28.5.11

LOS HOPI


Los indios Hopi

Los indios Hopi son el pueblo nativoamericano vivo más antiguo del continente, acreedores de una cultura milenaria. Los Hopi, una pequeña nación de aprox. 10.000 individuos de habla uto-azteca, se establecieron en el área actualmente conocida como las Cuatro Esquinas (el cruce de las fronteras de Arizona, Nuevo México, Utah y Colorado, en EEUU), hogar de varias tribus de Indios Pueblo.
Mapa reservación hopi
Mapa reserva hopi
El nombre original del pueblo Hopi, “Hopituh Shi-nu-mu“, significa las “Personas con Fines Pacíficos”. Los conceptos de la moral y la ética están muy arraigados en las tradiciones hopi y esto implica el respeto por todos los seres vivos y por la Naturaleza en su conjunto. Para ellos toda vida es sagrada: los animales, los árboles y vegetación, el agua, el planeta entero.

Sus Orígenes

Los hopis son los herederos de un pueblo (ya desaparecido) más antiguo aún, llamado los Anasazi. El término Anasazi se aplica generalmente a los antepasados de los Indios Pueblo en su conjunto. Usualmente se agrupan bajo la designación «Anasazi» a distintas culturas similares que residieron en la misma zona, todas desaparecidas: los Hohokam, los Mogollón y los Pataya.
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Entre estos Indios Pueblo, los Hopi son los herederos de este legado cultural y religioso anasazi, aunque no se sabe con certeza si la continuidad entre ellos es étnica o sólo geográfica. Los Hopi, adoptaron las creencias anasazi, entre ellas, la adoración a Kokopelli y a los Kachinas (espíritus invisibles), la realización de ceremonias colectivas y el uso de las kivas.
Los Anasazi realizaron numerosos petroglifos y pinturas en las paredes rocosas de suroeste de USA las cuales representan sus creencias y sus mitos. Sus sugestivas pictografías muestran figuras de seres antropomorfos de muy extraña apariencia.
Horseshoe Canyon Great Gallery - Left Panel
Horseshoe Canyon Great Gallery – Left Panel

Su Cosmovisión

Su existencia se ha modelado siempre según el plan universal para la creación y la conservación del mundo. Su progreso sobre el camino evolutivo de la vida depende de la observancia sin falta de sus leyes. A la vez, el propósito del ceremonial religioso es ayudar a guardar la armonía del universo. Constituye un sistema mítico-religioso que abarca todo el año con ceremonias, rituales, danzas, cantos, rezos y oraciones tan complejos, abstractos y esotéricos como los que más en el mundo.
Según la tradición hopi, la historia está dividida en períodos que ellos denominan Mundos, en los cuales existieron diversas creaciones imperfectas del hombre y que de hecho sus antepasados evolucionaron a través de las mismas. En total, la Humanidad debe recorrer siete mundos.
Estos mundos están separados entre sí por terribles catástrofes: el primer mundo sucumbió por el fuego, el segundo por el hielo y el tercero por el agua. Nuestro actual mundo, el cuarto según sus profecías, estaría llegando a su fin.

Sobre “El Libro de los Hopis”

La mitología hopi es compleja dado que no constituye un corpus de creencias estructurado y documentado como en otras culturas, sino que se basa en la tradición oral, que en ocasiones presenta versiones contrapuestas. La ardua tarea de armar un compendio de todas ellas y unificarlas ha sido realizada en 1960 por Frank Waters, en su obra El Libro de los Hopis. El presente ensayo esta basado, en su mayor parte, precisamente en dicho libro, el cual es una exhaustiva recopilación de la tradición de los Hopis y que constituye virtualmente su Biblia.

El Primer Mundo – Tokpela

La creación de los universos

El Primer Mundo fue Tokpela [Espacio Infinito]. Antes estaba sólo el Creador, Taiowa. Todo lo demás era espacio infinito. No había principio ni fin; no había tiempo ni forma ni vida. Sólo un vacío inmenso cuyo principio y fin, tiempo, forma y vida estaban en la mente de Taiowa el Creador. Entonces él, el infinito, concibió lo finito, y creó a Sótuknang, diciendo:
-Te he creado a ti, la primera fuerza y el primer instrumento en forma de persona, para llevar a cabo mi plan de vida en el espacio infinito. Soy tu Tío. Eres mi Sobrino. Ahora ve y tiende estos universos en el orden correcto para que trabajen juntos y en armonía de acuerdo con mi plan.
Sótuknang hizo lo que se le había ordenado. En el espacio infinito recogió lo que habría de manifestarse como sustancia sólida. Hizo formas y las dispuso en nueve reinos universales: uno para Taiowa el Creador, uno para él mismo y siete universos para la vida que vendría.
Luego Taiowa le ordenó que ponga las aguas en las superficies de los universos, para que estén divididas por igual entre todos y cada uno. Así lo hizo Sótuknang, reunió en el espacio infinito lo que se manifestaría como aguas y las puso sobre los universos, de modo que cada uno fuese medio sólido y medio de agua.
La idea de la “nada” previa a la creación, en la cual solo estaba el Creador; el infinito sin tiempo y sin forma (sin principio ni fin); la creación a través de la palabra; la separación de las aguas; siete universos, en vez de siete días, etc. todo remite a los relatos cosmogónicos de todas las culturas, incluida la Torá misma, en los que se repiten los mismos conceptos y expresiones de la Creación del Universo.
Petroglifos hopi
Petroglifos hopi
Luego Sótuknang fue al universo que contenía lo que habría de ser Tokpela, el Primer Mundo. De ello creó a la que permanecería en esa Tierra y sería su ayudante. Se llamaba Kókyangwúti, Mujer Araña, quien al despertar a la vida y recibir su nombre, Sótuknang le dijo:
He aquí la Tierra que creamos. Tiene forma y sustancia, dirección y tiempo, principio y fin. Pero no hay vida sobre ella. No observamos movimientos gozosos. No escuchamos sonidos regocijados. ¿Qué es la vida sin sonido ni movimiento? Por eso se te otorga el poder para crear esa vida. Has recibido el conocimiento, la sabiduría y el amor para bendecir a todos los seres de tu creación.
Siguiendo sus instrucciones, Mujer Araña tomó un poco de tierra, la mezcló con túchvala (líquido de la boca: saliva) y formó dos seres. Los cubrió con una capa hecha de una sustancia blanca, la sabiduría creativa misma, y les cantó la Canción de la Creación. Al destapar a los dos seres, que eran gemelos, les dijo:
-Eres Poqánghoya y existes para ayudar a mantener en orden a este mundo cuando se coloque la vida en él. Recórrelo ahora y pon tus manos en la tierra para que termine de solidificarse. He ahí tu deber.
-Eres Palongauhoya y existes para ayudar a mantener en orden a este mundo cuando se coloque la vida en él. Debes recorrer el mundo y emitir sonidos para que se escuchen por toda la Tierra. Cuando esto se escuche serás conocido también como “Eco”, pues todo sonido es el eco del Creador.
Poqánghoya, al viajar por la Tierra, solidificó las partes más altas y creó grandes montañas. Palongauhoya, hizo sonar su voz como se le había ordenado. Todos los centros vibratorios a lo largo del eje de la Tierra, entre Polo y Polo, resonaron con su llamada. Así, hizo de todo el mundo un instrumento de sonido. Al concluir sus deberes, Poqánghoya fue enviado al Polo Norte del eje del mundo; y Palongauhoya, al Polo Sur. Juntos recibieron la orden de mantener en rotación correcta al mundo.
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Fremont petroglyphs, Sego Canyon
Entonces Mujer Araña creó con la tierra árboles, arbustos, plantas, flores y toda clase de semillas y nueces para vestir la Tierra, dando a cada uno vida y nombre. De la misma manera creó todo tipo de aves y animales; los formó con tierra, cubriéndolos con la sustancia blanca de su capa, y les cantó.
-Está muy bien -dijo Taiowa-. Ya está listo para la vida humana, el toque final para completar mi plan.

La creación del Hombre

Así, Mujer Araña recogió tierra, ahora de cuatro colores: amarilla, roja, blanca y negra. La mezcló con túchvala, el líquido de su boca, la moldeó y la cubrió con la sustancia blanca de su capa, la sabiduría creativa misma. Al igual que antes entonó la Canción de la Creación sobre las formas. Al destaparlas eran seres humanos creados a la imagen de Sótuknang.
Luego creó otros cuatro seres con su propia forma. Eran wúti, compañeras para los primeros cuatro seres varones. Cuando Mujer Araña quitó la capa las formas cobraron vida. Corría la hora de la luz amarilla, Síkangnuqa, la segunda fase del amanecer de la Creación, cuando el aliento de la vida llenó al hombre. Al poco tiempo el Sol apareció en el horizonte. Secó la humedad en sus frentes y endureció el punto blando de sus cabezas.
-Es el Sol -dijo Mujer Araña-. Por primera vez se encuentran con su Padre el Creador. La hora de las tres luces que revelan el misterio, el aliento de la vida y el calor del amor. En ellos consiste el plan de vida que el Creador tiene para ustedes.
Con la Creación del Hombre encontramos más similitudes aún: a la imagen de…; a partir de la arcilla mezclada con la esencia divina; primero ellos y luego las mujeres; con el aliento de vida, etc. Lo único distintivo es la mención del “amor”, que no está presente en ningún otro relato analizado.
Hopi Petroglyph Rocks
Petroglifos hopi

Versiones preliminares fallidas

El Primer Pueblo del Primer Mundo no contestó. No sabía hablar. Mujer Araña llamó a Sótuknang para preguntarle qué hacer y le explicó:
-Creé al Primer Pueblo como me lo ordenaste. Están terminados de formar y sólidos. Tienen los colores correctos, vida y movimiento. Sin embargo, no pueden hablar. Eso les falta. Quiero que les des el habla; además, la sabiduría y el poder para reproducirse. Así podrán gozar la vida y dar gracias al Creador.
Sótuknang les dio el habla, una lengua distinta a cada color, y respeto para sus diferencias. Les dio la sabiduría y el poder para reproducirse y multiplicarse. Entonces les dijo:
-Con todo esto les entrego el mundo para vivir y ser felices. Sólo una cosa les pido: respetar al Creador en todo momento. Sabiduría, armonía y respeto hacia el amor del Creador que los concibió. Deberán hacerlo crecer y nunca olvidarlo mientras tengan vida.
Así, el Primer Pueblo se dispersó, fue feliz y comenzó a multiplicarse.
Butler Wash Petroglyphs - Shamans Panel
Butler Wash Petroglyphs – Shamans Panel
Tanto las versiones preliminares fallidas, como la sabiduría (el conocimiento) vinculado a la reproducción de la especie son temáticas omnipresentes en la mitología de los pueblos de todos los continentes. La misión del hombre también parece ser la misma en todos los casos: reproducirse y alabar a los dioses creadores, cumpliendo con sus mandamientos.

La Naturaleza del Hombre

La sabiduría prístina que se les había otorgado los hizo comprender que la Tierra constituía un ente vivo como ellos. Era su madre. Ellos eran de su misma carne y se nutrían de su seno. Su leche era el pasto en el que se apacentaban todos los animales y el maíz creado especialmente para dar alimento a la humanidad. No obstante, la planta del maíz era también un ente vivo con un cuerpo semejante al humano en muchos aspectos, y la gente integraba su carne en la propia. Por lo tanto, el maíz también era su madre.
Al igual que para los Mayas, los Hopis también consideraban el maíz como un sustancia sagrada.
El Primer Pueblo entendía, pues, el misterio de su origen. Su sabiduría prístina también les revelaba la naturaleza del hombre. El cuerpo vivo del hombre y el cuerpo vivo de la Tierra estaban construidos en la misma forma. Un eje atravesaba cada uno de ellos.
El eje del hombre era la espina dorsal, la columna vertebral que controlaba el equilibrio de sus movimientos y funciones. A lo largo del eje había varios centros vibratorios que repercutían el sonido primordial de la vida en todo el universo o daban aviso si algo estaba mal.
Los Hopi, así como los misticismos tibetano e hindú, postulan una serie semejante de centros de fuerza (centros vibratorios) o psicofísicos en el cuerpo humano. La descripción de estos chakras, para los orientales, coincide con la de los hopis, aunque para los primeros son 7 y para los segundos son 5.
El Primer Pueblo no conocía la enfermedad. Las personas no se enfermaban del cuerpo ni de la cabeza, hasta que el mal entró al mundo. Así, el Primer Pueblo se comprendía a sí mismo.
Fremont petroglyphs, Sego Canyon
Fremont petroglyphs, Sego Canyon
Y así era el Primer Mundo en que vivían. Se llamaba Tokpela, Espacio Infinito. Su dirección era el este; su color, sikyangpu, el amarillo; su mineral, sikyásvu, el oro. Tenían importancia en él káto’ya, la serpiente de la cabeza grande y wisoko, el ave que comía grasa.
La serpiente tiene aquí también una presencia destacada, como la tiene también en todas las culturas del mundo.
En él, el Primer Pueblo vivía puro y siguió multiplicándose, se esparció sobre la faz de la tierra y era feliz. Pese a que tenía colores diferentes y hablaba distintos idiomas, sus sentimientos eran los mismos y se entendían unos a otros sin necesidad de la palabra.

