25.3.11

Un 'tesoro' de piedra con un millón de años

PALEONTOLOGÍA | Hallazgo en La India

Algunos utensilios de piedra encontrados en Tamil Nadú.
Descubren miles de herramientas fabricadas hace más de un millón de años
El hallazgo sitúa a los homínidos al sur de Asia en épocas muy remotas

Algunos utensilios de piedra encontrados en Tamil Nadú. |Science
Algunos utensilios de piedra encontrados en Tamil Nadú. |Science
  • Descubren miles de herramientas fabricadas hace más de un millón de años
  • El hallazgo sitúa a los homínidos al sur de Asia en épocas muy remotas

Algunos utensilios de piedra encontrados en Tamil Nadú. |Science
Descubren miles de herramientas fabricadas hace más de un millón de años
El hallazgo sitúa a los homínidos al sur de Asia en épocas muy remotas
Hachas de piedra con doble filo, cortadores y otros utensilios de la llamada tecnología achelense han sido descubiertos en un yacimiento del sureste de la India, donde un antepasado de nuestra especie los utilizó hace más de un millón de años. Según sus descubridores, se trata de las herramientas de este tipo más antiguas encontradas en el sur de Asia y algunos expertos creen que podrían cambiar ideas previas sobre cómo tuvo lugar la emigración humana desde la salida de África. ¿Fue Asia siempre una etapa previa antes de llegar a Europa?

El equipo de investigadores, dirigidos por el arqueólogo indio Sahti Pappu, localizó más de 3.500 artefactos de roca cuarcita en el yacimiento de Attiramapakkam, uno de los más ricos del Paleolítico, del estado de Tamil Nadu, descubierto en 1863 por el geólogo británico Robert Bruce Foote.

A siete metros de profundidad, en la trinchera T8, salieron a la luz hachas de mano idénticas a las que comenzaron a modelarse en África hace 1,6 millones de años, por lo que, según los autores del hallazgo, publicado en 'Science', éste podría ayudar a entender cómo fue la migración de aquellos homínidos a través de Asia.

Para datar las herramientas, los investigadores tomaron mediciones electromagnéticas de los sedimentos que las cubrían. Todas mostraron la polaridad invertida, es decir, habían sido depositadas allí antes de la última inversión del polo magnético de la Tierra, hace entre un millón y 1,7 millones de años. Con otras medidas de los isótopos de berilio y aluminio pudieron precisar que la edad probable ronda los 1,5 millones de años, si bien en su artículo, por prudencia, se quedan con la edad más reciente.

Bifaces asiáticos

Pappu y sus colegas recuerdan que los bifaces más antiguos encontrados fuera de África son los de un yacimiento israelí (Ubeidiya) con 1,4 millones de años; en China (Bose), con 800.00 años; y en Pakistán (Potwar), con unos 500.000 años. Respecto a los hallazgos en otros yacimientos al sur de Asia, apuntan que deberían ser datados de nuevo.

Los expertos están divididos en cuanto a la importancia y la interpretación del tesoro lítico. El arqueólogo Manuel Domínguez-Rodrigo, que excava en la Garganta de Olduvai (Tanzania), en el valle donde se ha encontrado tecnología achelense africana, apunta que "son las herramientas de este tipo más antiguas encontradas más al sur de la India", si bien recuerda que el sistema de datación utilizado "aún no se sabe si es totalmente fiable" y que era conocido que el Homo erectus, posible autor de las hachas, llegó a Pekín hace 700.000 años.

Para José María Bermúdez de Castro, director del Centro Nacional de Investigación en Evolución Humana (CENIEH), "es de gran interés científico encontrar este achelense en la India, que se supone fue la ruta migratoria que siguieron los humanos hacia Indonesia". Bermúdez de Castro menciona la posibilidad de que esta tecnología se inventara en paralelo en varias zonas del planeta, como pasó durante el Neolítico.

El arqueólogo Robin Donnell, de la Universidad de Sheffield, cree que el hallazgo indio "implica que esta tecnología se extendió por el Sur de Asia cientos de miles de años antes que por Levante" y Europa, donde la industria achelense más vieja tiene 500.000 años.

Según el profesor Donnell, las hachas fueron fabricadas por �Homo erectus�. "Ello supone que los bifaces se extendieron en dos fases y por dos especies: por los �H. erectus� en el sur de Asia, al poco de aparecer en África, y más tarde con los �H. heildebergensis� de Europa". En defintiva, dice, que la migración humana siempre nos llevó antes al este que al oeste.

