En contra de la teoría oficial, su autora mantiene la tesis de que las pinturas de Altamira tenían relación con representaciones divinas
La obra 'Los símbolos de la prehistoria' de Raquel Lacalle es el nuevo ensayo que la editorial Almuzara acaba de publicar y en el que se aborda una interpretación de las manifestaciones artísticas del Paleolítico Superior y de las culturas megalíticas europeas como puerta de acceso al conocimiento de las creencias religiosas vigentes en la Prehistoria.
En este sentido, su lectura revela la naturaleza de la "primigenia religión, unas creencias de carácter astral-naturalista, dirigidas a la Diosa Madre, Madre-creadora y Madre Naturaleza, y a los astros, codificados bajo formas animales", tal y como señala la editorial en una nota. Así, la dualidad que caracteriza al arte paleolítico, reflejada principalmente a través de la pareja caballo-bisonte/toro "se entendería como una representación de la díada divina: el sol y la luna".
Por esta razón, las interpretaciones de los símbolos que estudia la autora contrasta con otras teorías tradicionales que entienden el arte "simplemente como el reflejo de actividades mágicas dirigidas a facilitar la actividad de la caza, al no haberse contemplado ni estudiado la naturaleza simbólica de las representaciones".
Los símbolos de la Diosa, el caballo, el toro, el ciervo, la serpiente, volverán a reaparecer en culturas posteriores
Los símbolos de la Diosa, el caballo, el toro, el ciervo, la serpiente, volverán a reaparecer en culturas posteriores
El interés de estas conclusiones radica en que "habitualmente se consideraba que las religiones astrales surgían a partir del Neolítico", un hecho que desmonta la autora al considerar que "no se había tenido en consideración que las formas animales del arte pleistocénico pudieran poseer un sentido simbólico".
Estos primitivos cultos impregnarán manifestaciones posteriores, manteniendo vivos muchos de sus elementos. Los símbolos de la Diosa, el caballo, el toro, el ciervo, la serpiente, volverán a reaparecer en culturas posteriores. Las religiones surgidas a partir del Holoceno reciben esta influencia, entre ellas la "religión megalítica", que "es receptora de buena parte de este simbolismo que surge por primera vez en las cavernas-santuarios paleolíticas".
En concreto, la herencia de esta "primigenia religión" se detectará en los principios constituyentes de múltiples religiones, así como en cuentos y leyendas populares.
Del análisis de conjunto se extrae la conclusión sobre "el importante papel desempeñado" por el culto a los astros en la génesis del pensamiento religioso, siendo "el inspirador de imágenes e ideas míticas". De manera que "se entendería así que las antiguas creencias religiosas habrían surgido como consecuencia de la veneración de los fenómenos celestes y los personajes de cuentos y leyendas serían vestigios de esta antigua concepción astral-mitológica del mundo".
--
--
Una modelo de 35.000 años
Una oronda figura femenina, encontrada en una cueva de Alemania, es el retrato figurativo humano más antiguo que se conoce
Hace más de 35.000 años, un sensible Homo sapiens
agarró un colmillo de mamut lanudo en una caverna de la actual Alemania
y comenzó a tallar una figura femenina. La esculpió con unos pechos
descomunales, como si fuera una vaca lechera erguida, y con una vulva
sobredimensionada que más parece la cicatriz de una cesárea. A su lado,
las orondas figuras del escultor colombiano Fernando Botero parecen
sílfides.
La estatuilla apareció, quebrada en media docena de fragmentos, en septiembre de 2008 en la cueva de Hohle Fels, en el suroeste de Alemania. Su descubridor, el arqueólogo Nicholas Conard, de la Universidad de Tubinga, se percató en seguida de que estaba ante un hallazgo "revolucionario", que se publica hoy en Nature. La rolliza figura, bautizada como Venus de Hohle Fels, es a su juicio la representación artística figurativa más antigua que se conoce de un ser humano. Aquel artista del Paleolítico Superior fue el primero, según los restos arqueológicos encontrados hasta la fecha, que tuvo la suficiente destreza como para abandonar el arte abstracto e intentar el realismo para retratar a un congénere.