La destrucción del Primer Mundo

Entonces se introdujo entre ellos Lavaíhoya, el Hablador. Entre más habló, más los convenció de las diferencias que había entre ellos, entre los seres humanos y los animales y entre las personas mismas, en cuanto al color de su piel, su lengua y sus creencias sobre el plan del Creador. Finalmente los hombres se tornaron crueles y belicosos y comenzaron a luchar entre sí. Entonces Taiowa junto con Sótuknang se pusieron de acuerdo:
Hemos decidido destruir el mundo. Hay que crear otro, para que puedan volver a empezar.
Pero antes, encontraron hombres justos y sabios que aún respetaban las consignas de Taiowa, por lo que decidieron salvarlos. Sótuknang dijo:
-Irán a cierto lugar. Los guiará su kópavi [centro vibratorio arriba de la cabeza]. Su sabiduría interior les dará la visión necesaria para ver cierta nube, que seguirán de día, y cierta estrella, que seguirán de noche. No se llevarán nada. Su marcha no habrá terminado hasta que no se detengan la nube y la estrella. 
La noción de la destrucción de la humanidad descarriada, salvando a aquellos pocos justos, nos resulta bien conocida, como así también lo de guiar a los justos en su “éxodo” con nubes y luces:
Éxo.13.21/22. Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.
Una vez que hubo reunido a todos los seres humanos escogidos para ser salvados de la destrucción del mundo, los llevó a un enorme montículo en el que vivía el Pueblo de las Hormigas, y Sótuknang indicó a los seres humanos que entraran en esa kiva de las Hormigas.
Petroglifo hopi
Petroglifo hopi
Así, los seres humanos descendieron a vivir con el Pueblo de las Hormigas. Cuando todos estaban seguros y acomodados, Taiowa ordenó a Sótuknang que destruyera el mundo, quien hizo que lloviera fuego sobre el mundo, abrió los volcanes, y el fuego brotó de arriba, de abajo y de todo alrededor.
La tierra, las aguas y el aire se tornaron un solo elemento, fuego. No quedó nada, salvo los seres humanos refugiados en la seguridad del seno de la Tierra. Ese fue el fin de Tokpela, el Primer Mundo.

El Segundo Mundo – Tokpa

Mientras sucedía todo esto, los seres humanos vivían felices con el Pueblo de las Hormigas bajo la superficie de la Tierra. Al utilizar la visión interior del centro detrás de sus ojos, el reflejo les alcanzaba muy bien para ver. Entonces Sótuknang les dijo a los seres humanos que salieran al Segundo Mundo:
“Multiplíquense y sean felices. No obstante, recuerden al Creador y las leyes que les dio”.
Así como identificaron los centros energéticos del cuerpo (chakras), en consonancia con las culturas orientales, “el centro detrás de sus ojos” quizás se refiera al Tercer Ojo.
Sego Canyon , Utah. Estimated up to 5,500 BC.
Sego Canyon , Utah. Estimated up to 5,500 BC.
De esta manera, los seres humanos salieron al Segundo Mundo. Se llamaba Tokpa (Oscura Medianoche). Su dirección era el sur; su color, el azul; su mineral, qochásiva, la plata. Era una Tierra grande y los seres humanos se multiplicaron rápidamente.
Se dispersaron en todas direcciones, incluso hasta el otro lado del mundo. En sus espíritus estaban tan cerca unos de otros que podían verse y hablarse desde el centro encima de sus cabezas. Construían hogares; luego pueblos, y senderos para unirlos. Fabricaban cosas con las manos y almacenaban el alimento.
Luego empezaron a comerciar y a trocar mercancías entre ellos. Entonces comenzaron los problemas. Tenían todo lo que necesitaban, pero querían más. Cambiaban más y más por cosas que no hacían falta. Entre más bienes obtenían, más deseaban tener.
Al poco tiempo los seres humanos empezaron a reñir y a pelearse entre ellos, y se suscitaron guerras entre los pueblos. Todavía quedaban en cada pueblo unas cuantas personas que cantaban la Canción de su Creación. Sótuknang volvió a presentarse y dijo:
“Mi Tío, Taiowa, y yo hemos decidido destruir el Segundo Mundo en cuanto logremos colocar en un lugar seguro a ustedes, que aún tienen la canción en sus corazones.”
Rock State Park, Utah
Rock State Park, Utah
Una vez más, como en el Primer Mundo, Sótuknang acudió al Pueblo de las Hormigas para que abriera su mundo subterráneo a los seres humanos escogidos por él. Cuando hubieron quedado a salvo bajo la tierra, Sótuknang ordenó a los gemelos Poqánghoya y Palongauhoya que abandonaran sus puestos en los extremos norte y sur del eje del mundo.
En cuanto lo hicieron la Tierra perdió el equilibrio, giró fuera de control y dio dos vueltas completas. Las montañas se desplomaron a los mares y el agua. Los océanos y los lagos se vertieron sobre la tierra. El mundo flotó a través del espacio frío y desprovisto de vida, convirtiéndose en hielo sólido.
Así fue el final de Tokpa, el Segundo Mundo.

Tercer Mundo – Kuskurza

Durante muchos años todos los elementos que habían conformado el Segundo Mundo permanecieron congelados en un bloque de hielo inmóvil y sin vida. No obstante, los seres humanos eran felices y estaban calientes en el mundo subterráneo del Pueblo de las Hormigas.
Por fin Sótuknang indicó a Poqánghoya y a Palongauhoya que volvieran a sus puestos en los Polos del eje mundial. El planeta volvió a dar vueltas regulares sobre el propio eje y avanzó majestuosamente dentro de su órbita universal. El hielo empezó a derretirse y el mundo se calentó hasta que nuevamente pudo recibir vida. Sótuknang se dedicó entonces a crear el Tercer Mundo. Dispuso tierras y mares, sembró sobre montañas y llanuras y creó todas las formas de vida.
Cuando la Tierra hubo quedado lista para ser ocupada, se dirigió a la kiva de las Hormigas y dijo:
-Ha llegado la hora de salir. Los he salvado para que se siembren sobre el nuevo Tercer Mundo. Sin embargo, deberán recordar siempre dos cosas: respétenme a mí y respétense unos a otros; y canten en armonía desde la cima de los cerros.
Petroglifo hopi
Petroglifo hopi
Enseguida los seres humanos salieron de la kiva de las Hormigas hacia el Tercer Mundo. Se llamaba Kuskurza. Su dirección era el este; su color, el rojo. En este mundo los seres humanos volvieron a extenderse. Se multiplicaron y continuaron avanzando sobre el Camino de la Vida.
En el Primer Mundo habían vivido en forma sencilla con los animales. En el Segundo, desarrollaron los oficios artesanales, las casas y los pueblos. Ahora, en el Tercer Mundo, se multiplicaron hasta sumar grandes números y progresaron a tal velocidad que llegaron a crear enormes ciudades, naciones, una civilización entera.
Todo ello les dificultó acatar el plan de la Creación y cantar las alabanzas de Taiowa y de Sótuknang. Un número cada vez mayor empezó a ocuparse únicamente con sus propios planes terrenales. Algunos conservaron, por supuesto, la sabiduría que se les había otorgado a su Salida.
Esta sabiduría les permitió comprender que entre más avance y desarrollo lograsen sobre el Camino de la Vida, más difícil se haría éste. Sentían particular preocupación porque muchas personas aplicaban su poder reproductor [sexualidad] en formas perversas.
La idea de perversión sexual nos suena a la historia de los Nefilim quienes tomaron para sí mujeres humanas, tal como surge de la Biblia y más detalladamente del Libro de Enoch.
Horseshoe Canyon
Horseshoe Canyon
Comenzaron a utilizar su poder creativo en otra forma, perversa y destructora. Algunas personas fabricaron un pátuwvota [escudo de piel curtida] y aplicaron su poder creativo a fin de hacerlo volar por los aires. Muchos lo usaron para volar hasta una gran ciudad, atacarla y regresar tan velozmente que nadie supo de dónde habían venido.
Muy pronto los habitantes de otras muchas ciudades y países estaban fabricando pátuwvotas y volando sobre ellos para atacarse unos a otros. De esta manera, la corrupción y la guerra llegaron al Tercer Mundo, como habían llegado a los anteriores.
Se pueden encontrar referencias a aparatos voladores en la antigüedad tanto en textos védicos (bajo el término de “vímāna”, como “vehículos voladores”) como en los bíblicos.
Sótuknang se dirigió a Mujer Araña y dijo:
-No tiene sentido aguardar hasta que se acabe el hilo. Hay que hacer algo antes de que los seres humanos que llevan la canción en sus corazones también se corrompan o extingan. Te corresponderá salvarlos, mientras yo destruyo a este mundo con agua. Cuando llegues al lugar, mira a tu alrededor, verás unas plantas altas de tallos huecos. Córtalas y coloca dentro a los seres humanos. 
Mujer Araña siguió sus instrucciones y cortó las cañas huecas. Conforme los seres humanos fueron llegando los colocó dentro, con un poco de agua y hurúsuki [masa de harina blanca de maíz] para comer. Luego se introdujo ella dentro de una caña y Sótuknang la selló, entonces se ocupó de destruir el mundo.
Soltó las aguas y olas más altas que montañas, cubrieron la Tierra. Los continentes se partieron y se hundieron bajo los mares. La lluvia no paró de caer y seguían desplomándose las olas.
Petroglyph carved into Navajo Sandstone by Native Americans of the Fremont Culture. Fremont peoples were thought to inhabit this area from about 1 to 1200 A.D. McConkie Ranch. Dry Fork Canyon. Uintah Co., Utah.
Petroglyph carved into Navajo Sandstone by Native Americans of the Fremont Culture (1200 AEC). McConkie Ranch. Dry Fork Canyon, Utah.
Los seres humanos, sellados dentro de sus cañas huecas, escucharon el poderoso rugir de las aguas, y luego el silencio. Por mucho tiempo, estuvieron flotando, finalmente cesaron los movimientos. Mujer Araña quitó el sello a las cañas huecas, los tomó de las cabezas y los sacó de ahí.
Los seres humanos miraron a su alrededor y vieron que se encontraban sobre un trocito de tierra que alguna vez había sido la cima de una de sus más altas montañas. Todo lo demás, hasta donde alcanzaba su vista, era agua.
Era todo lo que quedaba del Tercer Mundo. Enviaron pájaros de muchos tipos, uno tras otro, para volar sobre las aguas y encontrarlo. Sin embargo, todos regresaron agotados sin haber hallado ninguna señal de tierra.
Este es un caso más de los cientos de relatos del Diluvio existentes en por todos los rincones del planeta, en el que unos pocos justos son salvados con ayuda de las deidades de turno. Encallar en la cima de una montaña, la inundación total, el envío de pájaros, es idéntico a todos los demás casos.
Mujer Araña indicó a los seres humanos que hicieran lanchas redondas y planas con las cañas huecas en que habían venido, y que se metieran en ellas. Nuevamente se confiaron a las aguas ya la orientación de su sabiduría interior. Durante mucho tiempo flotaron, impulsados por el viento y el movimiento de las aguas.
Tras un largo y agotador viaje, que tuvo varias escalas en distintas islas, el contingente continuó hacia el este y hacia el norte, hasta que por fin, descubrieron la tierra [prometida]. Alta se elevaba encima de las aguas, extendiéndose de norte a sur hasta donde alcanzaban a ver sus ojos.
Era una tierra grande, una tierra extraordinaria, era el Cuarto Mundo. Cuando todos estuvieron reunidos, Sótuknang apareció ante ellos y luego de mostrarles, hacia el oeste y el sur, las islas por las que habían pasado [las cimas de las montañas del Tercer Mundo], las fue hundiendo una a una, y dijo:
-He borrado las huellas de su Salida, los escalones que les había dejado. En el fondo de los mares yacen todas las orgullosas ciudades, los pátuwvotas voladores, los tesoros mundanos corrompidos por el mal y las personas que no hallaban tiempo para cantar las alabanzas del Creador desde las cimas de sus cerros.
No obstante, si ustedes guardan el recuerdo y el significado de su Salida, llegará el día en que esos escalones vuelvan a surgir para probar la verdad de sus palabras.
Ése fue, por fin, el término del Tercer Mundo, Kuskurza [un nombre antiguo que no tiene significado moderno].

