta: ¿cuándo se ha visto que un gorila entierre a otro? Sin embargo, ¿qué tipo de hombre era éste?
Más descubrimientos eliminaron la idea de que los esqueletos encontrados pertenecían a simios. En las paredes aparecían pictogramas de los cielos: el Sol, la Luna, las estrellas y la Tierra con líneas de puntos uniéndolos. Fue entonces cuando el equipo hizo el descubrimiento más increíble de todos. Medio enterrado entre el polvo del suelo de la cueva había un disco de piedra suelto, obviamente creado por la mano de una criatura inteligente. El disco tenía aproximadamente 9 pulgadas de diámetro y tres cuartos de pulgada de ancho. En el centro exacto había un hueco perfectamente redondo, de ¾ de pulgada. Había una fina ranura con forma espiral grabada en la superficie del disco, que iba desde el centro al borde, haciendo que el disco le pareciera a todo el mundo alguna forma de primitivo registro de fonógrafo (N.T.:un disco o CD de música)
Este primer disco fue datado entre los 10.000 y 12.000 años de antigüedad – más viejos con mucha diferencia que las grandes pirámides de Egipto (N.T.:sólo en teoría, pues dado que las pirámides han sido datadas por el “contexto” y se desconoce su fecha original de construcción, pudieran ser mucho más antiguas de lo que se cree) -- bastante fantástico, pero el asombro se multiplicó aún más. Fueron encontrados 716 discos.
Y cada uno poseía un increíble secreto. La ranura, después de una inspección adicional, no era exactamente una ranura en todos ellos, sino una línea contínua con jeroglíficos extraños...¡escritura!
Los minúsculos, la mayoría microscópicos caracteres estaban en un lenguaje nunca visto antes. No fue hasta 1962 cuando otro científico chino descifró el lenguaje de los discos (N.T.:o platos) de piedra – un mensaje tan increíble y contando la destrucción de la Tierra – que el Departamento de Prehistoria de la Academia de Beijing su traducción para que no fuera publicada. Eventualmente el mensaje fue publicado, y lo que dice le asombrará.






