5.4.14

La ERA AXIAL - 800 a.C. A 200 a.C.

Era Axial

El filósofo alemán Karl Jaspers definió la Era Axial (el periodo que transcurre entre el 800 a. C. y el 200 a. C.) como la línea divisoria más profunda de la historia del hombre, durante la cual apareció la misma línea de pensamiento en tres regiones del mundo: China, India y el Occidente. A partir de la Era Axial, las diferentes regiones de la Tierra no tuvieron ya un paralelismo semejante. Según Jaspers, lo humano, como lo conocemos hoy, nació entonces. No pudo vislumbrar ninguna conexión para este suceso, ni tampoco ninguna señal de interconexión entre los Pueblos mediterraneos, India y China en este periodo.

Características de la Era Axial

  1. El hombre se hace consciente de sí mismo y de sus limitaciones. Su anhelo es la salvación personal.
  2. Intenta ganar esta salvación a través de la actividad reflexiva. Por primera vez en la historia, los filósofos aparecen en público. Surgen los conflictos filosóficos, nacidos del afán de convencer a los demás. Todo acaba en la discusión, la fractura y, finalmente, en el caos.
  3. De este caos nacen todas la corrientes actuales de pensamiento.
  4. Opiniones, modos de actuar y costumbres de los hombres son puestos en tela de juicio y, a la larga, cambian.
Todas estas características aparecen bajo las mismas circunstancias sociológicas: China, India y Occidente, constituido cada uno de ellos por pequeños estados, se enfrascan en luchas interminables. Los estudiantes van de ciudad en ciudad intercambiando ideas. Estos estudiantes eran los hombres sabios de la religión y los sistemas filosóficos. En China, Confucionismo, Taoísmo, las escuelas de Mo-tzu, Zhuangzi, Lie Zi, entre otros. En la India, Brahmanismo, Budismo. En Occidente, el Zoroastrismo, los profetas del Judaísmo como Elías, Isaías, Jeremías y, en Grecia, la sofística, la filosofía de Parménides, Heráclito, Platón, Tucídides y Arquímedes. Todas estas corrientes surgieron de manera casi simultánea durante este periodo -con todo lo que supusieron para el futuro del hombre-, sin que ninguna tuviera contacto con las otras.
LA GRAN TRANSFORMACIÓN
Karen Armstrong
PAIDOS-2007

La autora propone que se puede encontrar en estos momentos una buena inspiración en el periodo que el filósofo alemán Karl Jaspers denominó la ERA AXIAL, porque fue decisiva para el desarrollo espiritual de la humanidad.

“Desde más o menos el año 900 hasta el 200 antes de Cristo, en cuatro regiones distintas vieron la luz las grandes tradiciones mundiales que han continuado nutriendo la humanidad:
 
·        el confucianismo y taoísmo en China,
·        hinduismo y budismo en la India,
·        monoteísmo en Israel
·        racionalismo filosófico en Grecia…
 
La ERA AXIAL fue uno de los periodos más influyentes en los cambios intelectuales, psicológicos, filosóficos y religiosos de la historia que recordamos; no habrá nada comparable hasta la Gran Transformación Occidental que crearía nuestra propia modernidad científica y tecnológica.”
 
“En tiempos de crisis espiritual y social, se ha vuelto constantemente la vista hacia ese periodo en busca de guía y quizás se han interpretado los descubrimientos de la ERA AXIAL de modo diferente, pero nunca se conseguido ir más allá de ellos.
 
El judaísmo rabínico, el cristianismo y el islam, por ejemplo son florecimientos tardíos de la era axial original. Estas tres tradiciones redescubrieron la visión axial y la trasladaron maravillosamente a un lenguaje que hablaba directamente a las circunstancias de su tiempo.”
 
“Todas las tradiciones que se desarrollaron durante la era axial ampliaron enormemente las fronteras de la conciencia humana y descubrieron una dimensión trascendental en lo más hondo de su ser, pero no contemplaron ese hecho como sobrenatural, y la mayoría de ellas incluso se negaron a discutir ese asunto. Lo que importaba no era lo que uno creía sino cómo se comportaba. La religión consistía en hacer cosas que te cambiaban a un nivel profundo.”
 
Los sabios de la era axial en su continua reformulación de la visión AXIAL de  la Regla de oro (“No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti mismo”), ponían por delante una vida ética y luego, la benevolencia disciplinada y habitual, y no una convicción metafísica, era lo que ofrecía indicios de la trascendencia que se buscaba.
 
“La gran transformación” es un libro para amantes de la experiencia religiosa. Es buena noticia para esta humanidad que en estos momentos de la historia se encuentra con un montón de problemas que parecen particularmente intratables.
 