Cuarto Mundo – Túwaqachi

Entonces Sótuknang se dirigió a los seres humanos con estas palabras:
“El nombre de este Cuarto Mundo es Túwaqachi, el Mundo Completo. Averiguarán el porqué. No es del todo hermoso y fácil, como los anteriores. Tiene alturas y abismos, calor y frío, belleza y tierras yermas. Sus decisiones determinarán si esta vez puedan cumplir el plan de la Creación o si con el tiempo habrá que destruir este mundo también.
Ahora se separarán y emprenderán distintos caminos, a fin de reclamar toda la Tierra para el Creador. Cada grupo seguirá su propia estrella hasta que ésta se detenga. Ahí se establecerá. Contarán con la ayuda de las deidades apropiadas, los buenos espíritus. Sólo mantengan abiertas sus propias puertas y recuerden siempre lo que les he dicho ahora.”
Panel of petroglyphs known as the
Panel of petroglyphs known as the “Three Kings,” carved and painted onto the Navajo Sandstone by Native Americans of the Fremont Culture.  McConkie Ranch. Dry Fork Canyon, Utah.
Los seres humanos, al mirar a su alrededor, descubrieron a un hombre apuesto llamado Másau, y que era el custodio, el guardián y protector de aquellas tierras. Entonces los seres humanos se dividieron en grupos y clanes para dar principio a sus migraciones, esperando volver a verse.
Así fue el inicio de nuestro actual Cuarto Mundo, que se llama Túwaqachi, el Mundo Completo. Su dirección es el norte; su color, sikyangpu, el blanco amarillento.
Al realizar su Salida al presente Cuarto Mundo, se dijo a los seres humanos que no podían simplemente elegir un lugar dónde establecerse. Másau, el espíritu guardián del mundo, explicó la forma en que debían tener lugar sus migraciones, con qué signo iban a reconocer el sitio donde se establecerían en forma permanente y la forma en que debían vivir al llegar ahí. Todo ello fue apuntado simbólicamente sobre las cuatro tablillas sagradas que ahí mismo les entregó.
Son asombrosos los paralelismos que podemos encontrar con el texto de la Torá: las tablas sagradas, la migración (éxodo), las indicaciones sobre cómo llegar a la tierra prometida, la forma en que debían comportarse, el pueblo elegido, la meseta árida, y hasta el nombre del líder Másau/Moises.
Tablas entregadas a cada clan.
Tablas entregadas a cada clan. “Hopi tablets”
Másau había sido nombrado principal custodio del Tercer Mundo, pero luego se tornó engreído y perdió su humildad ante el Creador. Como siendo un espíritu no podía morir, Taiowa lo destituyó de su función y convirtió en deidad de la muerte y del inframundo. Tras la destrucción del Tercer Mundo Taiowa decidió darle otra oportunidad, como se la había dado a los seres humanos, y lo designó para cuidar y proteger el Cuarto Mundo, como su custodio.
El caso de Másau es tal como el de un angel caído, como Shemihaza, Lucifer o Satanás de la tradición judeocristiana, que estando por sobre todos los demás ángeles, se corrompió y perdió el favor de Dios.
Másau les comunicó que Pahána, su perdido hermano blanco, sería quien volvería por ellos, los redimiría de sus opresores y construiría con ellos una nueva hermandad universal. Para reconocerlo, volvería con el trozo faltante de la esquina de una de las tablillas [la mayoría de las tablillas aún se encuentra en posesión de los hopis]. Algunos clanes emprendieron la migración hacia el sur; otros, hacia el norte. Volvieron sobre sus mismos pasos para doblar hacia el este o el oeste y regresar de nuevo.
Todas sus rutas formaron una gran cruz, cuyo centro, Túwanasavi [Centro del Universo], se ubicaba en la que ahora es la tierra hopi del suroeste de los Estados Unidos. Los brazos de la cruz llegaban hasta los pasos de los cuatro puntos cardinales. Al dar vuelta en cada uno de los extremos hicieron de esta gran cruz una esvástica, tanto en el sentido de las manecillas del reloj como el contrario, de acuerdo con el movimiento de la Tierra o del Sol.
La palabra ‘esvástica‘ procede del sánscrito swastika, cuya raíz swasti significa bienestar, buena fortuna, suerte, éxito y prosperidad. Se trata de una antiquísima fórmula de saludo, buen augurio y deseo de felicidad, que en nuestra historia más reciente, el siniestro régimen nazi se ha ocupado de destruir dándole el sentido contrario al original, como parte del sistema de degradación de todo valor humano.
swastika1Continuaron las migraciones. Algunos clanes con el tiempo olvidaron los mandamientos de Másau, se establecieron en climas tropicales, donde la vida era fácil, y construyeron hermosas ciudades de piedra que posteriormente se deterioraron y desintegraron. Otros más perseveraron, manteniendo abiertas las puertas de sus cabezas.
Estos fueron los que finalmente comprendieron el propósito y el significado de sus cuatro migraciones. De esta manera, tras viajar a los extremos más lejanos de la Tierra durante sus cuatro migraciones, estas personas escogidas finalmente llegaron a colonizar la vasta meseta árida que se extiende entre les ríos Colorado y Grande.
Fotografia de Albert Einstein junto a la comunidad Hopi.
Fotografia de Albert Einstein junto a la comunidad Hopi.
Así fue, pues, como comenzó todo hace muchos años en el centro de este vasto continente. Todos los clanes habían terminado sus migraciones y se habían instalado en pueblos permanentes. En las afueras de éstos se les asignaban terrenos de cultivo y de pastos de acuerdo con su importancia ceremonial. Cada uno aportó su rito o ceremonia, la cual se integraba en el ciclo anual de ceremonias.
El árido altiplano no tenía ríos ni arroyos para regar el maíz, la calabaza, el frijol, el tabaco y el algodón. El clima no era tropical. No ablandaba a las personas ni hacía fácil la vida. La gente tenía que depender de las ceremonias, de sus oraciones y del plan universal de vida que se le había asignado. Es decir, llevaban una vida religiosa que fijaba cada detalle de sus asuntos seculares.

Las profecías sobre el fin del Cuarto Mundo

De acuerdo a las profecías transmitidas por los portavoces hopis: El fin de las ceremonias hopis llegará cuando un kachina se quite la máscara durante una danza en la plaza delante de niños no iniciados. Por un tiempo no habrá más ceremonias ni fe. Luego Oraibi rejuvenecerá con su fe y ceremonias, marcando el principio de un nuevo ciclo en la vida hopi.
El fin del Cuarto Mundo estaría signado por la tercera Guerra Mundial, la cual sería provocada por los primeros pueblos en haber recibido la luz [la sabiduría o inteligencia divina] en los otros países viejos [India, China, Egipto, Israel, Africa]. La tierra y la población de los Estados Unidos serán destruidas por las bombas atómicas y la radioactividad. Sólo los hopis y su tierra se preservarán como un oasis en el que se refugiará la gente.
No existe ninguna protección posible contra el Mal. Los que no participen en la división del mundo por la ideología estarán listos para reanudar la vida en otro mundo, pertenezcan a las razas negra, blanca, roja o amarilla. Serán como una sola, hermanos. La guerra representará “un conflicto espiritual llevado a cabo con medios materiales.
Los medios materiales serán destruidos por los seres espirituales que permanecerán aquí para fundar un mundo y una nación sometidos a un solo poder, el del Creador”. Este tiempo no está lejos. Llegará cuando baile el Kachina Saquasohuh [Estrella Azul] en la plaza. Este kachina representa una estrella azul, lejana y aún invisible, que pronto hará su aparición.
Indian petroglyphs and pictographs, Sego Canyon
Indian petroglyphs and pictographs, Sego Canyon

Vinculaciones con los pueblos mesoamericanos

Sólo siete, de unos cuarenta y siete clanes, migraron a través de Sudamérica hasta el páso en la punta extrema del subcontinente. Tanto el Códice Vaticano, que representa los cuatro “mundos” anteriores, como el Códice Telleriano-Remensis contienen una cronología de la historia azteca de 1197 a 1592. Ambos mencionan los siete clanes migratorios e indican que provinieron de siete cuevas en Aztlán.
El Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas quichés de Yucatán, también afirma que los antepasados mayas se originaron en siete cuevas-matrices o barrancas, abandonaron Tulan Pa Civan y cruzaron el mar sobre piedras colocadas en hilera, semejantes a las piedras por medio de las cuales los hopis pudieron atravesar el mar.
Nine Mile Canyon, Utah
Nine Mile Canyon, Utah

Los seres Kachinas

Los Hopis poseen un su tradición y en sus ritos una entidad a la que denominan kachinas, que si bien no son dioses, tampoco son seres humanos. Los Hopis indican que los kachinas son seres de otros planetas/estrellas y que los acompañaron durante sus migraciones de un mundo a otro, y de hecho, que subieron con ellos durante la primera Salida de la matriz de la Madre Tierra.
El origen de los kachinas se remite a un pasado prehistórico. El kachina Kókopilau entona una canción en una lengua tan antigua que los hopis modernos no comprender una sola palabra. Los kachinas (ka, respeto, y china, espíritu) son para los Hopis “espíritus respetados” enviados para brindar apoyo y orientación a los clanes, y que adoptaban la forma de seres humanos. Los Hopi también llaman kachinas a las máscaras que los evocan, a quienes las portan, e incluso a los muñecos que los emulan.
4f67d-360px-kachina_dolls Todos los años los kachinas venían a ayudar a los seres humanos, trayendo bendiciones de otras estrellas, mundos y planetas. Los zuñis constituyen el único pueblo aparte de los hopis que también tiene kachinas, aunque los hopis afirman que les fueron dados por sus antepasados, quienes los precedieron en la Salida.
Durante el inicio del Cuarto Mundo, en las tierras tropicales, al sur, estaba la misteriosa Ciudad Roja del Sur, Palátkwapi [Casa Roja]. Dondequiera que haya sido [acaso Palenque en Chiapas, México, acaso Casas Grandes en Chihuahua, México], Palátkwapi marca un importante hito en las leyendas hopis.
Varios clanes decidieron dirigirse hacia el sur, y fueron acompañados por los kachinas quienes les indicaron que se establecieran y levantaran construcciones. El pequeño pueblo creció hasta convertirse en una gran ciudad y magno centro cultural y religioso. Bajo la supervisión de los kachinas, Palátkwapi fue erigida en tres secciones.
En el primer nivel, el del suelo, los kachinas instruían a los iniciados en la historia y el significado de los tres mundos anteriores y el propósito de este Cuarto Mundo al que había salido el hombre.
En el segundo piso enseñaban la estructura y las funciones del cuerpo humano y mostraban que la función más elevada de la mente era llegar a comprender la forma en que el único gran espíritu obraba dentro del hombre. Los kachinas explicaban todo esto para que la gente no volviera a ser mala y se evitara que el Cuarto Mundo fuese destruido como los primeros tres.
En el tercer nivel se aleccionaba a los iniciados en la naturaleza y los usos de toda especie de planta. Pese a que los seres humanos aún eran relativamente puros y había pocos casos de enfermedad, sobrevendrían algunos males y sus enfermedades consecuentes; para cada uno habría una planta curativa que la gente debía recordar.
El cuarto piso era más pequeño que los tres inferiores, lo cual daba al edificio ceremonial la apariencia de una pirámide. En este nivel superior sólo se admitía a los iniciados de gran conciencia que hubiesen adquirido un profundo conocimiento de las leyes de la naturaleza. Ahí se les enseñaba el funcionamiento del sistema planetario, cómo afectaban las estrellas el clima, las cosechas y al propio hombre. Asimismo aprendían acerca de la “puerta abierta” encima de sus cabezas, de cómo mantenerla abierta y así conversar con su Creador.
Luego de un ataque de otro clan sobre la Ciudad Roja, los seres Kachinas dijeron:
“Nosotros, los del pueblo kachina, nos quedaremos aquí para defender la ciudad mientras ustedes escapan en la noche. Aún no llega la hora de regresar a nuestros lejanos planetas y estrellas. Pero ya debemos dejarlos. Usaremos nuestros poderes para ir a cierta alta montaña que ustedes reconocerán y donde aguardaremos sus avisos de necesidad…
Somos gente espíritus; ni ustedes ni sus pueblos volverán a vernos. Pero deben recordarnos mediante el uso de nuestras máscaras y trajes en las fechas ceremoniales correctas. Sólo lo harán las personas que hayan adquirido el conocimiento y la sabiduría que les enseñamos. Estas personas, de carne y hueso, llevarán nuestros nombres y se conocerán como el Clan del Kachina…”
Los kachina comparten la misma tarea que los Oannes, Apkallu y otros seres anfibios, a la vez que Viracocha, Quetzalcoatl, los Nommos, y tantos otros seres sobre-humanos que se acercaron a la incipiente humanidad para transmitirle sus conocimientos en un pasado remoto.

Los Hopi y los astros

Los Hopi poseen un preciso conocimiento astronómico y tienen particular preferencia por las Pléyades (Choochokam: las Armoniosas, las Estrellas Abrazadas) y por el Cinturón de Orión (Hotomkam), como toda cultura ancestral que se precie de tal:
  • En la ceremonia de la Noche del Lavado del Cabello, las Pléyades, junto con el cinturón de Orión, indican el inicio del ritual. La Noche del Lavado del Cabello (Astotokya) es la ceremonia de iniciación de los niños y las niñas hopis en la Sociedad Kachina o en la Powamu antes de llegar a la adolescencia, y tiene lugar cada cuatro años. Conforme las siete Pléyades, representativas de los siete universos, suben al alcance de la vista a través de la abertura para la escalera en el techo, seguidas por las tres estrellas del cinturón de Orión, el sacerdote les relata a los niños el viaje del ser humano en su Camino de la Vida a través de los siete mundos sucesivos que comprenden cada uno de los siete universos.
  • Para la gran ceremonia de Soyál también son las Pléyades y Orión quienes indican el inicio del ritual. La gran ceremonia de Soyál tiene lugar en el solsticio de invierno y simboliza la segunda fase de la Creación en el amanecer de la vida. Este conjunto de ceremonias reconoce y confirma el diseño de la vida para el año siguiente. Todos deben estar listos cuando las siete estrellas de las Pléyades suban a la mitad entre el horizonte del este y un punto en el centro de la bóveda celeste, y la primera estrella del cinturón de Orión esté apenas poniéndose al alcance de la vista a través de la abertura para la escalera. Las siete estrellas de las Pléyades simbolizan los siete universos.
Los Hopis, al igual que muchos otros pueblos, adoraban al Sol, a quien le atribuían la fuerza creadora de todo lo existente. Un fragmento de la Canción de la Creación hace referencia precisamente al Creador, Taiowa (“nuestro Padre”), como el Sol, la luminaria amarilla:
Los hombres y las mujeres llevan sus oraciones hacia el este,
Hacen la seña de respeto al Sol nuestro Creador…
El perfecto, Taiowa, nuestro Padre,
El perfecto que creó la hermosa vida,
Revelada ante nosotros por la luz amarilla …
Cumplimos sus deseos saludando al Padre Sol.

Salavi

Un mito hopi cuenta que Wu’ya, el jefe del Clan Tejón, a la hora de su muerte habría descendido al manantial debajo del pueblo, y se habría transformado en un abeto (árbol), de ahí su nombre Salavi.
El símbolo que le dieron a Salavi en los petroglifos es el de un croquis de un hombre con los brazos hacia arriba:
Salavi
Salavi
Casualmente, podemos encontrar este mismo ideograma en la cultura Dogon, de Mali, pueblo cuyos ancestros también se pierden en la historia. Los Dogon, que presentan muchas otras similitudes con los Hopis, llaman a este símbolo “Kanaga“, y representa a los seres venidos de Sirio, además de ser también el nombre de un pájaro.
Kanaga
Kanaga
Pero no son solo los Dogon quienes usan este ideograma, sino que se trata de un símbolo ampliamente difundido.
Símbolos similares por todo el mundo. Fuente: http://thehiddenrecords.com/dogon-pleiades-taurus.php
Símbolos similares por todo el mundo. Fuente: http://thehiddenrecords.com/dogon-pleiades-taurus.php

Kokopelli

Kokopelli es conocido como dios de la fertilidad en la mitología de los americanos nativos del suroeste de Estados Unidos, y particularmente, de los indios Hopi. Travieso, curandero y cuenta cuentos, este flautista y viajero es una figura sagrada para muchos nativos. Su figura jorobada ha sido encontrada en pinturas y grabados en muros de roca y cantos rodados por todo el sudoeste norteamericano.
Kokopelli
Kokopelli
Uno de los muchos mitos sobre Kokopelli dice que viajaba de aldea en aldea trayendo el cambio de invierno a primavera, derritiendo las nieves y trayendo la lluvia para propiciar las cosechas. La leyenda también cuenta que el sonido de su flauta simbolizaba el paso del invierno a la primavera. Se decía que la flauta de Kokopelli se podía escuchar en la brisa de primavera, mientras entraba la calidez estival.
Kokopelli
Kokopelli
También se cuenta que Kokopelli era la fuente de la concepción humana. La leyenda dice que todo el mundo bailaría y cantaría durante toda la noche cuando escucharan la flauta de Kokopelli. A la mañana siguiente incluso las doncellas estarían embarazadas.
Kokopelli
Kokopelli
Cualquiera que sea el verdadero significado de Kokopelli, ha sido fuente de inspiración musical y danza, y ha repartido alegría a los que le rodeaban. Incluso hoy, Kokopelli, con su joroba y su flauta, es siempre bienvenido en las casas de los nativos americanos.
Kokopelli
Kokopelli

Símbolo de la Salida

El mito de la Salida [el traspaso de un Mundo al siguiente] se expresa mediante un laberinto conocido por los Hopis como el símbolo de la Madre: Tierra Tápu’at [Madre e Hijo]. Hay dos diseños, uno cuadrado y un circular:
Símbolos de la Madre Tierra
Símbolos de la Madre Tierra
Laberintos hopi
Laberintos Hopi
Resulta curioso que este tipo de laberinto sea conocido desde hace miles de años por todo el mundo:
Laberintos en distintas culturas
Laberintos en distintas culturas: Hollywood stone, Irlanda; Arroyo Hondo, Mexico; Mogor, Pontevedra, España; Knidos, Turquia; Val Camonica, Italia; Rock Valley, Cornwall, Inglaterra; Andhra Pradesh, India; Goa, India.