18.3.11

Arkaim, "ciudad esvástica" de 4.800 años de antigüedad


En esta ciudad de los arios en los Urales rusos, se trabajaba el bronce, poseían una avanzada ingeniería anti-incendio y vivían en un asentamiento donde compartían residencia, templo y observatorio astral



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Al estudiar los restos arquitectónicos de culturas milenarias, surgen muchos enigmas sin resolver y Arkaim, en los montes Urales, se perfila como uno de estos misterios. Este descubrimiento que ha logrado dar un giro a la historia, develó la existencia de una cultura aria (arya) de 4.800 años de antigüedad situada en los Urales rusos. Un pueblo que se caracterizaría por prácticas espirituales, conocimiento del universo y tecnología que los investigadores del sitio arqueológico aún no han logrado comprender.


Trabajaban el bronce, poseían una avanzada ingeniería anti-incendio, vivían en un asentamiento que era a la vez residencia, templo y observatorio astral y poseían un conocimiento de los fenómenos sobrenaturales que asusta algunos arqueólogos pues eran parte integral de su cultura y nosotros lo desconocemos totalmente.


Además, los habitantes del antiguo asentamiento conocido como Arkaim, contaban con sistemas hidráulicos y ventilación, hornos metalúrgicos y mineros, que se desconocía su existencia en esos tiempos, según estudios científicos oficiales anteriores.


Los 'arios', de quienes se habla, es un término que viene de la palabra "arya" que significa "honorable, gentil, espiritual", según el léxico sánscrito 'amarakosha, y eran ya conocidos en la India miles de años atrás a través de los vedas o libros del saber.


En antiguos registros históricos también se los refiere como los aryavata o arios del norte. En el hinduismo, a los religiosos Brahmin, Kshatriya e Vaishyas se los denominaba arya, que significaba gente de honor y respeto por su comportamiento noble.


La palabra arya también era usada junto a la palabra hindú, budista, jainista y zoroastriano, y daba significado de noble y espiritual. Por su parte en Irán eran conocidos los aryas, e 'Irán' significa realmente "Tierra de los arios".


Las costumbres de los arios venían definidas por sus rituales y su conocimiento del cosmos, lo que ayuda reconocerlos como tal. Por su parte de acuerdo a la lengua de origen arya son relacionados dos grupos emparentados entre si, el grupo derivado del sánscrito y el grupo de la antigua lengua Avestan y Persiano antiguo. De la primera derivan las etnias “proto indoeuropeas”, o “indoeuropea precoz” y de las restantes derivan las etnias “proto indoiranianas”.


Los arios “proto indoeuropeos”, de los Urales rusos son descriptos por el arqueólogo jefe de la expedición y del museo Arkaim, Guennadi Zdanovich como un pueblo tranquilo, gentil, como lo dice su nombre, buenos ingenieros que observaban el sol y la luna, y por tener elevados conocimientos del cosmos. Los arios daban mucha importancia al culto y la meditación y en su simbología se encuentran la esvástica y el mandala, al igual que en el budismo y practicas hinduistas.


El desconocimiento de lo que significaba arios provocó cierta polémica en estos descubrimientos y en un programa televisivo surgió esta pregunta: ¿Es ésta la cultura de los antepasados rusos que incluye sentarse a meditar? Guennadi Zdanovich, junto a otros expertos del sitio arqueológico, respondió en el programa “El Quijote” en 2010 que, en contraste a quienes intentaban vincularlos con determinados grupos políticos u otras teorías. Zdanovich señaló reiteradamente que los arios eran un pueblo tranquilo de costumbres muy místicas y que en Arkaim vivían en una ciudad o comunidad que tenía integrada la zona residencial con el templo y el observatorio de los astros. "Esto ya ha sido demostrado por antropólogos y arqueólogos", destaca el arqueólogo Zdanovich, y agregó que el pueblo ario de Arkaim es parte de la historia de Rusia.


En el citado programa televisivo, ante la presión de preguntas relacionadas al partido fascista ruso por el uso de la esvástica y el término ario, Zdanovich explicó que los nacionalistas rusos deben entender que la esvástica aria (arya), ya era ampliamente conocida como parte de una simbología milenaria en la historia budista, e hinduista, y que los arios no tienen ninguna relación con los grupos fascistas u otros partidos políticos relacionados y añadió que es absurdo que los medios estén creando confusión al respecto.

