Una vieja leyenda vikinga cuenta que los marinos
utilizaban una«piedra solar» brillante para encontrar su camino en el
océano. Elevada hacia el cielo, revelaba la posición del Sol incluso en
los días nublados. Investigadores de la Universidad de Rennes, en la
región de Bretaña (Francia), creen haber encontrado este mítico
instrumento. Se trata de un cristal rectangular aparecido en un buque de
guerra inglés que naufragó en el siglo XVI. La piedra está hecha de
espato de Islandia, una forma transparente y de formación natural de
cristal de calcita que polariza la luz y puede indicar la posición del
Sol.
Fuente: ABC.es, 6 de marzo de 2013
Artículo recomendado: "The Fabled Viking Sunstone". Aquí.
La
roca
ha sido encontrada entre los restos de un barco que había sido enviado a
Francia en 1592 por la reina Isabel I como medida de precaución contra
una segunda armada española, pero se hundió frente a Alderney, una de
las Islas del Canal. Científicos británicos y franceses
han discutido durante mucho tiempo si el hallazgo es una piedra solar,
un dispositivo que fractura la luz, lo que permite a los marinos
localizar el Sol, incluso cuando está detrás de las nubes o se ha metido
por el horizonte.
Las piedras solares,
de acuerdo con una teoría expuesta por primera vez hace 45 años, ayudó a
los grandes navegantes nórdicos a encontrar su camino a Islandia e
incluso tal vez hasta América del Norte durante el apogeo vikingo de
900-1200 d.C., mucho antes de que la brújula magnética fuera introducida
en Europa en el siglo XVIII. Pero solo hay una referencia vaga en la
antigua literatura nórdica a una «solarsteinn», lo que
significa que la idea se ha mantenido frustrantemente sin una prueba
sólida. Estos navegantes eran capaces de cruzar miles de kilómetros en
mar abierto entre Noruega, Islandia y Groenlandia. Las leyendas vikingas
describen cómo en los días nublados o cuando azotaba la nieve, el Rey Olaf
sostenía una piedra solar, miraba al cielo y observaba de dónde procedía
la luz, a partir de lo cual adivinaba la posición invisible del
Sol.
Puesta a prueba
Los investigadores, según informa France 24,
realizaron un análisis químico de una muestra pequeña de la roca,
utilizando un dispositivo llamado espectrómetro, que confirmó que era
una calcita. La piedra es aproximadamente del tamaño de una pequeña
barra de jabón cuyos bordes han sido recortados en ángulo. En términos
técnicos, su forma es romboédrica. Es de color blanco lechoso, y no es
transparente, pero los nuevos experimentos muestran que se trata de una
decoloración de la superficie, causada por los siglos de inmersión en el
agua del mar y la abrasión por la arena, según el estudio.
Usando un cristal transparente similar al original, los
científicos fueron capaces de seguir la pista del Sol poniente con poca
luz, con una precisión de un grado. En un segundo experimento, fueron
capaces de localizar el Sol durante 40 minutos después de que se hubiera
escondido.
Otros factores proporcionan la evidencia de que se trata de una piedra solar,
de acuerdo con la investigación. El cristal se encontraba entre los
restos de otros instrumentos de navegación y pudo ser utilizado como
respaldo de una brújula magnética. «Aunque era fácil de usar, la brújula magnética no siempre era fiable en el siglo XVI, ya que
la mayoría de los fenómenos magnéticos no se entendían», dicen los investigadores.
Los autores publicaron el estudio en la revista Proceedings de la British Royal Society A. Aquí.
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