Montículo de la Serpiente de Louden

Algunos hopis modernos creen que el gran Montículo de la Serpiente cerca de Louden, Ohio, haya sido construido por sus antepasados. Es la imagen más grande de una serpiente en el mundo y consiste en un terraplén de casi cuatrocientos metros de largo, seis metros de ancho y metro y medio de alto. Lo cubre la misma hierba que lo ha protegido de la erosión. El cuerpo de la serpiente se extiende en siete amplias curvas, y tiene las fauces abiertas.
Se trataría [según los hopis] de Tókchi’i, la serpiente guardián del este que siguió protegiéndolos hasta que llegaron a la pared de montañas que separa el este del oeste.
Montículo de la Serpiente de Louden
Montículo de la Serpiente de Louden
Existen otras cinco serpientes de dirección. Pálulukang [Serpiente del Agua] es el guardián del Sur, Maichu’a [Serpiente Gris Cornuda] es la serpiente del Norte, Káto’ya [Serpiente Negra] es el guardián del Oeste y de la noche, Táwátaho [Serpiente del Sol, Voladora o del Látigo] gobierna lo de Arriba; es capaz de volar sin tocar el suelo, y Tuwáchu’a [Serpiente de la Arena o de Cascabel] es la serpiente del Abajo, la cual transmite las vibraciones de la Tierra.

Sobre la música sagrada

Es muy interesante encontrar la relevancia que le atribuyen a la música como poder curador del organismo:
Cantan a un niño enfermo sabiendo que el dulce poder de la música ayudará a curarlo.
El kachina llamado Kókopilau es denominado Flautista Jorobado, porque parecía de madera [koko: madera; pilau: joroba]. Dentro de la joroba de su espalda cargaba las semillas de las plantas y las flores. Con la música de su flauta creaba calor.
La referencia a que tanto el cuerpo del hombre como el de la Tierra poseían un eje a lo largo del cual había varios centros vibratorios que repercutían el sonido primordial de la vida, nos da una pista de como los Hopis entienden los efectos de las frecuencias del sonido [la música].
Más aún, Palongauhoya, la deidad designada como emisor de sonidos, “hizo de todo el mundo un instrumento de sonido“.

La danza de la serpiente

La Danza de la Serpiente de los Hopi es una ceremonia sagrada llevada a cabo como una plegaria hacia los dioses y a la Naturaleza para que les provean de abundantes lluvias para sus cultivos, es decir una danza de la lluvia. En la misma, cada danzarín lleva una serpiente (viva) entre sus dientes y baila invocando a los dioses.
Danza de la serpiente/de la lluvia
Danza de la serpiente/de la lluvia

El mensaje de los Hopis

Algunos preferirán considerar estas enseñanzas como extraños e ingenuos mitos de una tribu, muy primitiva, de indígenas enfrentados con la posibilidad de su propia extinción, debido a su falta de adaptabilidad. Sin embargo, para quienes en su propia cultura presencian el desazonado reflejo de la separación devastadora entre el espíritu y lo material, resultará de un profundo sentido de integridad.
Los Hopi nos recuerdan que debemos ajustarnos a la necesidad de un cambio interior si hemos de evitar una ruptura, un cataclismo entre nuestras mentes y corazones. Este mensaje de paz, esta preocupación por ayudar a conservar la armonía inherente a los elementos universales de toda vida, reafirman para todos y en todas partes la imperecedera fe del hombre en la plenitud y la riqueza de la vida.



Los indios Hopi pertenecen al grupo de antiguos habitantes de la meseta central de los Estados Unidos. Sus costumbres y tradiciones se adentran en lo mas profundo de la prehistoria, pero no en su actual emplazamiento, sino en un lejano territorio que los Hopi llamaban Kasskara, y que fue victima de guerras y cataclismos que apunto estuvieron de exterminar a toda su raza.


Hoy relataremos una extraordinaria profecía Hopi que fue publicada en un manuscrito que circuló entre varias iglesias metodistas y presbiterianas en los Estados Unidos allá por el año 1959:

Alguna de ellas fueron publicadas en 1963 por Frank Waters en el libro “The book of the Hopi”.

El relato comienza describiendo como un pastor eclesiástico, llamado David Young, mientras atravesaba con su coche el caluroso desierto (cerca de Taos, México), se detuvo a prestar ayuda a un viejo indio que caminaba por allí, quien aceptó su propuesta y subió al coche.
Luego de permanecer en silencio por varios minutos, el indio comenzó a hablar:

“Yo soy Pluma Blanca, un Hopi de antiguo clan del Oso. A lo largo de mi vida, he viajado a través de esta tierra, buscando a mis hermanos, y aprendiendo de ellos muchas cosas sabias. He seguido los senderos sagrados de mi gente, quienes habitaban los bosques y lagos del este, las tierras del hielo, las del norte, y lugares de altares sagrados de piedra construidos hace muchos años por mis antepasados en el sur. De todos ellos he escuchado historias del pasado, y las profecías del futuro. Hoy día muchas de estas profecías se han cumplido, y algunas quedan aún por hacerlo, pues el pasado es cada vez mas grande y el futuro mas corto.

”Ahora Pluma Blanca esta muriendo. Sus hijos ya se han reunido con sus antepasados, y muy pronto él también los acompañará. Porque ya no quedará nadie, nadie que recite y transmita esta milenaria sabiduría. Mi gente ya está cansada de las viejas formas de vida, como ser las grandes ceremonias que hablan de nuestros orígenes, de nuestra aparición en el Cuarto Mundo, casi todo esto ya ha caído en el olvido. Esto también había sido profetizado. El tiempo se está agotando.

”Mi gente aguarda la llegada de Pahana, el verdadero Hermano Blanco perdido, al igual que lo aguardan todos nuestros hermanos. Él no será igual a los hombres blancos que conocemos hoy día, que son crueles y codiciosos. Habíamos sido advertidos de su llegada hace ya muchos años. Pero aún seguimos aguardando su llegada.

”El traerá consigo los símbolos, y la pieza faltante de la sagrada tabla que ahora custodian nuestros sabios. Esta pieza le fue dada cuando marchó, esto lo identificará como el Verdadero Hermano Blanco.

El fin del Cuarto Mundo se acerca ya, Y el Quinto dará su entrada. Esto ya lo sabían los sabios. Los Signos se han ido cumpliendo a través de los años, y muy pocos quedan aún por cumplirse.

9 SIGNOS:

”Este es el Primer Signo: Habíamos sido advertidos de la llegada del hombre blanco, similar a Pahana, pero que no vivirían como él, sino que se apropiarían de tierras que no les pertenecen, y que abatirían a sus enemigos con el fuego.

”Este es el Segundo Signo: Nuestras tierras verán la llegada de ruedas de madera. En su juventud mi padre vio hecha realidad esta profecía, con la llegada del hombre blanco en sus carretas a través de las praderas.

”Este es el Tercer Signo: Una extraña bestia similar al Búfalo, pero con grandes y largos cuernos poblará las tierras en un gran número. A esto lo pudo observar Pluma Blanca con sus propios ojos, ya que se trata de las cabezas de ganado que ha traído el hombre blanco a estas tierras.

”Este es el Cuarto Signo: La tierra será atravesada por serpientes de acero —una clara alusión a las vías del ferrocarril que hicieron su aparición durante los siglos XIX y XX.

”Este es el Quinto signo: El cielo será cubierto por una gigantesca telaraña —Pluma Blanca señaló a David el cielo con su tendido telefónico y de electricidad.

”Este es el Sexto Signo: La tierra sera invadida de ríos de piedra que reflejarán los rayos del sol —clara alusión aquí a la red de carreteras que cubren todos los países.

”Este es el Séptimo Signo: Escucharás que el mar se volverá negro, y mucha vida sucumbirá.

”Este es el Octavo Signo: Verás a muchos jóvenes, que usarán el pelo largo como nosotros. Vendrán y se unirán a nuestra tribu para aprender nuestras forma de vida y nuestra sabiduría —algunos creen que esta profecía ya se ha cumplido , asociándola al movimiento hippie de los años 60 y 70.

”Este es el Noveno y último signo: Escucharas hablar de una morada en el cielo, que caerá con todas sus fuerzas sobre la tierra. Esta morada se verá como una gran estrella azul. Luego, muy pronto, las ceremonias y rituales de mi gente culminarán.

”Estos Signos representan que la gran destrucción se acerca. El planeta no dejara de sacudirse. El hombre blanco librará batallas contra gente de otras tierras, principalmente contra aquellos que poseían la primeras luces de la sabiduría. Habrá columnas de humo y fuego tal como Pluma Blanca ya las había observado en los desiertos no muy lejos de aquí —sin duda se refiere a las pruebas atómicas realizadas por los EEUU en los desiertos de ese país , que han sido divisadas por Pluma Blanca.

”Mucha de mi gente, que ya ha comprendido el significado de estas profecías , permanecerán a salvo. También lo estarán aquellos que vivan entre nosotros. Luego del gran cataclismo, habrá mucho por reconstruir. Y pronto , muy pronto, Pahana retornará trayendo consigo el amanecer del Quinto Mundo. Plantará las semillas de su sabiduría en nuestros corazones. Incluso hoy día estas semillas ya están siendo esparcidas y plantadas. Todo ello aclarará y hará menos dolorosa nuestra entrada al Quinto mundo.

”Pero Pluma Blanca no podrá presenciar todo esto. Ya estoy viejo y me queda poco tiempo. Tu, tal vez llegues a verlo, con el correr del tiempo…”


El viejo indio luego permaneció en un frío silencio. Ya habían llegado a destino, el Reverendo David Young detuvo el coche para dejar que Pluma Blanca saliera del coche. Nunca más volvieron a verse las caras. El Reverendo murió en 1976, por lo tanto no pudo llegar a presenciar la consumación de las más importantes profecías.

Ahora veamos brevemente la explicación de estas profecías (si bien ya algo hemos adelantado).


La primera, se refiere a armas de fuego, pistolas.

La segunda a las primeras carretas.

La tercera al ganado.

La cuarta a las vías del ferrocarril.

La quinta a los tendidos de cables aéreos.

La sexta a las carreteras y su efecto de espejo que hace con el sol.
La séptima a la contaminación por el petróleo de mares, ríos y océanos.

Hasta aquí están claras y hay acuerdo unánime que ya las hemos presenciado.

En cuanto a la octava, la gran mayoría, la asocia al movimiento hippie de hace unas décadas que ya habíamos explicado antes, para otros todavía el octavo signo no lo hemos presenciado, y lo veremos cuando haya grandes migraciones de las ciudades hacia la vida en naturaleza.

Y en cuanto a la novena y última, algunos dicen que se refiere a la Estación espacial Skylab que cayó a la tierra en el año 1979. Otros, sin embargo, entre quienes me incluyo, creen que esta profecía esta aun por verse, ya que según la misma, ese objeto que caerá del cielo traerá gran destrucción y muerte, y la estación Skylab no produjo nada de eso ya que cayó en el desierto.

Hay muchas profecías Hopi que han advertido lo que está aconteciendo hoy en día; advirtiendo que el balance natural del las leyes y fuerzas del universo serían perturbadas, dando como resultado, terremotos, inundaciones, severos cambios en el comportamiento del clima, intranquilidad y malestar social. Es hora de prestar atención a sus enseñanzas y repensar nuestro estilo de vida depredador y consumista.


LA ROCA DE LAS PROFECIAS HOPI

Cerca de Oraibi, Arizona, hay un petroglifo conocido como la Roca de la Profecías Hopi, la cual simboliza muchas de las advertencias que los Nativos Hopi legaron a la humanidad.

Varias de estas profecías ya se han cumplido. La que queda por verse es la última de ellas.

En este corto video, que forma parte de un documental, el mismo hopi Thomas Banyacya nos desglosa el significado que escudriña el ancestral petroglifo.


Los Hopi no dan una fecha precisa para el cumplimiento de la última profecía, lo que si aseguran es que estamos en las puertas de un gran cambio que es la entrada al Quinto Mundo. Que dicho cambio sea favor o en contra, dependerá exclusivamente de la humanidad. Por ello sus profecías deben interpretarse como una enseñanza o advertencia.




De acuerdo con la tradicion Hopi, la historia de la Humanidad esta dividida en periodos que ellos denominan Mundos, los cuales estan separados entre si por terribles catastrofes naturales:

el primer mundo sucumbio por el fuego,
el segundo por el hielo y
el tercero por el agua.
Nuestro actual mundo, que es el cuarto segun sus profecias, esta tocando a su fin, y dara paso a un nuevo mundo en un futuro no muy lejano.

En total, la Humanidad debera recorrer siete periodos.