Desde que se descubrieron los restos de la ciudad Arkaim, la llamaron “ciudadesvástica” o “la ciudad mandala”, por su forma característica, pero finalmente se la llamó Arkaim en memoria de la montaña Arkaim que la rodea.

“Un asombroso lugar con una complicada construcción que demuestra tanto su avanzada tecnología como increíblemente exacto observatorio astronómico", señala Konstantin Bistrushki, astro-arqueólogo e investigador experto en la entrevista realizada en el documental de Sergei Alekseiev, y el escritor Mijail Zadornov. Bistrushk, además, resaltó el hecho que en el lugar no se encontró rastro de ningún tipo de escritura.

Konstantin Bistrushki reflexiona: “era una cultura sin escritura, un centro sagrado espiritual donde los conocimientos se cuidaban y transmitían a las siguientes generaciones, no hay textos escritos. Su lenguaje estaba orientado a lo cósmico y se organizaba en base al universo.

“Es asombrosa la exactitud del observatorio astronómico", insistió Bistrushki; es una cultura que hay que tener muy en cuenta. "Es algo serio que no podamos explicar algunos de sus conocimientos", y además muy curioso debido a la ausencia de escrituras.

Gennadi Zdanovich, también citado en dicho documental, coincidió con Alekseiev y Zadornov, indicando en el programa televisivo que “en Arkaim había un observatorio astronómico muy exacto. No es complicado, pero es perfecto y exacto para identificar los fenómenos solares y lunares. Fue además construido 70 años antes que las pirámides de Egipto”.

Antropológicamente hablando se trata de una cultura de indoeuropeos y su cerámica es indoeuropea, pero de una época mucho más precoz que la estudiada de la cultura griega, agregó Konstantin Bistrushki.

A su vez, Bistrushki hizo notar que Arkaim se encuentra en la misma latitud que Stonehenge, y luego de visitar y comparar ambos observatorios, y estudiar en profundidad el sitio arquitectónico de los Urales, descubrió que Arkaim está construida con una exactitud que difícilmente se puede lograr hoy en día.

Guennadi Zdanovich, agregó que “los griegos y Arkaim están relacionados"..."pero Arkain es aún más antiguo, mucho más antiguo”.

Zdanovich narra en el documental de Alekseiev y Zadornov, cómo la ciudad fue destruida en un incendio y la gente se desplazó a vivir a otro lugar para luego volver y reconstruirla en el mismo lugar.

Otra cosa que llama la atención a Zdanovich “es la complicada pared de 5 metros de ancho compuesta por un muro, un componente anti incendio, luego otro muro, y así sucesivamente hasta completar una compleja ingeniería de construcción que contiene elementos muy particulares antes nunca vistos”.

Por su parte, al escritor Mijail Zadonov, no le pasó desapercibido el hecho de conocer que sus antepasados rusos en Arkaim no usaban la escritura.

“¿Para qué escribir?”, señaló Zadonov, “si quizás no había nada malo que registrar, denunciar o nada que ocultar”. “Además hay que considerar que Arkaim era una ciudad mística", y explicó que una de las razones podría estar en que tenían un importante conocimiento astral por lo que quizás no necesitaban textos escritos.

El escritor relató en su documental que compró una revista cuando viajaba, donde leyó sobre el pueblo de Arkaim, cosa que lo conmovió de tal manera que ahora está divulgando sobre esta cultura tan particular del pasado de la civilización europea y del pueblo ruso.

En Arkaim se han medido altos niveles de magnetismo, según señalan los citados arqueólogos, y esto ha atraído a un gran número de místicos, investigadores y personas que buscan un lugar para curar sus enfermedades.

A este respecto el arqueólogo Konstantin Bistrushki, autor del libro "Fenómeno Arkaim", señala con intensidad: "¡Es peligroso! Es peligroso no saber", al referirse a ciertos conocimientos, posiblemente magnéticos, que este pueblo dominaba, y de lo que "no sabemos nada".

"De esto no podemos hablar con nadie, ni con científicos, ni con religiosos, políticos, ni nadie que puedan ayudar en este tema, con nadie podemos hablar", agrega Bistrushki.


