28.9.12

Túneles de 12,000 años conectan Escocia y Turquía


Túnel subterráneo de 12000 años descubierto por el arqueólogo alemán Heinrich Kush
tuneles
El arqueólogo alemán Heinrich Kush ha descubierto una red de túneles subterráneos de 12000 años que conectan Escocia y Turquía.

Este descubrimiento podría revolucionar el campo de la arqueología y dar lugar a una revisión de la historia antigua.
El hallazgo ha sido publicado en el libro
"Los Secretos de la Puerta Subterránea hacia un Mundo Antiguo" escrito por Kusch.
kusch
Tras el descubrimiento en 1994 de Gobekli Tepe que se remonta a 12 mil años y está destinado a reescribir la historia del Neolítico, igualmente misteriosa es la red de túneles subterráneos que conectan Escocia con Turquía.

Tras el descubrimiento en varias partes de Europa, como Austria y Alemania, los tramos de túneles excavados en la roca, presumiblemente, que datan del Neolítico, Kusch ha deducido que alrededor de 10.000 a. C. "pero se desconoce el porque de los túneles, o, al menos, para que crearon el túnel que unió Europa a Turquía."

"La existencia de un túnel subterráneo excavado en la roca por debajo del nivel del mar, es innegable que hay varios tramos de túneles que datan, según los estudiosos, hasta el Neolítico. Los expertos consideran esta arquitectura del Neolítico como una forma de refugio para la población, ¿Pero sin conductos de aire? ¿Y para protegerse de qué?.

La medida de los túneles es de 70 cm., pero en algunos lugares son más amplios y tienen asientos, depósitos y habitaciones, ¿qué importancia debemos dar a las leyendas que hablan de los edificios bajo tierra y las personas que viven en las entrañas de la tierra? ¿Los hombres del Neolítico pudieron haber "imitado" a las criaturas que vieron entrar y salir de las cuevas o entradas ocultas?

La fecha exacta de construcción de los túneles y cual fue aquella civilización primitiva, además de las herramientas utilizadas hace doce mil años para excavar esta red de túneles, será averiguada y confirmada por geólogos.


En este libro, el Dr. Henry Kush, prehistoriador y profesor de la Universidad Karl-Franzen en Graz, junto con su esposa Ingrid analiza la intrincada red de túneles ubicada en la región de Stiria, en Austria, cuya finalidad sigue siendo un misterio.
Si bien es cierto que ninguna explicación sobre su función es completamente satisfactoria, existen pruebas de radiocarbono realizadas sobre material orgánico encontrado en los túneles que los datan entre los años 950 y 1050. Por lo tanto, la afirmación de los Kusch que los llevan al final de la edad de hielo, es errónea y exagerada.
Hay más de 700 túneles en Baviera y 500 más en Austria, siendo en su mayoría de una longitud entre 20 y 50 metros. Los pasajes más grandes son lo suficientemente altos como para que la gente puede caminar a través de ellos en una posición encorvada, pero otros son tan pequeños que los exploradores tienen que moverse a gatas. Muchas galerías están conectadas a lugares de asentamiento antiguos. Las entradas de los túneles a veces se encuentra en las cocinas de los antiguos caseríos, cerca de las iglesias y cementerios, o en el medio de un bosque. Fueron construidos por personas que sabían lo que hacían. No se utilizaron vigas, y para descargar el peso que soportaban las paredes, los  túneles serpentean en zig zag. Cada cierto espacio, hay unas cavidades en los que se dejaban las lámparas para iluminar mientras que se trabajaba.
En Beutelsbach había un castillo que fue derribado en el siglo XVIII, y esos túneles quizá fuesen vías de escape para poder salir en caso de asedio. Otros creen que se trataba de mazmorras para los delincuentes, o bien lugares de curación. También hay quien cree que eran lugares de culto de los druidas, o salas de espera para las almas antes de alcanzar el paraíso. Investigadores como Weichenberger, creen en cambio que la función de estos túneles era protegerse de los rebeldes húngaros denominados Kurucs, que con el apoyo de los turcos otomanos, saqueaban las zonas pobladas llevándose todo lo que tuviese valor y matando a los que se interponían.
Como resultado de la cooperación internacional del grupo Erdstall, nuevas pistas han salido a la luz. Las galerías también se concentran en algunas partes de Irlanda y Escocia, y también hay otras similares en el centro de Francia. Esta distribución tiene paralelismos interesantes con las rutas que siguieron los monjes irlandeses y escoceses, quienes procedentes del norte celta en el siglo sexto, viajaron por todo el continente como misioneros. Hay investigadores que especulan con la posibilidad de que estos primeros misioneros cristianos también propagaron ideas paganas, remanentes de las viejas enseñanzas druidas, especialmente sobre los conceptos celtas de la otra vida, que los llevó a la construcción de galerías subterráneas.
Poco más se sabe de esos túneles, lo que los convierte en un fantástico objetivo para los vendemisterios, que no dudan en modificar u omitir las partes de la historia que hagan falta para que quede más atractiva… y vendible.
Referencias:

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