 Desde el Principio de la Vida hasta el Día de la Purificación
Enseñanzas, Historia y Profecías del Pueblo Hopi


Tal como las contó Dan Katchongva, del Clan del Sol (ca. 1865-1972) 
Traducidas del Hopi por Danaqyumptewa
Editada por Thomas Francis - Original publicado en 1972
Por el Commité para Tierra y Vida Tradicional Indígena



"Todo lo que tengo es mi palo para plantar y mi maíz. Si deseas vivir como yo vivo… puedes vivir aquí conmigo."

EL PRINCIPIO DE LA VIDA

En algún lugar del mundo subterráneo fuimos creados por el Gran Espíritu, el Creador. Fuimos creados, primero uno, luego dos, luego tres. Fuimos creados iguales, de la unicidad, viviendo una vida en forma espiritual, donde la vida duraba para siempre. Éramos felices y en paz con los otros compañeros hombres. Todas las cosas eran abundantes, provistas por la Madre Tierra sobre la que estábamos ubicados. No necesitábamos plantar o trabajar para conseguir comida. Las enfermedades y los problemas eran desconocidos. Por muchos años vivimos felizmente y crecimos mucho en número.

Cuando el Gran Espíritu nos creó, también nos dio instrucciones y leyes para vivir. Prometimos vivir bajo esas leyes de manera de permanecer en paz, usándolas como guía para vivir en felicidad sobre esa tierra donde nos creó y colocó. Pero desde el principio nos advirtió que no nos tentáramos con ciertas cosas que podrían hacernos perder este modo perfecto de vivir.

Por supuesto que íbamos a sacar ventaja de muchas de las cosas buenas en esa otra vida, así que de a poco contradijimos las instrucciones del Creador sobre lo que no habíamos hacer. Por ello nos castigó haciéndonos como somos ahora, con cuerpo y con alma. Dijo entonces, "Desde ahora deberán bastarse por ustedes mismos. Se enfermarán, y el largo de sus vidas será limitado."

Hizo nuestros cuerpos de dos principios, el bien y el mal. El lado izquierdo es el bueno, ya que contiene el corazón. El derecho es el malo, porque no lo tiene. El izquierdo es torpe pero sabio, el derecho es inteligente y fuerte, pero le falta sabiduría. Siempre habrá una pelea constante entre los dos lados, y a través de nuestras acciones deberemos decidir quién será más fuerte, si el bien o el mal.

Vivimos bajo las buenas costumbres por muchos años, pero eventualmente el mal probó ser el más fuerte. Algunos olvidaron o ignoraron las leyes del Gran Espíritu, y una vez más comenzaron a hacer cosas que iban en contra de sus instrucciones. Se transformaron en materialistas, inventaron muchas cosas para su propio beneficio, y dejaron de compartir las cosas como lo habían hecho en el pasado. Esto resultó en una gran división, ya que algunos todavía querían seguir las instrucciones y vivir simplemente.

Los más inventivos, los inteligentes, pero con falta de sabiduría, hicieron muchas cosas destructivas a través de las que su vida se interrumpió, cosas que amenazaron destruir a toda la gente. Muchas de las cosas que hoy vemos se sabía que ya habían existido en aquella época. Finalmente, la inmoralidad prosperó. La vida social y sexual de la gente se corrompió lincenciosamente. Rápidamente se extendió a la esposa del Kikmongwi (el Jefe) y su hija, que raramente volvían a sus casas a cuidar de sus tareas domésticas. No solamente el Kikmongwi, sino que los altos jefes religiosos también tuvieron esos problemas. Pronto los líderes y otros con buen corazón estuvieron muy preocupados porque la vida de la gente se volvía incontrolable.

El Kikmongwi juntó a los sacerdotes. Fumaron y rezaron para ser guiados hacia cómo resolver esta corrupción. Se juntaron varias veces, hasta que finalmente alguien sugirió que debían mudarse, encontrar un nuevo lugar dónde establecerse y comenzar una nueva vida.

LA SALIDA A ESTE MUNDO

Pues bien, habían escuchado a menudo ciertos sonidos de golpeteo que provenían desde arriba, y por ello sabían que alguien podía vivir allí. Se decidió que esto debía investigarse. Describiré esto someramente, porque la historia completa tomaría mucho espacio.

Habiendo sido bendecidos con la sabiduría, ellos crearon unos pájaros para este propósito. Nombraré tres. Dos de ellos, que eran conocidos por su fortaleza y rapidez eran el "Kisa" (halcón) y el "Pavowkaya" (golondrina). El tercero era un "Moochnee" (pariente del zorzal que imita el sonido de los otros pájaros, Mockingbird en inglés). Su vuelo es torpe, pero es conocido por ser sabio. Cada uno fue creado en un momento diferente a través de cantos mágicos, fumadas de tabaco y oraciones, con tierra y saliva, lo que posteriormente fue cubierto con una tapa blanca (óvulo). Cada uno fue recibido con respeto y les fueron dadas instrucciones para esta misión, si es que lo lograban. Los dos primeros no pudieron llegar a la parte alta del cielo, pero el tercero, el "Moochnee", consiguió venir por una abertura a este mundo.

El nuevo mundo era hermoso. La tierra era verde y estaba florecida. El pájaro cumplió con todas sus instrucciones. Su sentido de sabiduría lo guió hasta el ser para el que había sido instruido buscar. Cuando lo encontró, era justo al mediodía, ya que el ser, Massau’u, el Gran Espíritu, estaba preparándose su almuerzo. Mazorcas de maíz yacían cerca del fuego. El pájaro voló y se posó encima de su "kisi" (sombreador, estructura con un techo soportado por postes) y resonó su aviso de arribo.

Massau’u no se sorprendió por el visitante, ya que por su sabiduría y sensación olfativa ya sabía que alguien venía. Con respeto le dio la bienvenida y lo invitó a sentarse. La entrevista fue breve y directa al punto en cuestión. "¿Porqué estás aquí? ¿Será importante?" "¡Sí!", dijo el Moochnee, "fui enviado aquí por la gente del mundo subterráneo. Desean venir a tu tierra y vivir contigo, ya que su mundo se ha corrompido. Con tu permiso ellos desean mudarse aquí contigo y comenzar una nueva vida. Esto es por lo que he venido." Massau’u respondió en forma áspera, pero respetuosa: "Ellos pueden venir."

Con este mensaje el pájaro volvió al mundo subterráneo. Mientras se había ausentado, Kikmongwi y los líderes habían seguido rezando y esperando su retorno exitoso. Con las buenas noticias del nuevo mundo y el permiso de Massau’u para venir, ellos se desbordaron de alegría.
Ahora la pregunta era de cómo ellos iban a llegar al techo de su mundo, por lo que fumaron y rezaron para ser guiados. Finalmente estuvieron de acuerdo en plantar un árbol que creciera hasta lo alto y les sirviera de salida. Plantaron una semilla de "shalavee" (abeto), luego rezaron y cantaron canciones mágicas. El árbol creció y creció, hasta que alcanzó el cielo, pero sus ramas eran tan blandas que se doblaban con la pesada presión de la tierra del techo, por lo que no perforó el cielo. Plantaron otra semilla, esta vez un "lougu" (pino). Creció mientras cantaban sus canciones mágicas. Este árbol era vigoroso y fuerte. "Seguro que éste pasará", pensaron. Pero fracasó, ya que sus ramas también se doblaban en contacto con el objeto sólido. De nuevo, plantaron otra semilla, esta vez un "pakave" (caña). Dado que terminaba en punta, perforó el cielo hasta el nuevo mundo.

Mientras, todo esto había sido mantenido en secreto. Sólo los correctos, rectos, y de un solo corazón eran informados de los planes de abandonar el mundo corrompido. Estaban preparados para salir, así es que, tan pronto supieron que se podía , comenzaron a subir por interior de la planta, descansando en cada unión de la caña, en un esfuerzo por alcanzar la abertura.
Cuando llegaron a este mundo, todo era hermoso y pacífico. La tierra estaba virgen, tranquila. ¡Estaban felices! Cantaron y bailaron con alegría. Pero esta alegría duraría poco, porque esa misma noche la hija del jefe murió súbitamente. Todos se pusieron muy tristes y preocupados. Todos se miraban sospechosamente. Un maleficio había sido conjurado... Esto causó mucha inquietud ya que un brujo, una bruja, o una persona de dos corazones debía estar entre ellos.
Entonces el Kikmongwi que tenían un gran poder, lo debía usar para apaciguar las preocupaciones de su gente. Hizo una pequeña bola de harina de maíz y la arrojó sobre el grupo de gente. Donde cayera la bola estaría el culpable. Cayó en la cabeza de una niña. Todos tomaron la rápida decisión de arrojarla de nuevo por la abertura al mundo subterráneo. Debían deshacerse de esta maldad, ya que querían vivir en paz en esta nueva tierra. Pero la niña bruja suplicó llorando que se apiadaran de ella, diciéndoles que en su largo viaje enfrentarían muchos obstáculos y peligros de todas clases, y sus oficios podrían serles de utilidad, ya que ella tenía poder como para combatir el mal. Invitó al Kikmongwi a mirar de nuevo al mundo subterráneo. Él miró y vio allá abajo a su hija jugando feliz con otros niños, era el lugar donde todos regresaríamos después de muertos. La niña bruja era enjuta, pero la dejaron allí sola, tal vez pensando que perecería por alguna causa desconocida.

EL PRIMER ENCUENTRO CON EL GRAN ESPIRITU EN ESTE MUNDO

Fue aquí donde el Gran Espíritu se apareció por primera vez a los hombres en esta tierra, para darles instrucciones precisas a través de las cuales debían vivir y viajar. Se dividieron en grupos, cada uno de los cuales seleccionó su líder. Ante cada uno de estos grupos Él colocó mazorcas de maíz de varios tamaños. Le dijo a cada grupo que tomaran una cada uno, para llevarlas consigo durante el viaje, para subsistencia y supervivencia. Uno por uno egoístamente recogieron las mazorcas más largas y perfectas, hasta que sólo dejaron la más corta. No se dieron cuenta que ésta era una prueba para su sabiduría. Así es que la más pequeña fue recogido por el líder más humilde. Entonces el Gran Espíritu les dio nombres y lenguajes a través de los cuales serían reconocidos. El último en recoger el maíz fue llamado HOPI.
Hopi no solamente significa pacífico, sino también, obediente, que tiene fe en las instrucciones del Gran Espíritu, y no distorsiona las instrucciones por influencia o por poder, o de alguna manera que corrompa la forma de vida Hopi. De otra manera, el nombre les sería quitado. Les dio entonces las instrucciones bajo las cuales debían migrar con los propósitos determinados a los cuatro rincones de la nueva tierra: dejando muchas huellas, escrituras en las piedras y ruinas, ya que con el tiempo muchos olvidarían que eran todos uno solo, unidos por el simple propósito de venir aquí arriba a través de la caña.
Ahora que estaban todos en la cima, cada uno de nosotros debía seguir a sus propios líderes, pero mientras no olvidáramos las instrucciones del Gran Espíritu, es como seríamos capaces de sobrevivir. Estábamos unidos ahora por un voto de vivir bajo estas instrucciones y completar nuestras pautas de migración. Massau’u nos dijo que quienquiera fuera en primero en encontrarlo sería el líder de quienes le siguieran luego, después de lo cual desapareció.

UN ACTO DE CONSECUENCIAS PROFÉTICAS

Migramos por muchos años a cada rincón de este continente, marcando cada lugar como nuestra pertenencia, tal como esas marcas claramente lo testifican hasta nuestros días. En nuestro camino nos detuvimos a descansar cerca del gran río, que se conoce ahora como Colorado. Habíamos viajado lejos y ganado mucho conocimiento, sin olvidar nuestras instrucciones. El líder del grupo era del Clan del Arco. Un gran jefe con sabiduría. Pero fue allí donde este gran jefe desapareció en la oscuridad de la noche. Luego de hacer dormir a su familia, partió en búsqueda del Centro de la Tierra, el lugar donde los pueblos inteligentes e ingeniosos de todas las naciones se juntan a planear el futuro. De alguna manera él encontró el lugar y fue recibido con respeto. Era un lugar hermoso con toda clase de buenas cosas. Las más hermosas niñas le ofrecieron buena comida. Era todo muy tentador.
Hasta hoy todavía no sabemos el significado de este hecho. Tenía que ver con el futuro. Con esta acción, causó que ocurriera un cambio en el modelo de vida mientras nos acercamos al final del ciclo de vida de este mundo. Tal que, muchos de nosotros buscaríamos el mundo materialista, tratando de disfrutar de todas las cosas buenas que te puede ofrecer, antes de destruirnos a nosotros mismos. Aquellos agraciados con el conocimiento de las instrucciones sagradas, vivirán con cautela, ya que recordarán las instrucciones y tendrán fe en ellas, y será sobre sus hombros donde el destino del mundo descansará. La gente corromperá las buenas formas de vivir, trayendo de nuevo la misma vida que aquella que teníamos cuando abandonamos el mundo subterráneo. El sagrado cuerpo de la mujer ya no estará escondido, ya que el escudo de protección será levantado en un acto de tentación hacia el libertinaje sexual, que también será disfrutado. Muchos de nosotros nos perderemos en la confusión. La conciencia que algo extraordinario está pasando se desarrollará en mucha de la gente, ya que aun los líderes estarán confundidos en corromperse a sí mismos. Será difícil entonces decidir a quién seguir.
Los Hopi sabían que todo esto acaecería en este mundo. Todos los aspectos del modelo de vida de hoy fue planeado. Por ello debemos mantenernos firmemente en nuestras convicciones para poder sobrevivir. El único rumbo posible de seguir son las instrucciones mismas del Gran Espíritu.