“Muchas de las dificultades que tenemos encubren una crisis espiritual más profunda. Durante el siglo XX hemos visto la erupción de la violencia a una escala sin precedentes. Por desgracia, nuestra capacidad de hacernos daño y matarnos unos a otros ha seguido el mismo ritmo que nuestro extraordinario progreso económico y científico. Parece que carecemos de la sabiduría para controlar nuestra capacidad de agresión y mantenerla dentro de unos límites seguros y apropiados”
 
“La religión, que se supone debe ayudarnos a cultivar una actitud de respeto hacia la inviolabilidad sagrada del ser humano, a menudo parece reflejar la violencia y desesperación de nuestros tiempos. Casi todos los días vemos ejemplos de terrorismo motivado por la religión, por el odio y la intolerancia.”
 
La tesis del libro es que en esta situación actual, algunos buscan nuevas vías para ser religiosos y vivir la espiritualidad y que “desde la década de 1970 se ha dado un renacimiento espiritual en muchos lugares del mundo, y la piedad militante que a menudo llamamos “fundamentalismo” es sólo una manifestación de nuestra búsqueda posmoderna de la iluminación.”
 
El libro tiene 591 paginas y lo he leído con mucho interés por la divulgación documentada que aporta sobre las diferentes tradiciones religiosas que nos han precedido y sobre todo porque he visto que muchísimas de nuestras expectativas actuales en materia de espiritualidad y apertura de conciencia ya vienen de muy lejos, “y que los profetas, místicos, filósofos y poetas de la ERA AXIAL estaban tan avanzados y su visión era tan radical que las generaciones posteriores tendieron a diluirla. En ese proceso, a menudo se produjo precisamente el tipo de religiosidad que los reformadores de la ERA AXIAL querían evitar.”

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Hay muchas cosas sobre la era axial que aún son un misterio. No sabemos por qué afectó sólo a los chinos, indios, griegos y judíos, ni por qué no se desarrolló nada comparable en Mesopotamia ni en Egipto. Es cierto, sin duda, que todas las regiones axiales se encontraban en una época de gran agitación política, social y económica. Había guerras, deportaciones, matanzas y destrucción de ciudades. También surgía una nueva economía de mercado: el poder estaba pasando de los sacerdotes y los reyes a los mercaderes, y eso molestaba a las antiguas jerarquías. Estas nuevas doctrinas no se desarrollaron en remotos desiertos ni en ermitas perdidas en las montañas, sino en un ambiente, digamos, de capitalismo y altas finanzas. Pero la agitación reinante no explica por si sola la revolución axial, que dejó una huella indeleble en el modo en que los seres humanos se relacionaban consigo mismos, entre ellos y con el mundo circundante.
Todos los movimientos axiales compartían sus ingredientes fundamentales. Eran plenamente conscientes del sufrimiento que parecía consustancial a la condición humana, y todos subrayaban la necesidad de una religión más espiritualizada que no dependiera tanto del ceremonial y las prácticas externas. Manifestaban un nuevo interés por la conciencia y la moral individuales. En lo sucesivo no bastaría con observar meticulosamente los ritos convencionales; los practicantes también deberían tratar a sus semejantes con respeto. Todos los sabios axiales rehuían la violencia de su tiempo, y predicaban una ética de solidaridad y justicia. Enseñaban a sus discípulos a buscar la verdad en su interior y a no confiar en las enseñanzas de sacerdotes y religiosos. No había que fiarse de nada, había que ponerlo todo en tela de juicio, y los viejos valores, de los que hasta entonces nunca se había dudado, debían ser sometidos a un escrutinio crítico. Una de las áreas que exigía un nuevo análisis era, por supuesto, la mitología.
Cada uno de los movimientos axiales adoptaba una posición ligeramente diferente con respecto a los mitos antiguos. Algunos manifestaban hostilidad hacia determinadas tendencias míticas; otros adoptaban una actitud más tolerante. Pero todos hacían una interpretación más interior y ética de los mitos de sus respectivas culturas. La aparición de la vida urbana había determinado que la mitología ya no se aceptara como algo indiscutible. La gente la examinaba con un enfoque crítico, pero cuando se enfrentaba al misterio de la psique, instintivamente volvía a recurrir a los antiguos mitos. Quizá hubiera que adaptar las historias, visto que la sociedad todavía las consideraba necesarias. Si los reformadores más exigentes censuraban un mito, a veces éste resurgía ligeramente modificado. Así pues, incluso en estos sistemas religiosos más elaborados, la humanidad no podía pasar sin la mitología.
Pero los humanos ya no vivían lo sagrado con la misma facilidad que sus antepasados. Los dioses habían empezado a abandonar la conciencia de los pobladores de las ciudades. Los pueblos de los países axiales seguían anhelando la trascendencia, pero ahora lo sagrado parecía remoto, incluso ajeno. Ahora había un abismo que separaba a los mortales de sus dioses. Ya no compartían la misma naturaleza, ya no era posible creer que los dioses y los hombres derivaban de la misma sustancia divina. Los primeros mitos hebreos habían imaginado un dios que podía comer y conversar con Abraham como si ambos fueran amigos, pero cuando los profetas de la era axial se encontraron con ese mismo dios, lo vivieron como una espantosa conmoción, que o bien ponía en peligro sus vidas o los dejaba aturdidos y perturbados. Ahora la realidad suprema parecía algo prácticamente inalcanzable. En India, los budistas pensaban que sólo podían acceder a la paz sagrada del Nirvana atacando ferozmente su propia conciencia mediante unos ejercicios de yoga que no estaban al alcance de la gente corriente, mientras que los jainíes practicaban un ascetismo tan riguroso que algunos hasta morían de hambre. En China, Confucio creía que el Tao, la realidad suprema, se había alejado tanto del mundo de los hombres que era mejor no hablar de él. Esta experiencia religiosa, radicalmente distinta, significaba que la mitología ya no podía referirse fácilmente a lo divino empleando el antiguo antropomorfismo.