Ubicación y características únicas en Arkaim

Arkaim se ubica en los montes Urales, a 8,2 kilómetros al noroeste de Amurski, y a 2,3 kilómetros al suroeste de Alexandrowski, ambos pueblos de Rusia. Fue inaugurado en el verano de 1987, y en 1991 fue declarado territorio protegido, gracias a lo cual se salvó de ser una zona inundada por las represas de agua.

En su documental, Serguei Alekseiev, Zdanovich y Bistrushki explican que la “ciudad esvástica” fue construida por los antiguos arianos, antiguos indoeuropeos, cerca de 4.800 años atrás.




Su descubrimiento cambió la historia al comprobarse que poseían hornos de bronce, minería y una avanzada ingeniería de canalización y construcción anti-incendio, además de ser una ciudad diferente a las otras descubiertas en el mundo.

Corresponde a asentamientos que ocupan unos 25 kilómetros. Una organización en círculos muy inteligente. Círculos de construcciones de unos 170 metros de diámetro y otros de menor tamaño. Hay casas entre los círculos y dentro de los círculos.

En Arkaim, el asentamiento circular que se está estudiando tiene unos 179 metros de circunferencia y se cree que vivían en él unas 1.500 a 2.500 personas según informa Zdanovich.


Las construcciones eran de adobe con cornisas de madera. Los muros reforzados con ladrillos de arcilla de material incombustible de unos 5 metros de espesor y unos 8 metros de alto, tipo fortaleza.

El asentamiento era circundado de un foso de agua protector de 2 metros de profundidad y había cuatro entradas siendo la principal hacia el oeste.

En su interior se encontraron hornos industriales, laboratorios artesanales, sistemas de comunicación y ventilación, así como espacios para ritos sagrados.

La construcción se estructura en dos anillos, uno interno y otro externo entre los cuales hay una calle circular que da a la plaza central. El anillo externo tiene entre 39 a 40 habitaciones. El anillo interno a su vez fue construido con 27 habitaciones con puertas hacia la plaza central y mide unos 25 a 27 metros. La parte central era para rituales e incluía un canal cubierto. Cada una de las habitaciones incluía un sofisticado sistema de ventilación.

Respecto a la simbología esvástica encontrada en los restos de Arkaim, los expertos rusos la relacionan con prácticas budistas e hinduistas que simbolizan el universo girando. Los hinduistas y budistas dicen que este símbolo representa el universo que gira en torno un punto fijo.

Arkaim centro de energia, La Stonehenge Rusa
La antigua fortaleza Arkaim Ural situada en la región de Chelyabinsk se llama "La Stonehenge de Rusia ." Además de calles y edificios los científicos encontraron restos de las ruinas del sistema de agua, hornos metalúrgicos y mineros. También se cree que una de las zonas más fuertes de anomalías en Rusia.
Vale la pena mencionar que Arkaim, un poblado fortificado de la Edad de Bronce fue construido con cuatro entradas de la ciudad estrictamente orientada a los puntos cardinales. Fue construido según un plan previamente diseñado, con un alto nivel de precisión. Todas las circunferencias tienen un centro donde todas las líneas radiales se reúnen. Esta estructura circular está orientado a las estrellas , y el diseño en sí parece un modelo del Universo.
Según la investigación llevada a cabo por el arqueólogo Konstantin Bystrushkin, las pistas Arkaim señalan 18 eventos astronómicos. Estos incluyen los atardeceres y amaneceres en los días del equinoccio y solsticio, así como los atardeceres y amaneceres de la Luna Llena y Nueva .

El famoso Stonehenge, un círculo de piedras en posición vertical misterioso, tiene menos eventos astronómicos trazables. Curiosamente, las dos estructuras arquitectónicas se encuentran en la misma latitud geográfica.

Arkaim es interesante no sólo como un monumento histórico. Hay una gran cantidad de evidencias que sugiere que es una de las zonas más fuertes de anomalías en Rusia.
Los lugareños creen que es un lugar sagrado. Los peregrinos vienen aquí durante todo el año para conseguir un poco de agua que cura desde el río Bolshaya Karaganka, y en el verano se cubren con arcilla. Dicen que ayuda a tratar las enfermedades de la piel.

Hay varios espirales hecha de piedras de la zona junto a la fortaleza . A los turistas se les recomienda caminar descalzo sobre ellas o, mejor aún, desnudo, luego de pie en el centro de la espiral y pedir un deseo.