LA MISIÓN DE LOS DOS HERMANOS

Este jefe del Clan del Arco tenía dos hijos. Cuando se enteraron que su padre delinquió se pusieron muy tristes. Su conocimiento de las enseñanzas que habían recibido de su padre estaban todos en orden. Quedaron solos para guiar a su gente, ya que al día siguiente su padre murió.
Le pidieron a su madre que les permitiera llevar a cabo las órdenes impartidas por las instrucciones para un caso de esta naturaleza. Ella les respondió que dependía de ellos, ya que sus conocimientos estaban completos. Estando de ambos de acuerdo, el hermano menor continuaría la búsqueda de Maasau’u, y se establecería dondequiera que lo encontrara. Allí esperaría el retorno de su hermano mayor, quien viajaría al Este, en dirección del sol naciente, donde descansaría por un momento. Mientras éste descansara, debería estar atento a la voz de su hermano menor, quien estaría esperando que viniera en su ayuda, ya que un cambio en el modelo de vida del pueblo interrumpiría la forma de vivir de su pueblo. Ante la presión de un nuevo líder, esta gente con seguridad sería borrada del mapa si el hermano no viniera.
Por ello, todavía nos atenemos firmemente a las instrucciones del Gran Espíritu y continuaremos mirando y rezando al Este esperando que el hermano mayor regrese pronto.
El hermano menor advirtió a los mayores que la tierra y la gente cambiaría. "Pero no dejen que sus corazones se perturben," les dijo, "porque ustedes nos encontrarán. Muchos de ustedes se alejarán del plan de vida trazado por Maasau’u, pero unos pocos de nosotros, los que somos sinceros con sus enseñanzas permaneceremos en nuestras moradas. La forma ancestral de nuestras cabezas, la forma de nuestras casas , la disposición de nuestras villas y el tipo de tierra donde se asientan, y nuestra forma de vida, con todo en orden, será la forma en la que nos encontrarán."

Antes que la primera gente comenzara su migración, a los denominados Hopi, les dieron una serie de tablas de piedra. En estas tablas el Gran Espíritu inscribió las leyes bajo las cuales los Hopi debían viajar y vivir, de una forma buena y pacífica. También contienen unas advertencias que los Hopi deben tener presente, ya que con el tiempo serían influenciados por la gente malvada para abandonar el plan de Maasau’u. No sería fácil hacerles frente, ya que involucraría muchas cosas buenas que tentarían a muchas buenas personas para apartarse de esas leyes, guiando a los Hopi a una difícil situación. Las tablas contienen las instrucciones a seguir en cada caso.

El hermano mayor debía llevar consigo una de las tablas de piedra al Este, y traerla de vuelta consigo al escuchar el grito desesperado de ayuda de su hermano menor, ya que su hermano en ese caso estaría en un estado desesperanzado y desesperado. Su gente podría entonces haberse apartado de las enseñanzas, dejado de respetar a sus mayores, e incluso haberse rebelado contra los mayores para acabar con la forma de vivir Hopi. Las tablas serán el reconocimiento final de la verdadera identidad y hermandad.

Su madre es el Clan del Sol. Eran hijos del sol. Por eso debió ser un Hopi quien viajara desde aquí al sol naciente y el que está esperando en algún lugar. Por lo tanto, son sólo los Hopi quienes todavía mantienen la tierra girando correctamente, y es un Hopi quien debe ser purificado en este mundo para que éste sea salvado. Ninguna otra persona en lugar alguno podrá hacerlo. Por ello, el hermano mayor tiene que viajar rápido en su travesía porque no hay mucho tiempo, y por ello, el caballo fue creado para él. El hermano menor y su pueblo continuaron en busca de Maasau’u.

En su camino encontraron una tierra que parecía fértil y cálida. Allí marcaron los símbolos de sus clanes en la roca para reclamar la tierra. Esto fue hecho por el Clan del Fuego, el Clan de la Araña, y los de la Serpiente. Este lugar es ahora llamado Moencopi. Pero no se establecieron allí en ese tiempo.

Mientras las gentes migraban, Maasau’u estaba esperando que llegaran los primeros. En aquellos días él solía hacer caminatas cerca del lugar donde vivía, llevando un puñado de "du-kyam-see" (flores violetas negras) en su cinto. Un día las perdió por el camino. Cuando volvió a buscarlas encontró que habían sido recogidas por la Mujer Escuerzo (ó Cueruda Mujer Escuerzo). Cuando se las reclamó, ella se negó a devolvérselas, pero en cambio le dio la promesa que lo ayudaría en tiempo de necesidad. "Yo también tengo un casco de metal" le dijo – posiblemente tratando de decirle que cierta gente con casco de metal ayudaría a los Hopi cuando estuvieran en dificultades.
A menudo Massau’u caminaba como media milla al norte de su "du-pa-cha" (vivienda temporal) a un lugar donde yace una larga piedra formando un refugio natural, donde él debe haber escogido para el lugar donde se encontrarían con los primeras gentes. Mientras esperaba allí, se divertía jugando un juego para probar su habilidad llamado "Nadu-won-pi-kya", que desempeñaría un papel muy importante luego en la vida del los Hopi, ya que con él se probaría el conocimiento y sabiduría de las primeras gentes. Hasta hace poco los niños solían jugar un juego similar allí, algo como las escondidas. Una persona se esconde, y da una señal golpeando repetidamente en una piedra muy especial, de manera de avisar que se ha escondido, pero en una forma en que trasmite un sonido de muy particular, que los demás lo escuchan sin saber de dónde proviene. (Hace algunos años la piedra fue destruida por constructores de caminos del gobierno). Fue allí donde encontraron a Maasau’u esperando.

EL ENCUENTRO CON MAASAU'U CERCA DE ORAIBI

Antes que las migraciones comenzaran, Maasau’u les había hecho saber, a pesar que no con instrucciones directas, que quienquiera lo encontrara primero sería el líder allí. Más tarde quedó en claro que este sería el procedimiento en que las verdaderos rasgos de ellos serían explícitos.
Cuando lo encontraron, la gente se reunió y sentaron con él a hablar. Lo primero que quisieron saber fue conocer dónde vivía. Él respondió que vivía justo al Norte de allí, en un lugar llamado Oraibi. Por alguna razón, no dijo el nombre completo, que era Sip-Oraibi, que significa: algo que se ha sido solificado, refiriéndose al hecho que este es el lugar donde la tierra se ha hecho sólida.
Pidieron permiso para vivir allí con él, pero él no les contestó directamente, ya que él vio maldad entre ellos. "Depende de Uds.", dijo. "No tengo nada aquí. Mi vida es simple. Todo lo que tengo en mi palo de sembrar y mi maíz. Si desean vivir como yo vivo, y siguen mis instrucciones y mi plan para vivir, que les daré, podrán vivir aquí conmigo, y cuidar de la tierra. Luego podrán tener una larga, feliz, frutícfera vida."
Luego ellos le preguntaron si acaso él sería el líder, pensando que de esa manera les sería asegurada una vida pacífica. "No", replicó, "aquel que los guió hasta aquí será el líder hasta que cumplan con su modelo de vida" - esto lo dijo porque vio sus corazones y supo que había todavía muchos con deseos egoístas -. "Luego de eso yo seré el líder, pero no antes, ya que yo soy el primero y deberé ser el último." Dejando todas las instrucciones con ellos, desapareció.

FUNDACION DE LA VILLA DE ORAIBI

La villa de Oraibi se estableció y construyó de acuerdo con las instrucciones del Gran Espíritu. El Jefe del Clan del Arco fue el padre del orden ceremonial. Permanecieron bajo el liderazgo del Clan del Arco por algún tiempo, tal vez hasta que ingresó la corrupción. Como recordarán, el Jefe del Clan del Arco del pasado había contaminado su posición formando parte de un cambio del modelo de vida.
Luego el Clan del Oso tomó el liderazgo. Esto puede haber ocurrido porque que oso es fuerte y poderoso. Pueden haber habido otras razones también, tal como una profecía que contaba que un oso, durmiendo en algún lugar de lo que hoy llamamos Europa, se despertaría en un determinado momento, en donde se quedaría a esperar. Este grupo es llamado el Clan del Oso porque encontraron un oso muerto en el lugar del símbolo del escudo. La mayoría de la gente importante declama ser de este Clan, incluyendo las personas de los Clanes del Pájaro Azul y Araña.
El voto que hicimos al Gran Espíritu nos obliga a seguir Su forma de vivir. Nos dio la tierra para usarla y cuidarla a través de nuestras obligaciones. Nos instruyó y mostró el plano a través del cual nosotros debemos gobernar nuestras vidas. Dibujamos este modelo en una piedra para que nos recuerde siempre seguir el camino recto. Los Hopi no nos debemos apartar de este camino o Él nos quitará esta tierra. Esta fue la advertencia que nos dio Maasau’u.
La villa de Oraibi se establecía con firmeza. Los pueblos que habían migrado ahora se volvían a juntar allí y pedían ser admitidos en la villa. El Kikmongwi y los sumos sacerdotes siempre consideraban sus pedidos, y basaban sus juicio en el carácter y sabiduría de los solicitantes. Aquellos que mostraban signos de fanfarronería eran rechazados y enviados a las mesetas del sur, donde vivía ese tipo de personas. Sólo la buena gente, humilde y sincera en sus oraciones, eran admitidos.
Uno de esos grupos fue el Clan del Coyote, que venían de "Sh-got-kee" (Si-aht-ki), cerca de Walpi. Había varias razones que los distinguían como malas personas, pero eran astutos de alguna manera. Al principio no les permitieron asociarse a la villa, pero cuando hicieron su cuarta petición, fueron aceptados de acuerdo a las costumbres, y fueron admitidos acordando que ellos actuarían como protección, y cuando hubieran problemas, ellos tendrían que apoyar y ayudar al interlocutor. Pero les advirtieron que fueran precavidos. Sin embargo, el piadoso nunca tortura hasta el final, y es de esta manera que los tuvimos en todos los clanes, porque dicho sea de paso, la mayoría de nosotros desea engañar o mentir a los jefes para obtener gloria o fama, lo que nos conduce al punto de enturbiar nuestros hábitos y sacudir nuestras creencias.
El último grupo que fue admitido fue el Clan del Águila Gris. Cuando terminaron su migración, se establecieron al principio en lo que es hoy Nuevo México, pero como había allí gente que le gustaba guerrear, como ellos eran de buscar líos, fueron allí perseguidos por los Indios Pueblo. Cuando vinieron a ésta área, se establecieron en Mishongovi en la Segunda Mesa, con la condición que no comenzaran peleas o conflictos, ya que si rompían esa promesa, debían irse sin objeciones. Pero comenzaron otro conflicto y se tuvieron que ir como lo habían prometido. Luego de eso vinieron a Oraibi y pidieron ser admitidos allí. Luego de varios intentos fueron admitidos a entrar bajo la misma promesa que habían hecho en la otra villa, de irse voluntariamente si creaban problemas o rompían su promesa. De acuerdo con este acuerdo, el líder de la Villa Mishongovi reconsideraría aceptarlos nuevamente en la Segunda Mesa, o mandarlos de nuevo a Nuevo México, donde los Pueblo podrían hacer con ellos lo que consideraran correcto.
Luego, como fuimos forzados a abandonar la Villa de Oraibi y nos empezamos a establecer en Hotvela, ellos vinieron con nosotros, con un acuerdo similar. Esto todavía está vigente hoy. Pero de nuevo comenzaron con su impaciencia y hoy están obligados a irse del lugar. Son la semilla de toda destrucción en nuestra villa. Ellos traicionan a la Nación Hopi porque se inclinan ante los que vienen con hermosas palabras, y a través de eso, consiguen beneficios y ventajas. Para ellos solamente hay dos formas: la del Gran Espíritu o la del Bahanna. Fueron obligados a volver a Mishongovi tal como convinimos. La gente de allí los espera, pero no tienen el coraje de hacer lo que prometieron. Y se esconden cobardemente tras la ley Bahanna hecha por el hombre.
Entre las ceremonias de cada grupo, la oración por la lluvia es importante para que crezcan las cosechas y produzcan comida en abundancia. La gente depende de esto para su vitalidad. Los fanfarrones no son admitidos, de manera que no se contaminen nuestras oraciones.
Oraibi estuvo ahora firmemente establecida. El modelo del orden religioso estuvo establecido. Ciclo tras ciclo reverenciamos a nuestra Madre Tierra, nuestro Padre Sol, el Gran Espíritu, todas las cosas, a través de nuestras ceremonias. Estábamos felices ya que nosotros estábamos unidos como uno solo.

EL PRESAGIO DE LA LLEGADA DE OTRA RAZA

El tiempo pasó, la gente pasó, y las profecías de lo que iba a venir fueron pasándose de boca en boca. Las tablas de piedra y la escritura en la piedra del plan de la vida se revisaban a menudo por los Mayores.
Con temor esperaban mientras volvían a decirse la profecía en que un día otra raza aparecería entre ellos y reclamaría nuestra tierra como suya. Ellos tratarían de cambiar nuestro modelo de vida. Tendrían una "lengua dulce", o una "lengua partida" (bifurcada), y muchas cosas con las que seríamos tentados. Usarían la fuerza en un intento por hacernos caer en la trampa de usar armas, pero no debíamos caer en este engaño, porque entonces nosotros mismos seríamos puestos de rodillas, desde donde nunca más podríamos levantarnos. Tampoco debemos jamás levantar nuestra mano contra nación alguna. Nosotros llamamos ahora a esta gente "Bahanna".