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Estudio de la Era Axial
Ernesto H. de Casas

1
Estudio de la era axial
V1.3
Ernesto H de Casas, Parque de Toledo
Surge el pensamiento. La religiosidad
Siglos IV-IIV a II-III aea

Contenido
Primera parte
Aspectos principales
1. Surgimiento
2. Surge lo religioso
3. El futuro
4. Observaciones
5. Interpretación
6. Menciones finales
Segunda Parte
- Citas varias
- Notas ampliatorias
- Apéndice I- Citas de K.Jaspers
- Apéndice II – Citas de K. Armstrong
PrimeraParte
Aspectos principales
1. Surgimiento
Este periodo surge el pensamiento como tal, y también la espiritualidad en sentido amplio, con
derivaciones de religión, ética, física, etc.,
Surge en unas zonas precisas, entre los paralelos 40 a 20 del hemisferio norte, en Medio Oriente, Asia
y Europa y se da entre los siglos VIII- a V, III aea (antes era actual).
Específicamente: Irán, pre-Israel, India, China y Grecia, sin que podamos saber los factores que inciden
en este surgimiento y porqué no ocurre algo similar en la Mesopotamia y Egipto, que son focos
civilizatorios previos (o, también, en zonas próximas, como será en la Europa eslava y germánica, por
ej.)
El campo es muy amplio, variado y de abundantes detalles.
Utilizamos el concepto de tiempo axial (Achsenzeit) acuñado por Karl Jaspers
1
y expuesto en un
capítulo de su libro Origen y meta de la historia (Ursprung und Ziel der Geschiste). Sabido es a qué se
refiere este autor bajo la categoría de tiempo axial: la historia entre los siglos VIII y V, aea
(aproximadamente) cuando surge en diferentes zonas
expresiones del pensa-miento filosófico y
religioso del que de alguna manera todavía hoy vivimos.
Según Jaspers, en ese corto lapso de tiempo (visto desde una perspectiva histórica más global)
podemos comprobar la emergencia de un pensamiento
autorreflexivo, de un sentido ético y político
universal, de una noción metafísica de unidad, de un sentimiento religioso de lo Inmutable. Los lugares
privilegiados considerados en este enfoque son la Grecia de los presocráticos hasta Platón, Palestina
1
Lo indica en un capítulo de su libro Origen y meta de la hist
oria (Ursprung und Ziel der Geschis
te), Karl Jasper, ‘The Origin
and Goal of History, London 1953, Origen
y meta de la historia, Altaya 1995. 1)
Estudio de la Era Axial
Ernesto H. de Casas
2
con los profetas y fundamentalmente con el segundo Isaías, el Irán de Zaratustra, la India de los
Upanishads, Buda y Mahavira; por fin la China de Lao-tsé y Confucio.
Hay que decir que hay más autores considerando estos siglos cruciales, que han destacado la
‘sorprendente simultaneidad del proceso en estos puntos sin contacto sólido entre ellos’ y lo súbito del
fenómeno como surgimiento y declive, pues posteri
ormente no hay nada en esos sitios, ya que el
pensar continua por otros derroteros.
Se dan unos cuantos temas fundamentales en los que unánimemente coincidirán; de todos ellos el de
la unidad es, a nuestro entender, el más importante, el más esencial (unidad que desde luego es
concebida y aplicada de manera diversa y a ámbitos diversos). Esto es así toda vez que los diferentes
descubrimientos que acaecen en el tiempo axial inciden sobre lo unitario y permanente como
componente esencial de toda realidad: unidad en el ámbito del ser, en el ámbito de lo diverso, en el
ámbito de la naturaleza, en el hombre mismo y en su interioridad, en la vida civil y social, unidad del
lenguaje mismo en cuanto que ordenación del mundo (según ensayo sobre el Tiempo Axial de José
Antonio Antón, profesor de Filosofía de la Universidad de Sevilla).
Todas las corrientes de esta época crucial que estamos tratando surgen, de una u otra forma, como
reacción ante una situación precedente considerada como de anquilosamiento, neclive, que no propicia
el pensar y sentir vivos. Así, pues, el tiempo axial se nos presenta como algo novedoso, pero que lo es
en la medida en que quiere ser, y es, una rectificación de concepciones y situaciones anteriores.
Unidad respecto a la multiplicidad
En occidente surgen las nociones de Logos y
nous
(pensamiento o razón según Anaxágoras), que es
como designan en la Grecia arcaica el aspecto unitario de la realidad, la cualidad de unidad y cada
cosa en cuanto que una.
El logos
es la palabra de cada cosa y por tanto su determinación
inconfundible, la realidad que hace que cada cosa se presente como tal.
El
logos y el nous
designan el carácter ordenado, reunido y determinado de todo lo real
2
.
Estas nociones se vinculan con los que entendemos por palabra y conocimiento.
Esta misma intención de responder a la multiplicidad con conceptos únicos se presenta en la filosofía upanishádica de los hindúes como Brahman y Atman.
Para la, donde Brahman es la unidad que subyace a todo cambio, el substrato permanente que posibilita el paso continuo de la impermanencia y Atman es una suerte de unidad interna personal (en palabras conocidas se suele hablar del ‘alma universal’ y el ‘alma individual’, como aproximación).