Las montañas que rodean la fortaleza son también inusuales. la mas famosa es Shamanka (o Montaña Negra ). La gente sube a su cima para reponer energías positivas, rezar o meditar. Las personas en situación médica grave van a la montaña para una sanación.

Los visitantes llegan a la cima de la montaña en arrepentimiento para pedir perdón. El amor de montaña se cree que trae suerte personal. En el Bosque cercano el hombre recibe la visita de las mujeres que tienen problemas de relaciónes.Existe el rumor, una mujer popular entre los hombres se pasea por este bosque.

El crecimiento en la Montaña Grachinaya (también llamado Beato) es infame. los troncos de abedul son anormalmente torcidos en la parte inferior. Dicen que la gente no puede permanecer allí por mucho tiempo, de lo contrario se arriesgan a perder su mente.

Una vez, durante las excavaciones arqueológicas una estudiante escuchó una voz que le llama al centro de la estructura. Se fue sola, y lloró durante mucho tiempo cuando ella regresó. Ella dijo que conoció a los fantasmas de los antiguos residentes de Arkaim. Ella tuvo que ser enviada a un centro psiquiátrico.
Incidentes similares ocurrieron mientras investigaba pirámides de Egipto. Los arqueólogos habían alucinaciones y trastornos psiquiátricos.

Valery Chudinov, presidente del Consejo de investigación de Edad Antigua y Medieval de Rusia, habló para Pravda.ru sobre los misteriosos rincones del complejo Arkaim.

"Hay por lo menos dos lugares que se debe llamar Arkaim. El priemro, el Arkaim convencional , son la ruinas que se muestran a los turistas de hoy.



El segundo Arkaim se encuentra un poco más lejos, en un lugar donde las excavaciones están todavía en curso y donde los visitantes no están permitidos. Y, por último, la tercera Arkaim, donde por alguna razón desconocida, incluso los habitantes locales ni se acercan .

Estamos especialmente impresionados por el denominado "Bosque borracho en el que casi todos los árboles tienen troncos torcidos. Es interesante que hay marcas de quemaduras en algunos árboles en varios lugares, pero no se parecen a las pistas un rayo. Posiblemente, hay fracturas que promueven la corteza de la salida de flujo de energía que dejó las marcas en los árboles.

Usted tiene que tener cuidado porque existen flujos de energía que pueden afectar el cuerpo, tanto de forma positiva como negativa.



























as ciudades alcanzaban. Más aún, Arkaim no sólo era una ciudad notable, sino también un inmenso templo y observatorio astronómico.

El muro externo, con cinco metros de espesor y más de cinco metros de altura, tenía cuatro puertas. La más grande se encontraba al suroeste de la ciudad. Intramuros, una sola calle circular con "pavimento" de troncos envolvía el primer barrio como tal. A lo largo de la misma corría un canal de desagüe. Así, ya en aquellos lejanos tiempos, la ciudad poseía canalización de agua corriente. Cerca del centro, se alzaba el muro principal, aún más macizo. Con siete metros de alturta y tres de espesor, poseía una sola portezuela bastante disimulada en el sureste del muro. Para llegar a la misma, había que recorrer prácticamente toda la calle circunvalar, o en otras palabras, desplazarse en la misma dirección y por similar trayectoria a las del sol(se entiende que en su proyección terrestre). El centro como tal era una plaza cuadrada, que a juzgar por las huellas de infinitas hogueras que otrora allí se encendieran, se empleaba con ciertos fines religiosos. Precisamente ese cuadrado dentro de un círculo da mucho que pensar, pues para los antiguos el círculo simbolizaba el Universo. Y el cuadrado, la Tierra. Así, los arquitectos de Arkaim desde el comienzo mismo planearon construir un Universo en miniatura. Según afirman los científicos, como observatorio, Arkaim permite observar unos 18 movimientos astronómicos, tales como las salidas y las puestas de sol en la época de los solsticios, y también las salidas y las puestas de Luna en los días de luna baja y luna alta.