PARTE 2: EL MENSAJE
El Dr. Tsum Um Nui sintió la cara lisa del disco en la palma de su mano. "¿Qué podría ser este disco?” se preguntó. Conocía su historia reciente; cómo había sido descubierto en China en 1938 por un arqueólogo chino en una cueva a bastante altura en el Himalaya, junto con otros 715 discos similares; cómo cerca fueron encontrados esqueletos de una extraña tribu de un pueblo que sólo promediaba cuatro pies de alto; cómo se encontró que cada disco estaba escrito con una ranura minúscula que formaba una espiral sobre su cara, y cómo esta ranura resultó ser un jeroglífico desconocido. También sabía como los discos, con lo increíbles que eran, habían sido simplemente etiquetados junto a otros hallazgos de la expedición y habían permanecido ahí en la Universidad de Beijing durante 20 años. Durante este tiempo, otros habían intentado descifrar las extrañas inscripciones, pero sin éxito. Quizás ahora, en 1962, podría resolver el misterio. El profesor copió cuidadosamente los caracteres del disco en papel. La escritura era tan pequeña que tuvo que usar una lupa para verla claramente. Pero las piedras eran viejas -- quizás 12,000 años, se estimaba – y muchos de los jeroglíficos eran difíciles de transcribir o habían sido dañados por el tiempo y los elementos. Cuando empezó a trabajar muchas preguntas le vinieron a la cabeza. ¿Cómo pudo este antiguo pueblo realizar estas piedras tan precisas? ¿Cómo pudieron realizar la escritura microscópica? ¿Quiénes eran y cuál era el propósito de estos cientos de piedras? Una vez copiados los caracteres, el Dr. Tsum Um Nui comenzó la ardua tarea de intentar descodificar su mensaje. Eventualmente, comenzó a hacer progresos. Surgió una palabra. Luego otra. Una frase llegó a ser entendible. El código estaba roto. Distinguió que los mensajes de las piedras fueron escritos por un pueblo que se autollamó “los (N.T:o “el”) Dropa”. Pero lo que decían no tenía sentido 12000 años después. Lo que los Dropa habían escrito debía formar parte de uno de sus mitos culturales, o era parte de alguna ceremonia religiosa prehistórica. ¿O era la misma ceremonia? Cuando completó la traducción todo lo que pudo, el profesor puso cara de escepticismo. La historia de los Dropa era inaudita. ¿Cómo reaccionarían sus colegas? ¿Cómo reaccionaría el mundo si la historia era verdadera? El profesor escribió sus hallazgos y los presentó en la Universidad para su publicación. Su reacción fue rápida y empática: el escrito no sería publicado. La Academia de Prehistoria prohibió expresamente su publicación y cualquier comentario de sus hallazgos. El mundo, decidió la academia, no debería saber sobre los Dropa y su viaje fatal a la Tierra..
Los hallazgos del Dr. Tsum Um Nui fueron publicados, sin embargo. Justo dos años después, él publicó el escrito titulado "La escritura acanalada concerniente a las naves espaciales que, como se registró en los discos, aterrizaron en la Tierra hace 12.000 años." Según algunos la academia cedió y dió permiso para publicar el escrito, y por según otros se publicó a pesar de la prohibición oficial. En cualquier caso, su traducción y su teoría fueron puestos en ridículo por la arqueología oficial. La traducción era demasiado rompedora como para ser tomada en serio o como un documento histórico. No podía ser verdadera. Podría cambiar todo lo que sabemos sobre nuestra historia y sobre el género humano en el Universo.