Aunque podemos precisar que siempre que se nos menciona una categoría metafísica suprema (como Logos, Nous, Tao...) encontramos como correlato esencial de ella misma otra categoría que supone la
presencia de aquella en el hombre. Así el Logos universal y el logos en el hombre, el Nous universal y el nous en el hombre, el Atman universal y el atman en el hombre, Purusa universal y Purusa en el hombre.

También, aunque con matices, también veremos esto en el pensamiento chino. La correlación metafísica de Tao puede ser el Tao de cada cosa (por tanto, también del hombre), o bien Te, la manifestación o dinámica de Tao entre los diez mil seres (lo múltiple); en el caso del confucionismo esta relación metafísica se establece entre Li (Ley universal) y Ye, que es el ideal o modelo de hombre: valedecir, la presencia de Li en el ser humano. Esto mismo se verá con Jehová en los hebreos y ‘La Ley’ o Pneuma:

1.Aliento racional que, en la filosofía estoica, informa y ordena el universo. Logos: Discurso que da razón de las cosas.
Razón, principio racional del universo.) Hay pensadores contemporáneos que considera de muy difícil definición el concepto ‘nous’.

Los Upanishads se consideran de los años 400 a 200 a. ne. – y algunos aspectos del siglo VI a ne. –se agrupan en los Aranyakas, parte de los Vedas, y sirvieron de base a uno de los seis sistema filosóficos ortodoxos hindúes, el vedanta.

Puede ser “persona,” o “espíritu”), alma o el ‘uno mismo’ en la filosofía de India. Se acepta que haya una entidad eterna, no cambiante en la mayoría de las escuelas filosóficas indias, aunque difieren en sus descripciones y demás. También es un rito originario en el que se basan ritos posteriores védicos e hinduistas.

Tao en filosofía china es ‘camino’ o ‘vía’, puede aludir al ‘correcto camino’ o ‘vía del cielo’, en el confucionismo implica una corrección moral, de la conducta humana, pero en el taoísmo, adquiere una dimensión metafísica que va mas allá de lo humano. Datan del siglo IV a. ne. con Aura Mazda (Ormuz) y Ahriman de Zarathustra, es decir reducir a conceptos únicos realidades complejas.

Según José Antonio Antón, ‘estos corolarios de las entidades supremas desempeñan dos papeles ontológicos de gran importancia: suponen la presencia actuante del Ser en las cosas y desproveen a éste de cualquier connotación abstracta, sino que por el contrario lo concretizan y lo muestran en su fuerza determinadora’.

A nosotros nos vasta comprender como la inteligencia humana en un momento dado, en diversos sitios y simultáneamente comienza a tener concepciones unitarias de cosas muy complejas y diversas - piénsese en los mitos egipcios, que tenían cientos (o miles) de deidades para cada cosa que el individuo deseaba a temía -. Este inicio de la aplicación de los mecanismos abstractivos de la conciencia, acompañados a veces de verdaderas inspira-ciones, es lo que ha llevado a los avances (con sus más y sus menos) del pensar en su proceso.

2. Surge lo religioso
Entre los estudiosos abordan el tema con diversos enfoques, actualmente está el aporte titulado como Gran Transformación de Karen Armostrong que destaca el aspecto fundacional de las religiones, ampliando el periodo al siglo IX aea. y sumando variadas observaciones, donde ella insiste en que hay como una tendencia al ‘ahimsha’. 

Es decir, hacia dejar la violencia, de diversos modos y se apela a la
compasión en todo este proceso.

En el Apéndice II se incluyen numerosas notas, quizás extensas,
para dar información erudita sobre numerosos aspectos de este período tan crucial.