Además, impresiona comprobar hasta qué extremos llegaban los conocimientos de los antiguos habitantes de Arkaim: ya en esa época, practicaban la agricultura y la ganadería, tenían canalización, utilizaban hornos para fundir el bronce, construían "frigoríficos" naturales, etc. Hoy, Arkaim tiene status de zona vedada, bajo protección estatal. Se calcula que esa misteriosa ciudad fue el centro de una de las más antiguas civilizaciones indoeuropeas. Pero... ¿quiénes la habitaron en realidad? ¿Qué sueños, qué planes albergaron esos habitantes?
arkaim writing
Los antiguos arios de Arkaim no tenian escritura porque tenian danzas, las danzas sagradas védicas, las cuales luego llevaron a la India, los aryabhata, o arios del norte. La tradición de las apsaras, dakinis, Khadroma, las mujeres de sabiduria que danzan en el espacio es la tradición más antigua y poderosa.
el misterio de la mente de Schauberger es lo más grande , creo que en poco tiempo tendremos el modelo preciso antigravitatorio que nos va a permitir ponernos en contacto con otras civilizaciones que ya lo tienen desde hace 60 años, y con otras que lo tienen desde hace miles, el secreto es el agua y en Arkaim se muestra de modo muy preciso. ?

Además de calles y edificios los científicos encontraron restos de las ruinas del sistema de agua, hornos metalúrgicos y mineros.
También se cree que una de las zonas más fuertes de anomalías en Rusia.Los lugareños creen que es un lugar sagrado. Los peregrinos vienen aquí durante todo el año para conseguir un poco de agua que cura desde el río Bolshaya Karaganka, y en el verano se cubren con arcilla. Dicen que ayuda a tratar las enfermedades de la piel.
-Los fenómenos paranormales son algo que muchas personas han experimentado; otras, se muestran escépticas ante ellos. Hay un lugar donde se concentran los fenómenos paranormales, donde se reúnen psíquicos, astrólogos y clarividentes rusos; un lugar en los Urales conocido con el nombre de Arkaím.- *Si el video demora en reproducirse poner "PAUSA" para que cargue y luego pulsar "PLAY"--Fuentes:





Actualidad RT.Com



Al sur de los Urales, cerca de la frontera con Kazaksthan, la ciudad de Arkaim sorprende a los arqueólogos por su estructura en forma de anillos concéntricos, su orientación astronómica, el culto a la esvástica, y su escritura en sánscrito védico.


Situada en los montes Urales, había leído bastante sobre esta ciudad prehistórica del 1700 a.C. y su culto a la esvástica. Lo malo de este tipo de informaciones es que vienen sesgadas por Internet y muy contaminadas por impresiones personales. Así que decidí averiguar la verdad sobre los descubrimientos y misterios que allí se encierran, y pronto acabé descubriendo por qué ningún español se había atrevido a hollar aquellas latitudes.


Rusia no es un país fácil. Hay que solicitar un visado que requiere una invitación procedente de este país, ya sea desde un hotel o un particular, aparte un seguro médico. Luego está el inconveniente del idioma; uno cree erróneamente que con el inglés se va a todas partes. Pero más allá de Moscú, al sur de la antigua Unión Soviética, una vez descendemos en el aeropuerto de Magnitogorsk y ponemos rumbo a la frontera con Kazaksthan, sólo se habla ruso; en el mismo aeropuerto pude comprobarlo. Con mi escaso ruso aprendido meses antes en una escuela de idiomas, llegó otro problema, hay que registrarse cada tres días en la Oficina de Visado del Servicio Federal de Migración, aparte de llevar contigo la tarjeta de inmigración con fecha de entrada y salida que te expiden nada más pisar la nación. El inconveniente estaba en que los poblados próximos a Arkaim, pues no hay ciudades, no cuentan con hoteles; así que tuvimos que hospedarnos en la casa de un conocido, convertida en nuestro hotel particular. Y sin hotel que nos registrara en el SFM eso significaba que un encuentro con la policía podía implicar la deportación del país y una cuantiosa multa. Ahora entendía por qué los españoles no se dirigían al sur.


Por su proximidad a Ufa, ciudad vetada a los extranjeros, ya que aquí se almacenan los útiles necesarios para proteger a la población de una hipotética Tercera Guerra Mundial, conviene no aproximarse por esta zona, si uno quiere visitar los asentamientos prehistóricos de los Urales sin llamar la atención de la policía.