LO QUE REVELARON LAS PIEDRAS
Los discos Dropa cuentan la historia de una nave espacial proveniente de un remoto planeta que se estrelló en las montañas Baian-Kara-Ula de los Himalayas. Los oupantes de la nave -- los Dropa – encontraron refugio en las cuevas de las montañas. A pesar de sus intenciones pacíficas los Dropa no fueron entendidos por miembros de la tribu de Ham, que ocupaban las cuevas vecinas, y que atacaron a los extranjeros y mataron a algunos de ellos. La traducción de uno de los pasajes dice: “Los Dropa bajaron de las nubes en su aeronave. Nuestros hombres, mujeres y niños se ocultaron en las cuevas diez tiempos antes del alba. Cuando al final entendieron por gestos el lenguaje de los Dropa se dieron cuenta de que los recién llegados tenían intenciones pacíficas...”.
Las piedras vienen a decir que los Dropa fueron incapaces de reparar su nave y no pudieron volver a su planeta, y se quedaron en la Tierra. Si esto es verdad, ¿sobrevivieron sus descendientes?
Hoy este aislado lugar está habitado por dos tribus de pueblos que, de hecho, se autodenominan los Dropa y los Han. Los antropólogos han sido incapaces de incluirlos en alguna otra raza conocida: no son ni chinos ni tibetanos. Ambas tribus tienen la estatura de los pigmeos, y los adultos miden entre 3-pies-6 y 4-pies-7 con una estatura promedio de 4-pies-2, y pesos de cuerpo entre 38 y 52 libras. Son de piel amarilla con cuerpos delgados y cabezas desproporcionadamente grandes, correspondiendo con los restos encontrados en las cuevas en 1938. Tienen pelo ralo en sus cuerpos y tienen grandes ojos que no tienen aspecto asiático, sino que tienen iris azules pálidos.
Supuestamente, también existe una historia de la China antigua que podría sostener la historia de los Dropa. Esta relata la historia de un pueblo pequeño, delgado y de piel amarilla que bajó a la Tierra desde las nubes, y que era evitado por todos a causa de su fealdad.
PROPIEDADES EXTRAÑAS
En 1968, las piedras Dropa llamaron la atención de W. Saitsew (N.T.:la traducción probable es Zaitsev), un científico ruso que volvió a publicar los descubrimientos de Tsum Um Nui y descubrió que los discos tenían algunas propiedades muy peculiares. Físicamente, las piedras de granito contenían altas concentraciones de cobalto y otros metales -- una piedra muy dura que habría hecho muy difícil para los pueblos primitivos realizar el trazado, especialmente con caracteres tan diminutos. Cuando analizaron un disco con un oscilógrafo, un sorprendente ritmo de oscilación fue registrado como si, dijeron los científicos, como si ellos hubieran sido alguna vez cargados eléctricamente o hubieran funcionado como conductores eléctricos.
Sea cual sea su verdadera naturaleza, origen, o significado, las piedras Dropa presentan un intrigante puzzle para arqueólogos y antropólogos. ¿Fueron los Dropa realmente visitantes de algún planeta distante, o es su historia un mero mito imaginado por una cultura primitiva? . Por ahora, las piedras Dropa siguen sin explicación