"No
hay duda de que la representación de pechos sobredimensionados y de
nalgas y genitales acentuados son el resultado de una exageración
deliberada de los caracteres sexuales de la figurilla", explica Conard
sobre su hallazgo,. Algunos rasgos de la escultura, como el "énfasis
extremo" en sus atributos sexuales y la falta de interés en los detalles
faciales son comunes a las célebres venus, como la de Willendorf, de la
cultura Gravetiense, comenzada hace unos 28.000 años y finalizada hace
22.000. Por ello, los expertos tendrán que buscar ahora la función de la
Venus de Hohle Fels entre el abanico de cometidos propuesto para las
venus conocidas.
Desde 1893, cuando el arqueólogo francés Édouard Piette encontró la Venus de Brassempouy en un pueblo de las Landas, los especialistas han visto en las figurillas femeninas iconos de la fertilidad, muñecos para los niños y cánones de la belleza, como revistas porno del Paleolítico. Algunos, incluso, han sugerido que estatuillas de medio tamaño, como la Venus de Willendorf, con una talla de más de 10 centímetros de longitud, podrían haber sido utilizadas como juguetes sexuales.
El pequeño tamaño de la Venus de Hohle Fels parece descartar esta última hipótesis, ridiculizada por muchos arqueólogos. Y, además, su descubridor apunta en otra dirección. "Aunque existe un largo debate sobre el significado de las venus paleolíticas, su explícita representación de los atributos sexuales sugiere que son una expresión directa o indirecta de la fertilidad", explica Conard.
El
arqueólogo Paul Mellars, de la Universidad de Cambridge (EEUU), incide
en la perspectiva sexual en un análisis que acompaña a la publicación
del hallazgo en Nature. Para este científico, la obsesión por
los rasgos femeninos presente en la Venus de Hohle Fels no debería ser
ninguna sorpresa, porque ya se han registrado dibujos abstractos de
vulvas en yacimientos franceses del mismo periodo que la cueva alemana,
el Auriñaciense. "Curiosamente, este aspecto de simbolismo sexual del
arte es simétrico, porque en los mismos yacimientos [en los que se han
desenterrado venus] también se han encontrado representaciones fálicas
explícitas, talladas en hueso, en marfil o en cuerno de bisonte",
subraya Mellars. De hecho, la caverna de Hohle Fels parece un sex shop
prehistórico. En 2005, el propio Conard anunció el hallazgo de un falo
de pedernal pulido, con un tamaño de 20 centímetros y una anchura de
tres. El instrumento, tallado hace 28.000 años, pudo haber sido
utilizado como un consolador, según los científicos. A juicio de
Mellars, "la posibilidad de que estos falos pudieran ser juguetes para
chicas", como le sugirió un dubitativo estudiante de primer año, "no
debería ser descartada".
El investigador estadounidense añade una interpretación que parece más relevante para desenmarañar la evolución de la especie humana. Las primeras poblaciones de Homo sapiens desembarcaron en Europa procedentes de África, donde dejaron un rastro de arte abstracto realizado hace 75.000 o, como mucho, 95.000 años. Pero, según Mellars, la adopción de un arte figurativo, empeñado en retratar la naturaleza de una manera realista, es un fenómeno exclusivamente europeo, sin un parangón africano más allá de la barrera de los 30.000 años.
Mutación del cerebro humano
"Es polémico el tema de hasta qué punto esta explosión simbólica, asociada con el origen y la dispersión de nuestra especie, refleja una reorganización fundamental de las capacidades cognitivas del cerebro humano, quizá relacionada con un salto hacia delante similar en la complejidad del lenguaje", detalla Mellars.
El catedrático de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid, Javier Baena, resta importancia al descubrimiento de la Venus de Hohle Fels. "No está en un rango cronológico que nos sorprenda. La figura tiene 35.000 años, si tuviera 70.000 me hubiera quedado con la boca abierta", comenta. Baena tampoco se cree que los Homo sapiens europeos tengan la patente mundial del arte figurativo. "En la cueva de Blombos, en Suráfrica, se han encontrado collares y otros útiles con una decoración simbólica muy elaborada, fabricados hace más de 75.000 años. Es más que probable que en Blombos fueran capaces de hacer arte figurativo", elucubra.