LAS FUERZAS DE LA PURIFICACIÓN

Tenemos enseñanzas y profecías que nos dicen que debemos estar alertas por signos y presagios que acaecerán para darnos la fortaleza y el coraje para mantenernos en nuestras creencias. Sangre correrá. Nuestro pelo y nuestra ropa serán esparcidos por la tierra. La naturaleza nos hablará con su poderoso aliento de viento. Habrán terremotos, inundaciones, y fuegos extraños en diferentes lugares causando grandes desastres, cambios de las estaciones y el clima, desaparición de vida salvaje, y hambruna de diferentes formas. Habrá una gradual corrupción y confusión entre los líderes y de la gente alrededor de todo el mundo, y llegarán las guerras como vientos poderosos. Todo esto ha sido planeado desde el principio de la creación.
Tendremos tres personas apoyándonos, listas para hace cumplir nuestras profecías cuando lleguen las desesperanzadas dificultades: el Símbolo Meha (que se refiere a la planta que tiene larga raíz, savia lechosa, que crece de nuevo cuando se la corta y que tiene la flor con la forma de la cruz esvástica, que simboliza las cuatro grandes fuerzas de la naturaleza en movimiento), el símbolo del Sol, y el Símbolo Rojo. La intromisión de los Bahanna en la forma de vida Hopi pondrá el Símbolo Meha en movimiento, por lo que cierta gente trabajará para las cuatro grandes fuerzas naturales (las cuatro direcciones, las fuerzas controladoras, la fuerza original) que sacudirán al mundo en una guerra. Cuando esto pase sabremos que nuestras profecías se están realizando. Juntaremos fortaleza y estaremos firmes de pie.
Este gran movimiento decaerá, porque su subsistencia es la leche, pero porque está controlado por las cuatro fuerzas de la naturaleza, se levantará de nuevo para poner otra vez el mundo en movimiento, creando otra guerra, en la que los símbolos de la Meha y del Sol actuarán. Luego descansará de manera de levantarse por tercera vez. Nuestra profecía anticipa que este tercer evento será el decisivo. Nuestro plan de ruta nos anticipa el resultado.
Esta escritura sagrada habla la palabra del Gran Espíritu. Puede expresar la misteriosa semilla de la vida con dos principios del mañana, indicándolo en uno, y que dentro de él es doble. El tercer y último, quien será el que nos traiga... ¿purificación o destrucción?
Este tercer suceso dependerá del Símbolo Rojo, que es quién tomará el mando, poniendo otra vez las fuerzas naturales en movimiento (Meha) para beneficio del símbolo del Sol. Cuando estas fuerzas se pongan en movimiento, el mundo se sacudirá y tornará rojo, y se volverá contra la gente que impide la vida cultural Hopi. Para todas esas personas, el Día de la Purificación vendrá. La gente humilde saldrá a su encuentro en búsqueda de un nuevo mundo, y de la igualdad que les ha sido negada. Este Día vendrá sin piedad. Su gente cubrirá la Tierra como hormigas rojas. No debemos estar fuera para mirar. Debemos permanecer en nuestras casas. Vendrá y juntará a la gente malvada que están obstruyendo la gente roja que estaba aquí antes que ellos. Esperaremos por alguien a quien reconoceremos por su forma de vivir, o por su corte de pelo (por el corte especial de pelo que usan los Hopi), o por la forma de su villa y sus moradas. Él será el único que nos purificará.
El Purificador, comandado por el Símbolo Rojo, con la ayuda del Sol y de Meha, arrancará los malvados que han estado perturbando la forma de vida Hopi, la verdadera forma de vivir en la Tierra. Los malvados serán decapitados y no hablarán más. Esta será la purificación para toda la gente recta, la Tierra, y todas las cosas vivas sobre la Tierra. Las enfermedades de la Tierra serán curadas. La Madre Tierra florecerá de nuevo y toda la gente se reunirá en paz y armonía por un largo tiempo por venir.
Pero si esto no se materializa, la identidad tradicional Hopi se desvanecerá debido a la presión de los Bahanna. A través de la influencia del hombre blanco, sus religiones, y la desaparición de nuestra tierra sagrada, los Hopi seremos sentenciados a muerte. Este es el Plan Universal, hablado a través del Gran Espíritu desde el albor de los tiempos.
Con esto en mente, yo como un Hopi no haré ninguna guerra contra ningún país, ya que si lo hago, el Purificador me encontrará y me castigará por combatir. Y por ser Hopi, no estoy enviando mis hijos a través del océano a pelear. Si ellos lo desean, depende de ellos, pero si lo hacen no serán más Hopi.
Dado que soy del Clan del Sol, y que el Sol es el padre de todas las cosas vivas, amo a mis hijos. Si ellos se dan cuenta de lo que diga, me deben ayudar a salvar este mundo.
Los Hopi hemos sido puestos de este lado de la Tierra para cuidar de ella a través de ceremonias, tal como otras razas de gente han sido puestos en otras partes alrededor de la Tierra para cuidarla con sus propias costumbres. Juntos mantenemos el mundo equilibrado, girando como debe ser. Si los Hopi desaparecen, el movimiento de la Tierra se hará excéntrico, el agua se tragará la tierra, la gente perecerá, y las hormigas heredarán la tierra. Sólo un hermano y una hermana pueden ser dejados para comenzar una nueva vida.

EL HOPI LEAL ENCUENTRA SU PRUEBA

Los Bahanna vinieron con gran ambición y generosidad, muy ansiosos de dar una mano para ayudar a "mejorar" nuestra forma de vida, estableciendo escuelas para enseñarnos las "mejores costumbres" de esta vida. Nos ofrecieron su medicina y sus prácticas médicas, diciendo que eso nos ayudaría a vivir más. Se ofrecieron para ayudarnos a marcar nuestros límites, aclamando que de esa forma tendríamos más tierra. En todas las villas rechazamos sus ofertas. Trataron de muchas maneras de inducirnos a aceptar, pero fallaron a hacernos aceptar sus deseos, porque éramos una sola unidad entonces, creyentes en las instrucciones de Maasau’u.

Su próximo intento fue el miedo. Formaron una fuerza policial que consistía en parte de cierta gente que había sido tentada por sus ofertas y las habían entregado armas. Nos amenazaron con arrestarnos y llevarnos a prisión, pero todavía nos mantuvimos firmes. Las amenazas de arresto y cárcel fueron puestas en práctica. Los habitantes de las villas entraron en pánico y los más débiles comenzaron a someterse. En Oraibi, el liderazgo de nuestra villa cayó cuando Loloma (el Clan del Oso) hizo un acuerdo con el gobierno de los Estados Unidos.
Nosotros, los que todavía teníamos fe en Maasau’u, incluyendo los principales sacerdotes de los órdenes religiosos, se juntaron y rechazaron la propuesta de Kikmongwi de someterse. Nos sentamos juntos y fumamos y rezamos para que fuéramos lo suficientemente valientes como para mantener nuestra posición. Sacamos las tablas de piedra y las estudiamos en cada detalle, Cuidadosamente revisamos el mapa del camino escrito en la piedra cerca de nustra villa. Este es el plan que siempre debemos seguir, ya que está en orden y completo. Reconocimos que el Clan del Fuego (es decir, mi padre, Yukiuma) debía liderar, ya que su símbolo, el de Maasau’u, está a la derecha de la caña y mira hacia fuera. También interpretamos que, ya que nuestra forma de vida había sido contaminada, debíamos mudarnos a un nuevo lugar donde fuéramos capaces de continuar el camino sin interferencias, y poder así continuar con nuestros ritos ceremoniales para todos los seres.

Fumamos y rezamos de nuevo, y reconsideramos que esta villa, Oraibi, era nuestra villa madre. Todos nuestros sagrados altares están arraigados aquí y no debían ser desatendidos. Sabíamos que el camino era difícil, con muchos obstáculos. Sabíamos que seguiríamos siendo molestados por los recién llegados, y que todavía teníamos que soportar todas las pruebas de debilidad, por lo que estuvimos de acuerdo en quedarnos.

Los problemas comenzaron. El gobierno quiso que todos los niños Hopi fueran colocados en escuelas. Dijeron que sería bueno para nosotros, pero nosotros sabíamos que esto "bueno" sólo sería superficial, y que lo que había debajo destruiría la vida cultural de los Hopi. Puede que ellos creyeran que con una educación los niños fueran capaces de ayudar a los viejos, pero sabíamos que eso no era así, ya que aprenderían a pensar como los hombres blancos, por lo que nunca ayudarían a los viejos. En cambio, serían adoctrinados y incitados a volverse en contra nuestra, como lo están haciendo realmente hoy. Con el objeto de estar bien, de acuerdo a las instrucciones del Gran Espíritu, nos opusimos a mandar a los niños a las escuelas.

Así es que cada semana ellos mandaban policías, muchos de ellos. Ellos rodeaban las villas y cazaban los niños en edad escolar. No podíamos estar felices, ya que esperábamos tener problemas cada día. Los padres que se negaban a cooperar eran arrestados y mandados a prisión. Nos impusieron cosas inhumanas, hambruna, insultos y humillación para someternos. Aun así, más de la mitad de los líderes de los clanes y las sociedades religiosas se negaron a aceptar algo que viniera del gobierno. Por esta razón los que se habían sometido se burlaron de nosotros y nos trataron como parias. Finalmente, ellos mismos decidieron hacer algo con nosotros, ya que les impedíamos conseguir ciertos favores del gobierno.

Esto ocurrió cuando el sucesor de Loloma, Tewaquaptewa se convirtió en el jefe de Oraibi. Bajo su liderazgo fue que se registró el triste suceso de la expulsión de los Hopi fieles de Oraibi. Como éramos "hostiles", tal como nos llamaron los misioneros y los empleados gobierno, y nos oponíamos a seguir sus deseos y aceptar la forma de vida de los blancos, él decidió expulsarnos en masa. Pensó que sin nuestra interferencia podría disfrutar mejor de las cosas buenas ofrecidas por los Bahanna.

LOS HOPI FIELES EXPULSADOS DE ORAIBI

El 7 de septiembre de 1.906, al mando del mismo jefe Tewaquaptewa, entraron en la casa donde estábamos discutiendo las profecías y nos echaron fuera. No nos resistimos hasta que nos mostraron sus rifles y armas, y comenzaron a golpearnos. Entonces nos resistimos hasta el punto de defendernos de que nos lastimaran. Yo estaba "muerto", y sangrando, mi sangre fluyó dentro de la Madre Tierra, una señal profética de que el Purificador vendría en siete días y que debíamos por eso abandonar Oraibi. Cuando regresé a la vida, toda mi gente se había juntado para irse. Mi padre, Yukiuma, fue elegido para ser el líder. Las mujeres y los niños, con pocas pertenencias en sus espaldas, un poco de comida y sin calzado, estaban preparados para partir. Algunos trataron de volver a sus casas para tratar de rescatar algo más de valor, o más comida, pero eran regresados. - En el Libro de los Hopi (The Book of Hopi) se decía que nos permitieron volver por nuestras pertenencias, pero no fue cierto. Ese libro no es preciso-. Luego de haber salido, supimos que nuestras casas habían sido saqueadas, nuestros caballos soltados en nuestros campos y comido nuestras plantaciones, que estaban listas para ser cosechadas.

Por lo tanto, tuvimos que migrar una vez más para encontrar una nueva casa, dejando atrás un mundo corrompido con confusión. Buscamos de empezar una nueva vida, llevar a cabo los ciclos de ceremonias, y preservar nuestra forma de vida sin interferencias, pero ahora sabemos que aquello era un sueño trunco, ya que la interferencia ha continuado hasta nuestros días.

LA FUNDACION DE LA VILLA DE HOTVELA

La villa de Hotvela fue establecida con un solo propósito, el de mantenerse firmemente bajo las instrucciones del Gran Espíritu y cumplir con las profecías hasta el final. Fue establecida por la buena gente, gente de un-solo-corazón que realmente vivían esas instrucciones. El agua era abundante, lo mismo que la madera, con la que construimos refugios temporarios en los que se suponía íbamos a sobrevivir a través del frío invierno con muy pocas frazadas. La comida era escasa, pero nos la arreglamos para vivir de la tierra cazando animales y recogiendo verduras. Estábamos juntos en unidad, pero seríamos divididos en dos de nuevo, debido a la extrema presión del exterior.

ATAQUES RENOVADOS

Todavía nuestras huellas no se habían borrado de Oraibi, cuando una mañana temprano nos encontramos rodeados por tropas de gobierno. A toda la gente, incluyendo los niños, les fue ordenado marchar 6 millas hasta un lugar debajo de Oraibi. Desde allí todos los hombres fueron conducidos en una marcha de 40 millas a la Agencia Militar de los Estados Unidos en Keams Canyon (Cañón de Keams), donde fueron puestos en prisión por alrededor de un año y medio, por no haber aceptado la generosa oferta de la educación de nuestras hijos, entre otras cosas.

La primer cosa que nos ordenaron hacer, fue la de firmar papeles. Nos rehusamos. Entonces nos encerraron bajo llave dentro de un edificio, sin comida y con muy poca agua por varios días hasta que estuvimos muy hambrientos. Entonces trataron de nuevo a inducirnos a firmar papeles, prometiéndonos que nos alimentarían y nos dejarían ir, pero nos rehusamos de nuevo. Trataron con otros engaños para hacernos firmar, pero nos negamos en cada oportunidad. Entonces nos llevaron a la herrería, donde nos remacharon grilletes y cadenas en nuestras piernas, y nos juntaron de a dos. De esta forma fuimos forzados a trabajar en una cuadrilla de caminos por largas horas cada día, trabajando peligrosamente con dinamita en profundos acantilados de piedra cerca de la agencia. Ese camino es ahora la fundación de la ruta que todavía usamos hoy.
A la noche éramos atados en grupos de seis por medio de cadenas largas. Para hacer mejor la tortura, le agregaban jabón a la comida, que nos hacía enfermar del estómago. Cuando uno de los hombres tenía que ir al retrete, los seis tenían que acompañarlo. Todo el tiempo, para aquellos que se debilitaran, existía la oportunidad de firmar ciertos papeles. Durante este período ,a mi padre, Yukiuma, lo tenían prisionero en otra parte por lo que yo hacía de líder.
Mientras estuvimos en prisión, sólo las mujeres y los niños, y puede que algunos viejos, les fue permitido dejar el lugar. Tenían poca comida, pero milagrosamente ese invierno hubieron muchos conejos y animales salvajes para cazar, y de esa manera pudieron sobrevivir el duro invierno con esa dieta de carne. Fue muy difícil mientras los hombres no estaban. Los viejos solían hablar de ello. Las mujeres mismas tenían que juntar la leña. Mi madre me solía contar formaban grupos de cacería y hacían que los perros las ayudaran. Teníamos una pequeña manada de ovejas que ellas cuidaron mientras estuvimos presos. Durante la época de cultivo, ellas plantaron y cuidaron de los cultivos, e hicieron todo el trabajo que normalmente hacen los hombres, para sobrevivir.