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¿Qué pensarían si les dijera que una vez…? Hace unos miles de años, una nave con seres de algún lugar inconcreto se accidentó en las altas cordilleras del interior de China, y que los pobladores de esas montañas, asustados, acabaron con la mayoría de ellos hasta que comprendieron que no entrañaban ningún peligro.
¿Qué pensarían si les dijera…? Que esos pocos seres que sobrevivieron han perdurado hasta nuestros días, conformando una raza con una tipología morfológica que no existe en ningún otro tipo del planeta.
¿Qué pensarían si les dijera, por ejemplo…? Que hace 12000 años, esos primeros seres llegados del cielo, crearon unos discos de una dureza y perfección tal que incluso en nuestros días sería bastante complicado reproducirlos. Y que en esos discos, con una escritura jeroglífica perfecta y casi microscópica, dejaron constancia de todos los hechos anteriores. Pues eso, ni más ni menos, son los Discos de Dropa.
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Año 1938, Chi Pu Tei comanda una expedición arqueológica por las heladas montañas Baian-Kara-Ula, frontera entre China y el Tíbet. La expedición se adentra en unas cuevas que al punto se muestran no naturales. Un laberinto de túneles y despensas perfectamente tallados y con la peculiaridad de que las paredes están muy bien cuadradas y cristalizadas, como si en la perforación se hubiesen usado fuentes de calor extremo capaces de fundir la roca. En algunas paredes encuentran antiquísimos pictogramas de la cúpula celeste, el sol, la luna y varias estrellas unidas por líneas, como un mapa de carreteras estelar. Profundizando en las cuevas hayan una serie de enterramientos pulcros y cuidados, en ellos descubren los restos de esqueletos que al primer vistazo se asemejan más a primates que a humanos. Cuerpos menudos y de huesos finos, de apenas 130 centímetros de altura y cabezas desproporcionadamente grandes. Claro está, ante la pulcritud de los enterramientos se descarta que sean primates y piensan que deben ser alguna clase de hombres prehistóricos todavía desconocidos. Continuando con la exploración, entre el viejo polvo del suelo, encuentran un extraño disco de unos treinta centímetros de diámetro con un orificio central de unos dos centímetros. Los discos son de una perfección geométrica total y están grabados con un surco en espiral que comienza en el centro para acabar en la parte exterior. A simple vista, son muy parecidos a los antiguos discos de vinilo, pero más toscos y pesados. Al cabo de unas semanas de exploración, Chi Pu Tei regresa a la universidad de Beijing, de donde es profesor, con la friolera de 716 discos. Allí se descubre que los surcos de los discos son en realidad una serie de pequeños grabados jeroglíficos de difícil lectura y descifrado. De estar datados correctamente y tener 12 milenios, el arqueólogo chino está ante la prueba física más antigua de escritura de la historia. Incluso mucho más antigua que la civilización egipcia.
Chi Pu Tei no consigue descifrar el extraño alfabeto y con el tiempo, estos discos y otros objetos de la expedición quedan catalogados y olvidados en el almacén de la universidad de Beijing, hasta que en 1962, Tsum Um Nui, otro arqueólogo de la universidad los rescata y comienza de nuevo la investigación que le llevará, tiempo atrás, a desencriptar con éxito los jeroglíficos. La tarea fue larga y costosa, muchos de los discos estaban deteriorados y se rompía el código. Lentamente, Tsum Um transcribió al papel, con ayuda de lentes de aumento todos los signos y comenzó a clasificarlos para encontrar las secuencias y los significados de cada uno de ellos. No con todos lo consiguió, pero si con un número suficiente para encontrar el significado de ellos.
Los discos contaban, ni más ni menos, la historia con la que comienza este post, estaban escritos por un pueblo que se autodenominaba “Los Dropa” (de ahí el nombre por el que se los conoce ahora), que había llegado de un lejano planeta y que por una avería en su medio de transporte habían acabado en aquel lugar de las montañas, donde los Ham, antigua tribu que moraba en aquel lugar, los atacaron y mataron a muchos de ellos hasta que consiguieron comunicarse con signos y los dejaron en paz. Los Dropa no consiguieron reparar su nave para regresar a su lugar de origen y se quedaron a vivir en la tierra. De esto ser cierto, el darlo a conocer iba a ser la mayor noticia de la historia. Pero a la universidad le pareció que el estudio de Tsum Um Nui no tenía las garantías suficientes como para ser publicado, pues estaba en juego el honor de la universidad y le prohibió dar a conocer los resultados de su trabajo. Pero unos años después, no se sabe muy bien si con el consentimiento o no de la universidad, el arqueólogo publicó todo su trabajo en “La escritura acanalada concerniente a las naves espaciales que, como se registró en los discos, aterrizaron en la Tierra hace 12.000 años.”
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Quizás por lo espectacular o la rotundidad de lo que se había descubierto, la comunidad científica de todo el mundo se rió literalmente de las conclusiones y traducción de los discos por el Dr. Tsum Um, ridiculizando sus teorías.
Desde entonces, la increíble historia de los Discos de Dropa a permanecido prácticamente en el olvido pese a que alguna que otra investigación ha demostrado la antigüedad de estos, que las piedras de granito con las que están compuestos contienen elevadas concentraciones de cobalto y otros metales poco comunes. Que la extrema dureza de los discos, hace casi imposible realizar una escritura tan minúscula y minuciosa sin medios avanzados y que las pruebas oscilográficas mostraron que con toda probabilidad, los discos tuvieron en su día cargas eléctricas o fuesen usados como conductores eléctricos.
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Y lo más increíble de todo…
En las montañas de Baian-Kara-Ula, en nuestros días, viven dos tribus aisladas de pastores nómadas que se auto denominan los Dropa y los Han y que los antropólogos no han logrado emparentar con ninguna morfología de la zona. No son chinos ni tibetanos, los adultos más altos no suelen superar el metro y medio de altura y son de complexión débil y delgada, sus cabezas son grandes, desproporcionadas a sus cuerpos y tienen el pelo ralo, y lo más llamativo sin duda son sus ojos, que no grandes y en la mayoría, de color azul claro.
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¿Son estos pequeños hombres del Himalaya los descendientes de aquellos seres que crearon estos enigmáticos discos? Sin duda, pese a que posiblemente la información que tenemos hoy en día esté un tanto deformada y algunas cosas no sean ciertas. Los hechos y las casualidades que tienen total credibilidad son más que suficientes para, como mínimo, a los que creemos que el universo es demasiado basto para contener a una sola civilización (¡menudo desperdício!), nos hagan anotar en nuestra lista personal un caso más para reafirmarnos en nuestras creencias.
¿Qué opina usted?