Esta región, conocida como “Tierra de las Ciudades” se ciñe al período de la Edad de Bronce, contemporánea de otras culturas como la egipcia o la minoica. Fue descubierta en el 1987 por un equipo de científicos de Chelyabinsk, a las órdenes de Gennadi Zdanovich. Lo que localizaron les dejó impresionados, pues los utensilios y las cerámicas parecían corresponder a un puente entre Europa y Asia, una mezcla de civilizaciones, adoradora de la esvástica, o sea aria, bajo una única ciudad-estado que evoca las leyendas de la Atlántida de Platón.


La primera vez que los arqueólogos se encontraron con algo parecido fue en Sintashta, también próximo a Chelyabinsk, la ciudad de los carros, donde se creé erróneamente que se inventaron los mismos, para luego expandirse por Mesopotamia y Egipto. Pero la verdad es muy distinta, ya que en nuestra visita al desierto del Tassili, en Argelia, hace unos años, pudimos constatar la presencia de pinturas rupestres de carros con una datación isotópica anterior al 5000 a.C. Estos indoarios ya adoraban la figura de la esvástica, como así se aprecia en las cerámicas encontradas.


Pero lo más curioso de Arkaim es su disposición en forma de un asentamiento de cabañas, totalmente fortificado y circular, con anillos de agua (o canales) que la rodeaban. Hoy en día todo lo que quedan son sus ruinas, y desde que en los años 90 se abandonaron las excavaciones, la maleza ha vuelto a hacer acto de presencia, ocultando el lugar casi en su totalidad; solamente puede verse su forma geométrica a vista de pájaro.


Los artefactos de sus cementerios próximos revelan armas de bronce, y algunos extraños ídolos. Uno de los que encontramos sugiere un enorme falo con rostro, alusión probable a la fecundidad. Otro es harto más extraño, dado que muestra lo que parece un personaje en cuclillas observando las estrellas, de apariencia muy similar a los moai de la Isla de Pascua.


Los arqueólogos rusos no dudan en afirmar que la ciudad de Arkaim fue defensiva, al estar situada en el promontorio de las confluencias de los antiguos ríos Bolshaya Karaganka y Utyaganka. Sin embargo, el lugar no es propiamente una colina, sino una estepa despoblada, con algunas montañas a su alrededor, plagadas de cuevas, más adecuadas para la resistencia. No, lo que Arkaim parece a simple vista es una ciudad construida para aprovechar las crecidas de los ríos y abastecerse de peces, con dos anillos o canales de agua, uno de 150 metros de diámetro y otro de 85. Los muros debieron ser de 5 metros, con canales de 3 de metros de profundidad. Cada casa o cabaña situada en su interior contaba con una longitud máxima de 16 a 20 metros. Toda cabaña disponía de 2 plantas, de las que se cree que una servía para el ganado de cada familia.


Cabe insistir en los canales o círculos de agua, con torres y puertas que vigilaban cada muro; y alrededor de esa llanura, gigantescos canales rectos artificiales irrigaron toda la planicie. Si uno se fija bien en esta descripción, acaba uno advirtiendo que corresponde en cierta media al relato de Platón. ¿Procedían estas gentes del Occidente, recordando los relatos que mencionaban una ciudad-estado similar a la que luego construirían? Es extraño, pero a media que uno más investiga y explora la historia, se advierte rápidamente que los orígenes de la Humanidad no se remontan al África o lo que la paleontología llama “modelo de continuidad regional”, sino que los yacimientos arqueológicos son más antiguos al dirigirse hacia la zona del Atlántico, aunque quizás estén más dispersos. Según mi opinión, la dispersión no se debe a que hubiera menos civilizaciones al Occidente, sino más bien a que nuestra cultura se desarrolló aquí. Y después de tantos períodos de ocupación y guerras, es muy extraño topar con la prehistoria, mientras que en África es más fácil por su menor invasión de poblaciones. Ahora bien, explícale esto a un arqueólogo a ver qué te dice…


Los pocos signos pictográficos encontrados en Arkaim tienen otro extraño misterio, pues corresponden a los Rig Vedas, los himnos en sánscrito védico, dedicados a la alabanza de los dioses. Estos textos también nos hablan de las luchas entre los arios védicos y sus enemigos, los Dasa, una suerte de demonios que aparecieron de los cielos. Tal vez, por ese motivo, la estatuilla del hombre acuclillado mirando los cielos, se trate de un observador esperando la llegada de los Dasa para dar la voz de alarma. O simplemente podría tratarse de un hombre interesado en el Universo, por qué no.