Aparte, en todos esos casos los autores hablan de ‘valores o ideales axiales’ que guardan coincidencia, en estos períodos, algo que nosotros comprenderíamos como ‘momentos humanistas’ y valores humanistas en contraste con el antihumanismo tan frecuente en todas estas épocas.

Continuando con esta noción de reducir lo múltiple a lo complejo, que surge en estos siglos y culturas cruciales, vemos como se da en las concepciones de fondo, una reducción interesante - que se presenta en esta época, aparte de lo variopinta de las manifestaciones en cada zona - con la tendencia mencionada de querer explicar lo ‘múltiple y variable con lo único,’ aplicado a diversos campos; lo que es muy evidente en el caso de los términos de logos y tao, en lo que hace al conocimiento o a la conducta, pero también con Yahvé y la Torah, con lo que trata de dar orden y sentido social, yendo más lejos que solo dar unidad a lo más variado y cambiante.

Otra aspecto muy mencionada es la relación mitos-logos, es decir se dejan las explicaciones mitológicas por otras más reflexivas – aunque coexistan en las poblaciones- y la expresión en diversos campos; lo que es muy propio de en Grecia donde tenemos el surgir de la fisis y la filosofía con los llamados presocráticos (buscando la unidad con aquello del fuego, agua etc. como origen de todas las cosas y del ser parmenidiano), pero los mitos se siguen manifestando con el surgir de la tragedia (Sófocles, Esquilo etc.) que tiene raigambre popular, y, además, también está el comienzo de la técnica (el teknos), algo que no sucede tan claramente en otros sitios.

En el fenómeno judío tenemos el enfoque religioso-monoteísta-nación, pues se afirma el dios único, frente a otros en la religión (con los profetas, en la salida de Babilonia) y la fundación complicada de su nación. En la india el periodo védico es de una riqueza abrumadora, fundiendo las ideas unitivas con deidades principales como Brahma Shiva y Vishnu (que hemos vinculado a los pasos de síntesis, complementación y diferenciación). 

Pero irrumpen Buda y Mahvaira (budismo y Jainismo) Y en china, la vasta China, da lugar a la a las ‘100 escuelas chinas’ y a Confucio y Lao-tsé, pero también a otros, con un paisaje distinto, pues no hablamos de dioses ni de razones, sino de fuerzas reduciendo todo a ying, yang y Tao, por una parte y por otra, a los antepasados, las virtudes y reglas morales (surge por vez primera el concepto de reciprocidad con aquello de ‘no hagas a otros...’).

 Esta obra de la autora se titula La gran transformación, obra que lleva por subtítulo El principio de nuestras tradiciones religiosas, donde hace un amplio recorrido con mucha erudición de los siglos cruciales en donde se registra el surgimiento de los pilares del pensamiento y religiosidad que alcanzan hasta hoy. 2) . 

También menciona como se ha discriminado a la mujer en estas
época cruciales, siendo un caso representativo el mito de Pandora, en donde deja a la mujer muy mal, al ser responsable de ‘esparcir los males por el mundo’; siendo que la mujer tiene una presencia muy destacada en épocas arcaicas anteriores (como desarrolla Marija Gimbutas la importancia femenina en su texto El Lenguaje de la Diosa).

No deja de ser llamativo la vigencia de la esclavitud y la se
rvidumbre en estas épocas de avances cruciales, lo que no deja de
llamar la atención, que se tomara como algo ‘natural’.

En los griegos se observa claramente como los mitos continuaron concomitantes a las explicaciones filosóficas pre y post socráticas. En los años 530 a 300 aprox. a. ne. se da el periodo de surgimiento de las filosofías, pero las creencias griegas, mitológicas y religiosas siguen hasta el siglo VI de ne., cuando son abolidas como paganismo por las autoridades romano-cristianas.


Zoroastro por su parte modifica la religión de esa zona dándole más espiritualidad, con su reforma, con
sus características de revelación y monolatría que se anticipa a lo que vendrá luego. Se puede captar
además, claramente, la tendencia a reducir los rituales y sacrificios excesivos de la época

Esto es otra característica de la era: las reformas, las modificaciones, donde todos lo hacen de diverso modo. Una muy destacada es la de Buda, lo que hace es como ‘talar un bosque’: a la frondosidad de las propuestas védicas y pre-védicas, propone la simpleza de reducir todo a liberarse de dukka, (sufrimiento) y conseguir al evasivo nirvana, donde la idea de liberación cobra suma importancia. Y será la una producción hindú que se internacionalice, aunque a la larga no se quede en la India en que surge.

En general, en esta era, se produce un viraje al a interioridad y al comportamiento personal, a la respuesta única frente a lo múltiple. Surgen por primera vez los individuos-pensadores (antes son legendarios), con nombre y apellidos, frente al preferible anonimato anterior, los nombres conocidos aparecen casi al mismo tiempo y sin contacto entre sí, en estas vastas extensiones. Proceso que llega a nuestros días con las extensiones de los siglos I y VI de ea., Cristianismo e Islam, respectivamente.