Por Sinuhé Gorris. Tejiendo el Mundo.

Otros artículos interesantes en la red.
www.blibiotecapleyades.net
www.losprodromos.blogspot.com
Aquí podeis ver tambien un documental del canal historia muy bueno sobre los discos Dropa.
Por otro lado, en 2007 se encontraron en la zona otros enormes discos de piedra con forma parecida a los típicos platillos volantes de las películas. No se si tendrá algo que ver con el tema tratado, pero algunos lo relacionan diréctamente. Copio notícia de la época.
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El hallazgo reciente de más de una decena de piedras de gran peso y tamaño con la forma de platillos voladores en China, ha revivido el enigma de los discos Dropa, la presunta evidencia de una expedición de extraterrestres que en naves espaciales visitaron la Tierra hace más de 12.000 años.
Según el rotativo ruso, Komsomolskaya Pravda, los platillos voladores de piedra fueron hallados a finales de pasado mes de septiembre, durante excavaciones en una mina de carbón cerca a la aldea Juangú, en la provincia de Tzianshi.
Las piedras, de casi tres metros de diámetro y al menos 400 kilogramos de peso, tienen la forma de un platillo volador con una protuberancia cóncava en el centro y por su apariencia, parece que fueron labradas con instrumentos mecánicos.
En el lugar del curioso hallazgo trabaja una expedición de científicos chinos, y algunos medios de prensa aseguran que las piedras tienen relación con los famosos discos Dropa, un extraño descubrimiento hecho por un arqueólogo chino en las montañas de Bayan Kara Ula, cerca al Tíbet, en 1938.



Traducción de unas de las piedras Dropa de 12.000 años: "Los Dropas bajaron de las nubes en sus naves. Los hombres, mujeres y niños de los pueblos vecinos se escondieron en las cuevas diez veces antes del amanecer. Cuando por fin entendieron el lenguaje de señas de los Dropas, se dieron cuenta de que los recién llegados tenían intenciones pacíficas..." [Traducido desde el lenguaje sobre las piedras por el hombre quien correctamente los descifro, Dr. Tsum Um Nui.]

La gran pirámide de Xiangyang es sólo uno de muchos sitios misteriosos apuntan a una o más razas avanzadas interactuando con los primitivos pueblos de la tierra.

Las famosas piedras Dropa también proporcionan pruebas sólidas de que la tierra fue visitada por los antiguos astronautas.

Las piedras fueron encontradas por Chi Pu Tei, que encabezó una expedición arqueológica a la sombría y alborotada cordillera de Baian-Kara-Ula en 1938. La cordillera se encuentra en la frontera chino-tibetano y es hogar de muchas historias sobre mestizaje entre extraterrestres con gente de la tierra.

Mientras exploraban una serie de cavernas casi inaccesible en la última montaña habitada por nativos primitivos hace miles de años atras, el equipo de científicos hizo un descubrimiento emocionante: algunas de las paredes de la caverna estaban cubiertas con pictogramas representando escenas del Sistema Solar.

Además, de alguna manera estos antiguos pueblos habían creado un mapa de los cielos que ilustran la tierra, sol, Luna y las estrellas diversas relacionados con la intersección de líneas y puntos.

Curiosamente los pictograma-mapas casi parecen antiguas rutas comerciales o una guía para los exploradores.

Otros pictogramas ilustran a los seres frágiles con casco en forma de tazones sobre sus cabezas.

discos Dropa - piramides de china
Uno de los más de 700 discos Dropa encontrados

Pero el entusiasmo del equipo apenas comenzaba. En una de las cuevas en donde se encontraban los murales de los cielos encontraron un disco de piedra semienterrado en la tierra. El disco tenía un surco delgado en espiral, los expertos cortaron la cara que va desde el centro hasta el borde.

El disco que ellos encontraron mide unos nueve centímetros de diámetro y aproximadamente tres cuartas partes de una pulgada de grosor. El centro tiene un agujero perfecto, eso es tres cuartas partes de una pulgada de ancho.

Una vez que encontraron el disco, Tei ordenó a su equipo a buscar mas para obtener más información. Finalmente excavaron hasta encontrar un verdadero tesoro. Un total de 716 discos fueron encontrados, algunos en estado prístino, otros agrietado o roto en pedazos.

discos Dropa - piramides de china

Tras la inspección, mas tarde, misteriosos símbolos jeroglíficos fueron hallados tallado dentro de las ranuras. Obviamente el disco contenía alguna fuente de información de algún tipo.

discos Dropa - piramides de china
Dos de los discos que descifró el Dr. Tsum Um Nui

Lamentablemente, a pesar de su importancia potencial, los discos fueron olvidados durante años en cajas de embalaje. Fueron enterrados y olvidados en el área de almacenamiento polvoriento de un museo hasta que el Dr. Tsum Um Nui copio las escritura de cada uno de los discos que sobrevivieron en papel.