LA RUPTURA CONTINUA TODAVÍA

Durante este período un grupo liderados por Kawonumptewa (Clan de la Arena), temiendo aun peor presión del gobierno, retornó a Oaibi para seguir al jefe Tewaquaptewa y aceptar las costumbres del hombre blanco, pero fueron rechazados y conducidos fuera. Se establecieron como a tres kilómetros de Hotvela, donde fundaron la villa de Bacobi. Al no ser capaces de tener éxito, le pidieron ayuda a la agencia del gobierno, quienes felizmente les proveyeron cosas tales como materiales de construcción. Ahora ellos aceptan casi completamente la forma de vida del hombre blanco, junto con su religión. De acuerdo con las leyes del Gran Espíritu, ellos son ahora gente sin tierra. Su único patrimonio son sus moradas. Pero a través de ellos es que la agencia consiguió el permiso que sirvió de muestra para construir una escuela en la tierra de Hotvela, y apoyados por la agencia se apropiaron de tierras de la gente de Hotvela. También es a través de ellos que el gobierno ha construido una torre de agua en tierra de Hotvela, que suministra agua corriente a la escuela y a la villa de Bacobi, mientras que les quita el suministro a la gente de Hotvela. La mayoría de la gente de Hotvela se rehusó a utilizar agua de esa torre. Muchos de los problemas creados por los Bacopi todavía existen hoy. Puedo recordar mucho más de lo que espero saldrá a la luz.

Hoy enfrentamos el peligro de poder perder nuestra tierra completamente. A través de la influencia del gobierno de los Estados Unidos, alguna gente con sangre Hopi ha organizado lo que ellos le llaman "Concejo Tribal Hopi" (Hopi Tribal Council), con un modelo de acuerdo al plan ideado por el gobierno, y con el propósito de negociar directamente con el gobierno y la actividad privada. Ellos proclaman actuar por el interés de los Hopi, a pesar de ignorar los líderes tradicionales existentes y representar una pequeña minoría de gente de sangre Hopi. Grandes áreas de nuestra tierra han sido cedidas en contratos de "leasing", y este grupo está aceptando ahora una compensación de la "Comisión de Reclamos Indígenas" (Indian Claims Comission) por el uso de casi 18.000.000 de hectáreas de tierra Hopi. Hemos protestado toda estas acciones, pero si éxito.
Ahora este Concejo se ha formado ilegalmente, aun de acuerdo a las leyes del hombre blanco. Nosotros los líderes tradicionales lo hemos desaprobado y protestado desde el principio. Contrariamente, ellos se han organizado y han sido reconocidos por el gobierno de los Estados Unidos con el propósito de disfrazar sus malas acciones al mundo externo. No tenemos representantes en esta organización, ni estamos legalmente sujetos a sus regulaciones y programas. Los Hopi somos una nación soberana independiente, por la ley del Gran Espíritu, pero el gobierno de los Estados Unidos no quiere reconocer a los líderes aborígenes de esta tierra. En cambio, reconoce solamente lo que ellos mismos han creado con nuestros hijos de manera tal de llevar a cabo su plan de reclamar toda nuestra tierra.
Por ello, ahora enfrentamos la mayor amenaza de todas, la pérdida real de nuestras plantaciones de maíz y jardines, nuestros animales y animales salvajes, y nuestra provisión de agua natural, que pondría fin a la forma de vida Hopi. Urgidos por el Departamento del Interior de los Estados Unidos, el Concejo Tribal ha firmado varios contratos de "leasing" con una empresa privada de afuera, la "Compañía Carbonífera Peabody" (Peabody Coal Company), permitiéndoles explorar nuestra tierra en busca de depósitos de carbón mineral, y destripar las mesetas sagradas, vendiendo el carbón a varias empresas de energía grandes. Esto es parte de un proyecto ideado para traer industria pesada a nuestra área en contra de nuestra voluntad. Sabemos que todo esto contaminará los campos y tierras de pastoreo, y hará que se vayan los animales silvestres. Gran cantidad de agua será bombeada desde debajo de nuestra tierra desierta y será usada para empujar el carbón a las plantas de energía en otro estado (Nevada). La pérdida de esta agua afectará nuestras huertas, así como también las áreas de pastura de nuestros animales. Esto también amenaza nuestras sagradas vertientes, nuestra única fuente de agua, de la que hemos dependido por siglos.

Nosotros los hopi sabíamos que todo esto ocurriría, porque este es el Plan Universal. Fue planeado por el Gran Espíritu y el Creador que cuando el hombre blanco viniera, nos ofrecería muchas cosas. Si aceptáramos esas cosas ofrecidas por el gobierno, eso sería la condena de la nación Hopi. Hopi es el origen de sangre de este continente, mientras que otros lo son de otros continentes. Por ello, si el Hopi es condenado a muerte, el mundo entero será destruido. Esto lo sabemos, porque lo mismo ocurrió en el otro mundo. Por ello, si queremos sobrevivir, debemos volver a vivir en la forma en que lo hacíamos al principio, de una forma pacífica, y aceptar todo lo que el Creador nos ha provisto para seguir.
Las leyes del blanco son muchas, pero la mía es una. Las de ellos están todas apiladas. Muchas personas las han hecho, y muchas de ellas son hechas todos los días. Pero la mía es solamente la del Creador, una sola. Y ninguna hecha por el hombre he de seguir, porque es siempre cambiante y condenará a mi pueblo.
Sabemos que cuando el momento llegue, los Hopi serán reducidos a tal vez una, dos o tres personas. Si puede resistir la presión que está en contra de la tradición, el mundo podría sobrevivir de la destrucción. Estamos en la etapa en la que debemos permanecer solos, libres de los elementos impuros. Debo continuar guiando a mi gente por la senda que el Gran Espíritu nos hizo para viajar a través. No desprecio a nadie. Todos aquellos que sean leales y confíen en las enseñanzas del Gran Espíritu, están en libertad de seguir el mismo camino. Enfrentaremos muchos obstáculos a lo largo del camino. La forma pacífica de vivir puede ser llevada a cabo solamente por gente de gran coraje, y por la purificación de todas las criaturas vivientes. Las enfermedades de la Madre Tierra tienen que ser curadas.

Como decimos, los Hopi fueron la primer gente creada. Ellos deben curar las enfermedades de los descendientes de su propia sangre, de manera que todo se vuelva pacífico naturalmente, por la voluntad del Creador. Él curará al mundo. Pero ahora los Hopi han sido lastimados. Para nosotros este es un signo de que el mundo está en problemas. Por todo el mundo la gente confundida ha estado peleando, y esto se pondrá peor. Sólo a través de la purificación de los Hopi es que se acabarán los problemas aquí en esta tierra. No hemos sufrido todo estas penurias y castigo por nada. Vivimos bajo estas profecías y enseñanzas, y no importa qué ocurra, no desistiremos bajo ninguna presión de nadie.
Sabemos que cierta gente está encargada de traer la Purificación. Es el Plan Universal desde el principio de la creación, y ahora los esperamos para que nos traigan la purificación. Está en las escrituras en piedra alrededor del mundo, en diferentes continentes. Estaremos juntos si la gente de todo el mundo lo conoce. Por ello, nosotros le rogamos esparcir esta palabra así la gente la conoce, y los que hayan sido encomendados se apurarán con su tarea, de purificar a los Hopi y de deshacerse de aquellos que empañan nuestra forma de vivir.
He hablado. Deseo que este mensaje viaje a los cuatro rincones de esta tierra y a través de las grandes aguas donde la gente de comprensión pueda considerar estas palabras como de sabiduría y conocimiento. Esto es lo que deseo. La gente puede tener diferentes opiniones de las cosas, pero por la naturaleza de las creencias en las que se basan los Hopi, espero que por lo menos uno esté de acuerdo, puede que aun dos. Si tres están de acuerdo serán valiosas muchas arrugas.
Yo estoy por siempre mirando y rezando al este, al sol naciente, para que mi verdadero hermano blanco vuelva y purifique a los Hopi. Mi padre Yukiuma, solía decirme que sería el que asumiría como líder en ese momento, porque pertenezco al Clan del Sol, el padre de todas las gentes de la tierra. Me dijo que no renunciara, porque soy el primero. El Sol es el padre de todas las cosas vivas en la tierra. Por eso no cedido. Espero que ustedes entenderán lo que estoy tratando de decirles.
Yo soy el Sol, el padre. Con mi calor todas las cosas son creadas. Ustedes son mis hijos, y estoy muy preocupado por ustedes. Los abrazo para protegerlos de ser lastimados, pero mi corazón está muy triste de ver que abandonan mis brazos protectores y se destruyen entre ustedes. Desde el pecho de su madre, la Tierra, recibirán su nutrición, pero Ella está seriamente enferma como para darles alimentos puros. ¿Qué es lo que pasará? ¿Elevarán el corazón de su padre? ¿Curarán las enfermedades de su madre? ¿O ustedes nos abandonarán y dejarán con tristeza, para que seamos liberados a la suerte? No quisiera que esta palabra sea destruida. Si este mundo es salvado, todos se salvarán, y quienquiera no ceda completará este plan con nosotros, de manera que todos estaremos felices en el Sendero Pacífico.
La gente en todas partes debe dar a los Hopi su más seria consideración, a nuestras profecías, enseñanzas, y celebración de ceremonias, ya que si los Hopi fracasan, esto disparará la destrucción del mundo y toda la humanidad.
He hablado por boca del Creador. Pueda el Gran Espíritu guiarlos en la senda correcta.


Los indios Hopi afirman, que sus antepasados fueron visitados por seres procedentes de las estrellas que se desplazaban en escudos volantes o p�jaros tronantes, y dominaban el arte de cortar y transportar enormes bloques de piedra, as� como de construir t�neles e instalaciones subterr�neas. Estos salvadores eran los katchinas (o kachinas), que significa, Sabios, ilustres y respetados.

Los katchina, lograron poner a salvo a su pueblo de uno de estos cataclismos, y de ellos aprendieron a observar las estrellas, cortar ra�ces, aplicar leyes y una larga lista m�s de actividades. Se multiplicaron como pueblo, y de ellos surgieron nuevos clanes y naciones que se extendieron por toda Am�rica. Los katchinas ayudaron a los elegidos a trasladarse a nuevas tierras.

Este hecho marc� el fin del tercer mundo y el comienzo del cuarto. La poblaci�n, de acuerdo con el recuerdo tradicional de los Hopi, lleg� a la nueva tierra por caminos diferentes: los seleccionados para recorrerla, inspeccionarla y prepararla, fueron llevados all� por aire, a bordo de los escudos de los katchinas. El gran resto de la poblaci�n, tuvo que salvar la enorme distancia a bordo de barcas.



Es preciso aclarar que, desde el primer mundo, los humanos estaban en contacto con los katchinas. Se trataba de seres visibles, de apariencia humana, que nunca fueron tomados por Dioses, sino solamente como seres de conocimientos y potencial superiores a los del ser humano. Eran capaces de trasladarse por el aire a velocidades gigantescas, y de aterrizar en cualquier lugar. Dado que se trataba de seres corporeos, precisaban para estos desplazamientos unos artefactos voladores que reciban diversos nombres.


Hoy en dIa los katchinas, ya no existen en la Tierra. Un dIa los katchinas les dejaron, regresaron a las estrellas y los pueblos olvidaron las ense�anzas de sus maestros. Los Hopi, como fieles seguidores de las tradiciones de sus antecesores, continuan esperando el regreso de sus maestros para cuando termine el mundo actual.

A la espera de este ansiado regreso, los Hopi han venido fabricando rigurosamente con el mismo dise�o generaci�n tras generaci�n, unas m�scaras y mu�ecos que al igual que sus maestros llaman katchinas. Estos mu�ecos portan extra�as indumentarias y cascos, as� como representaciones de animales con una fuerte connotaci�n simb�lica, para resaltar el car�cter individual de los verdaderos katchinas o maestros a quienes representan.

Tambi�n estos mu�ecos son la forma id�nea de que los ni�os jueguen, no se asusten y reconozcan a los katchina cuando estos regresen de nuevo. Seg�n los Hopi, las primeras señales profeticas para que esto suceda, ya estan apareciendo.


"Te permito el derecho universal de libre albedrío para andar tu propio camino, 
creando etapas o manteniéndote quieto cuando sientas que es apropiado para ti.
Porque es el derecho inalienable de toda vida el elegir su propia evolución, 
y sin reserva ni duda reconozco tu derecho a determinar tu propio futuro.
Con humildad, me postro ante la comprensión de que el camino que veo 
es mejor para mi pero no significa que sea también correcto para ti, 
que lo que yo creo no es necesariamente verdad para ti.
Sé que eres guiado como yo lo soy, 
siguiendo tu entusiasmo interno por conocer tu propio camino.
Sé que las muchas razas, religiones, costumbres, nacionalidades y creencias 
en nuestro mundo nos traen una gran riqueza 
y nos procuran los beneficios y enseñanzas de tal diversidad.
Sé que cada uno de nosotros aprende en nuestra manera única 
para devolver ese amor y sabiduría al TODO.
Entiendo que si sólo hubiese una forma de hacer algo, 
sólo necesitaría haber una persona en el Mundo.
Sé que cada cosa viva es una parte de una conciencia y siento 
un amor profundo por cada persona, animal, árbol, piedra y flor, 
por cada pájaro, río y océano y por todo lo que es en el mundo.
Aunque a lo largo del camino puede que me gustes, sienta indiferencia por vos, 
o me disgustes, no voy a dejar de amarte, de honrar tu singularidad y de permitirte ser tu.

Esta es la llave de la paz y armonía en nuestras vidas y en nuestra Tierra 
porque es la piedra central del Amor Incondicional."

LAS ALAS DEL DESEO
QUE PLUMAS ELEGIR

De acuerdo a la energía que desea conseguir, las opciones son las siguiente:

Plumas de águila- Otorgan energía yang. Son muy fuertes y se asocian con el principio masculino. 
Se utilizan para fortalecer la productividad y hacer más seguro un espacio.
Plumas de lechuza- Se asocian con el intelecto, la sagacidad y la concentración.
Plumas de cuervo- Profundizan la vida interior y los poderes psíquicos.
Plumas de Paloma- Estimulan la adaptación a los cambios y la sociabilidad.
Plumas de gaviota- Refuerzan la independencia, la autoconfianza y estimulan la curiosidad.

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