Algunos estudiosos dicen que es en el siglo XVIII de ea., cuando se reproduce algo similar, aunque centrado en la ciencia y técnica, quedando pendiente el avance correspondiente a lo espiritual en sentido amplio.

Un aspecto que no es menor y queda por verse, es la resonancia que estos planteos tienen en las poblaciones, que sin un relativo arraigo, no hubieran tenido mayor impacto. Cabe suponer que cuando se expresan los promotores principales hay una resonancia con la gente, porque de algún modo lo esperan o anhelan; algo que es evidente en casos de una difusión casi súbita del fenómeno, especialmente en lo religioso.

El surgimiento en sí parece que se produce cuando hay una combinación de fenómenos, como una situación crítica pero dentro de ciertas libertades (donde ha habido rígidas tiranías o mucho peso del clero sacerdotal, no ha surgido nada), en donde el pensar inspirado pueda emerger, siendo el talento de algunos un detalle capital para que los fenómenos se pro-duzcan, porque hay muchos casos en donde habiendo condiciones humanas de muchas urgencia, no se produce nada, ha de pasar el tiempo hasta que reciben una influencia de otra parte, foránea a ellos, pero no generada por ellos mismos.

Así es que hay muchos aspectos a estudiar y desvelar aun.
Lo cierto es que todos estos aportes se han producido y ahí están, en muchos casos vigentes como hace centurias, o milenios, otros con muchos cambios, pero siguen presentes de algún modo.

Llegados hasta aquí, todo esto nos lleva a tratar de ver - como parte de este estudio – como podría ser la continuación del proceso iniciado, donde los autores consultados no se ponen de acuerdo ni arriesgasen hipótesis de lo porvenir; aunque Jasper augura que ‘habrá otra era axial’ sin poder precisarla.

Nos dicen que la primera expresión del principio de reciprocidad es el de Confucio con su enfoque en negativo de No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti. Esto implica una clara insistencia en percibirse a si mismo tanto como a los demás, un enfoque nuevo, solidario si se quiere.

Recordemos que en los himnos sagrados, los Gathas un aspecto dist
intivo es ’El lamento de la vaca’, donde se trasluce lo mal que lo pasaban los pastores con sus animales en una época de sacrificios desmedidos. Además, todo empieza aquí en referencia a Aura Mazda, ’Señor de la Sabiduría’,

es decir, una tendencia esta que sería simultánea a lo de jonia.
En China surgió la llamada ‘Escuela legista’ que justificaba lo dictatorial.3)

Un reciente estudio del fin de las religiones agrarias, sugiere que “Emerge un tipo nuevo de sociedad, con unos fundamentos distintos –sobre todo epistemológicos- que resultan incompatibles con el
"sistema operativo” milenario neolítico. Se impone, por ello, un cambio sistémico tanto a nivel epistemológico como a nivel del tipo de conciencia espiritual de la humanidad. Y eso sucede hoy, en el s XXI, pues las religiones agrarias aun siguen por inercia, con un paisaje y propuestas sin encaje para el ser humano de las grandísimas urbes, las aceleraciones temporales y el cotidiano existir.

Como seria ese cambio, ese fin del origen agrario religioso no se especifica.

3. El futuro
Retomando la época de los siglos IX al III a.ne., vemos que después de estos grandes movimientos, con grandes personalidades, llamadas ejemplares, o ‘paradigmáticas’ porque sus vidas suelen representar sus filosofías, son seres excepcionales, algunos con abundante halo de leyenda y poca precisión histórica, hay pocos surgimientos en el campo del pensamiento. Aunque habrá todo un proceso de desarrollo del conocimiento a través de los filósofos de diversas épocas, donde aparecen los primero proto-científicos hasta llegar a la etapa de los pensadores-profesores y el auge tecno científico sin parangón.

Pero ¿y en los espiritual propiamente dicho?
Porque no mencionaremos a las seudo- propuestas oportunistas, que aparte de ser un síntoma más de la necesidad profunda de una nueva respuesta, no podemos considerarlas en serio.

Y frente a ese largo periodo de silencio de fundadores esenciales, digamos, surge en nuestro caso Silo, que irrumpe también cambiando el contexto de todo lo anterior, pues surge sin una tradición local, esta vez en el hemisferio sur, sin antecedentes previos y con vocación plenamente universalista, como no podría ser de otro modo en la era de la mundialización.