Baena
admite la dificultad de proponer una función para las venus, porque "el
pensamiento no fosiliza". "Los arqueólogos tendemos a pensar que todo
lo que encontramos tiene un significado mágico o religioso, pero tendría
que aparecer una venus en la mano del esqueleto de un niño enterrado
para conocer su función", bromea.
DIOSAS EN DIFERENTES PARTES DEL MUNDO :
La estatuilla apareció, quebrada en media docena de fragmentos, en septiembre de 2008 en la cueva de Hohle Fels, en el suroeste de Alemania. Su descubridor, el arqueólogo Nicholas Conard, de la Universidad de Tubinga, se percató en seguida de que estaba ante un hallazgo "revolucionario", que se publica hoy en Nature. La rolliza figura, bautizada como Venus de Hohle Fels, es a su juicio la representación artística figurativa más antigua que se conoce de un ser humano. Aquel artista del Paleolítico Superior fue el primero, según los restos arqueológicos encontrados hasta la fecha, que tuvo la suficiente destreza como para abandonar el arte abstracto e intentar el realismo para retratar a un congénere.
Para su descubridor, la escultura es un icono de la fertilidad
Desde 1893, cuando el arqueólogo francés Édouard Piette encontró la Venus de Brassempouy en un pueblo de las Landas, los especialistas han visto en las figurillas femeninas iconos de la fertilidad, muñecos para los niños y cánones de la belleza, como revistas porno del Paleolítico. Algunos, incluso, han sugerido que estatuillas de medio tamaño, como la Venus de Willendorf, con una talla de más de 10 centímetros de longitud, podrían haber sido utilizadas como juguetes sexuales.
El pequeño tamaño de la Venus de Hohle Fels parece descartar esta última hipótesis, ridiculizada por muchos arqueólogos. Y, además, su descubridor apunta en otra dirección. "Aunque existe un largo debate sobre el significado de las venus paleolíticas, su explícita representación de los atributos sexuales sugiere que son una expresión directa o indirecta de la fertilidad", explica Conard.
En el yacimiento alemán también se han encontrado figuras fálicas
El investigador estadounidense añade una interpretación que parece más relevante para desenmarañar la evolución de la especie humana. Las primeras poblaciones de Homo sapiens desembarcaron en Europa procedentes de África, donde dejaron un rastro de arte abstracto realizado hace 75.000 o, como mucho, 95.000 años. Pero, según Mellars, la adopción de un arte figurativo, empeñado en retratar la naturaleza de una manera realista, es un fenómeno exclusivamente europeo, sin un parangón africano más allá de la barrera de los 30.000 años.
La aparición del arte figurativo coincide con la dispersión de los sapiens
"Es polémico el tema de hasta qué punto esta explosión simbólica, asociada con el origen y la dispersión de nuestra especie, refleja una reorganización fundamental de las capacidades cognitivas del cerebro humano, quizá relacionada con un salto hacia delante similar en la complejidad del lenguaje", detalla Mellars.
El catedrático de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid, Javier Baena, resta importancia al descubrimiento de la Venus de Hohle Fels. "No está en un rango cronológico que nos sorprenda. La figura tiene 35.000 años, si tuviera 70.000 me hubiera quedado con la boca abierta", comenta. Baena tampoco se cree que los Homo sapiens europeos tengan la patente mundial del arte figurativo. "En la cueva de Blombos, en Suráfrica, se han encontrado collares y otros útiles con una decoración simbólica muy elaborada, fabricados hace más de 75.000 años. Es más que probable que en Blombos fueran capaces de hacer arte figurativo", elucubra.
"Los arqueólogos tendemos a sacralizar todo lo que encontramos"
DIOSAS EN DIFERENTES PARTES DEL MUNDO :
No comments:
Post a Comment