Dr. Nui logra descifrar las 'Piedras Dropa'

Los desconocido jeroglíficos eran tan pequeñas que sólo él podía leerlas con la ayuda de una potemte lupa.

Un experto en descifrar lenguas antiguas, Nui trabajó diligentemente durante muchos meses para descifrar el lenguaje. Y finalmente, lo hizo.

Lo que sabía es que iba a cambiar la historia conocida del mundo, si alguien lo escuchaba. Pocos lo hicieron.

En las piedras fueron grabados una increíble historia escrita por lo menos hace 12.000 años atrás por un pueblo fantástico que el mundo ha olvidado.

Los discos están relacionados con el viaje de los Dropa a la tierra. Y el cómo se estrellaron durante su exploración del planeta y estaban abandonados en la tierra, en un mundo exterior desconocido para ellos. La nave espacial se encontraba en lo que más tarde se conoció como las montañas de Baian-Kara-Ula, que forma parte del Himalaya.

Varados, los viajeros se pierden buscaron refugio en las cuevas — las cuevas en donde Chi Pu Tei y su equipo de exploración científica habían descubierto los discos.

"Los Dropas bajaron de las nubes en su nave," en otro disco decia. "Los hombres, mujeres y niños de los pueblos vecinos se escondieron en las cuevas diez veces antes del amanecer. Cuando por fin entiende el lenguaje de señas de los Dropas, se dieron cuenta de que los recién llegados tenían intenciones pacíficas..."

Aún otro disco habla de los extraterrestres tenian cabezas abultadas y cuerpos marchitos. Al principio los cazadores de la tribu enviado a matar a los invasores hasta que la gente se dió cuenta de que los seres extraños no significaba ninguna amenaza.

Los pobladores de la zona todavía cuenta las leyendas acerca de los visitantes que "vinieron de las estrellas, hace mucho, mucho tiempo."

Después de descifrar muchos de los discos como pudo, Nui escribió un libro sobre el descubrimiento histórico para la Academia China de la prehistoria.

Ellos se negaron a publicarlo. Aunque bien documentadas y no hay duda de que sea fraudulenta, el editor de la revista dijo a Nui de que el mundo no estaba preparado para conocer dicha información.

Las autoridades chinas bajo el gobierno de Mao también fueron bastante explícitas en su reacción. Prohíbieron al doctor solicitar a que publiquen su libro fuera de China o incluso a hablar de las piedras Dropa. 

A pesar de la orden, Nui compartio la información con algunos de sus colegas cercanos y con el tiempo parte de la historia logró filtarse al resto del mundo.

Los científicos rusos se sumaron a los investigación de las piedras Dropa

Los Angeles Herald-Examiner publicó "Riddle of Asian Stone Discs from Outer Space" (Enigma de los discos de piedra asiático del espacio exterior) el 26 de febrero de 1967. El artículo se centra en algunos investigadores rusos que habían estado estudiando atentamente algunas de las piedras Dropa.

"Los rusos", escribió el Herald Examiner, "que han examinado algunos de los discos en un laboratorio de Moscú, afirman que han hecho dos importantes descubrimientos. Uno es que los discos contienen ciertos restos de metal; especialmente cobalto. En segundo lugar, cuando se coloca sobre una mesa giratoria especial ellos zumban a un ritmo inusual como si una carga eléctrica pasara a través de ellos.

"El ruso Zaitsev, quien ha pasado 30 años reuniendo pruebas de que seres inteligentes del espacio exterior han tenido contacto con la tierra, cree que los discos pueden dar solidez a antiguas leyendas chinas de hombres pequeños, delgados y de cara amarilla que bajaron de las nubes hace muchos siglos".




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