Se tuvo que apartar de los causes establecidos para hacer su aporte y avanzar en estos campos, topando con mil prejuicios y resistencias, uno de los cuales, nos resulta de lo más inaudito: el de que en el campo ético-religioso, o espiritual, afirman: ‘pero si en este campo ya está todo dicho’ no hay nada nuevo que agregar.
__
¡Justamente!
, - nos decía -
¡es ahí donde más hay (tenemos) que decir!
De modo que en este caso tenemos varios aspectos: 

a) la crisis del momento, muy acentuada recientemente, 
b) una necesidad de ‘espiritualidad universal’ evidente (ya que hay muchas propuestas
parceladas, que distancian a las poblaciones, cuando no las confrontan), 
c) ha cierta resonancia en las poblaciones con planteos de nuevas propuestas y está el surgimiento 
d) de la ‘personalidad paradigmática’, Silo y su propuesta contundente.

Queda ahora por verse como sigue procesando, como hacemos nuestra parte, los que ya conocemos este aporte y como lo recibe la gente, como se ha dicho: ‘Si aprovecha la oportunidad y lo hace suyo, o la deja pasar...’

4. Observaciones:
1. El fenómeno observado parece como una parte de algo más amplio, pues poco se dice de la recepción del fenómeno. Es decir, es claro que si un profeta o un pensador o moralizador se expresa, y con contundencia, es porque hay un campo de recepción, de resonancia; en suma hay gente que adhiere y gente que rechaza (sobre todo los poderes establecidos) y gente indiferente. Además surge como una necesidad histórica, humana, profunda. No es un ‘acaso’. Lo captan primero unos pocos y después, lo que es minoría emergente, se convierte en mayoría y se establece el fenómeno con cierta vigencia, hasta que declina.

Pero de cómo sucede todo esto es algo que llama a reflexionar, ¿obedece a unos ciclos del desarrollo de la conciencia humana? ¿Surge en épocas críticas?, ¿es por los fundadores?
Y ¿por qué en algunos casos no sucede nada, habiendo condiciones?

2. Otro Aspecto a destacar es la relación con el poder de estas corrientes, en especial las de tipo religioso, muy al principio se dirigen a influir o acordar con el poder político establecido, ya que con el
religioso se dan diferencias. Es claro con Zarathustra que se relaciona con un jefe tribal, o rey quien ‘después de pensárselo todo un día’ acepta la propuesta y se difunde desde ahí. Toda la obra confuciana estriba en dar normativa a la gente común pero también indicaciones a los reyes o príncipes. También en el Platón de la república se nota esta tendencia cuando propone un estado aristocrático ‘de los mejores.

3. El ciclo imperial no es tampoco ajeno al fenómeno, quizás por la tendencia antes indicada, se observa que en un momento avanzado del ciclo se produce una relación total con el sistema imperial del momento y lugar, un caso evidente es cuando el emperador Asoka se convierte al budismo y lo impulsa considerablemente, que es cuando por única vez el budismo llega a toda la india (con su sistema de monasterios en los cruces de camino donde dan además de sus credos, educación y medicinas, por lo que se expanden también a otros sitios, como China, Japón y demás). Y el caso más notorio es en el occidente romano cuando Justiniano hace del cristianismo religión oficial de estado (después de combatirla seria-mente)
Luego la caída del fenómeno es también algo llamativo, porque de una elevada moralidad se suele caer a dogmas o supersticiones tremendas, o de una alta abstracción conceptual, se cae a secundariedades y el silencio. O también, a la mera costumbre, la simple creencia que continúa por inercia.

4. La escritura es un factor muy importante en esta época porque al irse desarrollando y arraigando permite a los pensadores, profetas, y demás que se explayen por escrito y el hecho de saber q llega a otros y queda en el tiempo sirvió de acicate para expresar ‘cuestiones importantes’ que fueron de más a más.

5. La tensión mitos-logos es relativa, pues los mitos servían para dar explicaciones simples a personas muy simples, el pastor griego cuando escuchaba truenos entendía que Zeus iba en su carruaje por los cielos y eso le bastaba, pero no a otros que agudizaron su intelecto y comenzar a incentivar los mecanismos abstractivos para razonar. Sin embargo los mitos sirvieron como lenguaje explicativo, como la caverna platónica u otras alegorías y metáforas o parábolas tan utilizadas para dar a entender ideas más complejas. Pero es claro que lo ‘explicado’ en los mitos no era suficiente, ni mucho menos, para la mente investigativa que se iba gestando y daba paso al razonamiento.

Por otra parte, en los mitos hay que captar también las ideologías que un sector dominante de la sociedad en cuestión trata de imponer y transmitir.

En el hinduismo en una época vemos muy presente a la deidad Indra, el guerrero, que desplaza a Agni, el fuego, sin embargo en otra época, pasa a un segundo plano; quizás se pueda interpretar que los guerreros pasan también a un segundo plano. En el caso griego, los mitos de belicosos varones predominan dejando muy de lado a mujeres y jóvenes, manifestando claramente un tipo de ideología con esos contenidos a transmitir, que después cambiará.
Sin duda es algo a profundizar.

6. En otro sentido, aplicando nuestra noción de la intencionalidad universal que se abre paso, entre azar y necesidad, es evidente q hace su labor avanzando, superando resistencia y haciendo sus aportes, dando una dirección hacia procesos más conscientes que llega a nuestros días.
Además, habría que ver más en detalle cómo ha influido en todo este proceso las manifestaciones de Escuela y el desarrollo mismo de las disciplinas, con las expresiones propias en sus diversos campos.

5. Una interpretación
 Como sabemos fue la conversión de Asoka, (c. 291-232 aea.) en I
ndia lo que permitió, por única vez la expansión del budismo en
India. En el caso del cristianismo, ya se había expandido ampliamente y al no ser combatido Justiniano, hábilmente, lo adopta para mantener el imperio. 4) 

Lo que podemos interpretar es que, observando a la conciencia humana, en determinados momentos y
por cierto tiempo, se activan los mecanismos
abstractivos y de reversibilidad con contactos de
conciencia inspirada y acceso a lo profundo – con sus traducciones particulares - simultáneamente a un
avance del sentimiento religioso

1 . Por ello tenemos el surgir, histórico, del pensar reflexivo que vuelve sobre sí a considerarse y da como resultado la filosofía y la pre-ciencia, pero también al interiorizase la conciencia llega a lo profundo (en diversos grados) y rescata contenido diversos que se exponen de diversos modos. Por otro lado se inicia la observación de la conducta humana y sus consecuencias, tanto para sí como para el otro, surgiendo las diversas morales y la religiosidad se hace prodiga, porque desde un ateísmo riguroso a un monoteísmo también riguroso pero también un politeísmo concomitante (según las zonas que se consideren).

Hay aspectos llamativos para el observador como es el caso de porque surge todo esto en unos sitios y en otros no, o en unos pueblos y en otros no y el ciclo de vigencia, pues después de un cierto tiempo no continúan los esfuerzos, aunque quedan inercias. Otro aspecto importantísimo es como hicieron estos fundadores para ir llegando a unos pocos y después a muchos, hasta que lograran inserción social y
proyección histórica, aun con sus más y sus menos.

El esquema general podría ser que en momentos históricos y en pueblos determinados se da una situación de cambio y surgen propuestas novedosas, interesantes, representadas por individuos
sobresaliente muy dedicados a esta ‘nueva causa’ y logran formar un circulo de interesados y participantes q en un cierto ciclo temporal llegan a una mayoría importante la cual a su vez y en más tiempo llega a grandes conjuntos de población. 

Con sus mas y sus menos, en pocas palabras esto es lo que sucede, pero cambe preguntarse ¿Qué ha sucedido? ¿Es que las propuestas tienen un particular encaje con la sensibilidad del momento, es que responden a necesidades pendientes? 

En fin son muchos aspectos a considerar; lo que parece haber funcionado es una cierta inteligencia conjunta para que esas propuestas de más lucidez, rompedoras de inercias, sean captadas y adoptadas por grandes conjuntos humanos, aun con modificaciones, y los avances sociales se concretan, amén de los individuales.

Ahora se presenta el reto del nuevo surgimiento de este fenómeno que lo resumimos como manifestación de Escuela, con la propuesta de Silo, algo que muchos ni siquiera imaginan que pueda suceder. El desarrollo es tanto de intelección, en cuanto a estudio y reflexión, como de la pulsión religiosidad-sagrado y el desafío está en llegar a importantes sectores sociales que puedan llegar al conjunto de las poblaciones. En nuestras manos está una gran tarea, el inicio que correspondió a Silo, que lo ha hecho con fuerza, profundidad y alcance, nos queda ahora actuar a la altura necesaria.

6. Una menciones finales 

Nos quedamos con algunas referencias de autores o textos de esta era para reflexionar.

- Ortega y Gasset nos comenta que él comenzaba sus días diciéndose por las mañanas algo que leía en un ‘versillo del Rig Veda’:

“¡Señor danos la sabiduría, Señor danos la alegría!”

- Nos documentan que Confucio decía al respecto de la regla de oro, que había que practicarla ‘todo el  día’ y ‘todos los días’, -todo el día, y todos los días- repetía ...

- Una corta historia sobre lo que enseña el Buda nos dice que una pareja de posición noble, muy  compenetrados entre sí, se había acercado al Buda y su comunidad; en cierto momento le comentan al Buda:

“__ Estamos en todo de acuerdo con tus enseñanzas, con las nobles verdades del óctuple sendero y demás, pero respecto a la disolución del yo (‘anatta’ en la lengua de entonces) preferiríamos conservar nuestros yoes.”

A lo que el Buda respondió: (Aprox.)
__ Bien, si prefieren conservar vuestros yoes pueden hacerlo, pero tened en cuenta que no interfiera con los yoes de los demás”...

Cuando nosotros hablamos de lo religioso no nos estamos refiriendo a la relación con un supuesto dios, sino que nos estamos refiriendo a un sentimiento. De manera que no se trata de que dios exista o no exista. Se trata de que subjetivamente puede registrarse la existencia del sentimiento religioso. (5)

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