Al darse estar curiosa coincidencia se comprende el culto a la esvástica dextrógira (la que gira en sentido de las agujas del reloj), que ya aparece en el hinduismo.


La conclusión a la que llegan los arqueólogos rusos es que Arkaim era sármata, los mencionados por Herodoto, invasores de los escitas, cuya tecnología militar influenció luego en otros pueblos; de ahí el supuesto uso del carro. Aunque nosotros creemos que no pueden tratarse de los mismos, ya que estos se situaban más hacia el Cáucaso.


Arkaim sigue deparando sorpresas. Cuando uno llega hasta el campamento base, los rusos que allí se congregan mencionan una segunda Arkaim en la que se notan los efectos de energías telúricas. En torno al campamento se congregan grupos new age, orando a los dioses del cielo y realizando laberintos con las pequeñas piedras del suelo. Reconozco que la primera vez que vi a estas personas no les di importancia, pero al segundo día de estar en el lugar, mi compañera observó que nuestros rostros estaban quemados, pese a que la temperatura del lugar no superaba los 17 grados. Junto a Arkaim, luego más tarde, dimos con un grupo de árboles caídos en fila india durante kilómetros, alternados entre sí, es decir, uno a la izquierda y otro a la derecha, como si un enorme rayo los hubiera partido con esa arbitrariedad. Cuando preguntamos a uno de los guías rusos de la zona, no dudó en hacernos saber que se trataba de los extraños rayos atmosféricos que en ocasiones destrozan todo a su paso por Arkaim.


¿Arkaim sería un caso aislado en la zona? Para comprobarlo había que localizar otros complejos prehistóricos por el cinturón de los Urales, con el fin de evidenciar si se trataba de una cultura aislada o había más asentamientos similares.


De esta guisa pasamos por las cuevas de Sakiyaz-Tamaksky, en Satkinksy, localizando petroglifos de la Edad de Bronce. También lo hicimos por Shulgan-Tash, las llamadas cuevas de Kapova, que representan una odisea para llegar hasta allí por caminos no asfaltados durante kilómetros de recorrido, con un conocido que nos hacía de taxista en un destartalado Lada. Habitadas hace 17.000 años nos introducimos cientos de metros en su interior para acabar descubriendo pinturas rupestres que exponen la vida de estas gentes y la caza de mamuts y coelodontes, o sea rinocerontes lanudos enormes con cuernos que superaban el metro de longitud. Lo más singular de las pinturas rupestres es su enorme parecido con las de Altamira o las de Lascaux en Francia, como si el patrón de belleza de la antigüedad fuera el mismo, o todos ellos hubieran estudiado Bellas Artes en la misma escuela. ¿Un indicio más de las migraciones de Occidente?


Paleolítico y la Edad de Bronce, la que va detrás del Neolítico, no tienen nada que ver. Por lo tanto, Arkaim, hasta la fecha, es un caso aislado. No se han dado más ciudades-estado en los Urales. Y las más próximas ya se concentran en el Danubio o en Mesopotamia.


Arkaim es una ciudad radial de dos anillos o canales fluviales, con 35 celdas con cabañas en su anillo exterior y 25 en el interior, situada en las coordenadas 52°37?37?N 59°33?40? y orientada hacia Orión; aunque todo cabe apuntarlo, cualquier edificio de la antigüedad parece estar situado hacia la Constelación de Orión ya que, tarde o temprano, en algún momento del día, ésta pasa por nuestras cabezas. Habría que observar si la ciudad cuenta con alguna puerta u orificio que nos apuntara unas coordenadas de fijación, con las que determinar si la alineación hacia Orión es precisa o una simple coincidencia.


El anillo interno a su vez fue construido con 27 habitaciones con puertas hacia la plaza central y mide unos 25 a 27 metros. La parte central era para rituales e incluía un canal cubierto. Cada una de las habitaciones contenía un sofisticado sistema de ventilación.


Según la investigación llevada a cabo por el arqueólogo Konstantin Bystrushkin, las pistas de Arkaim señalan 18 eventos astronómicos. Estos incluyen los atardeceres y amaneceres en los días del equinoccio y solsticio, así como los atardeceres y amaneceres de la Luna Llena y Nueva.


En su interior se encontraron hornos industriales, laboratorios artesanales, sistemas de comunicación y ventilación, así como espacios para ritos sagrados.


Para los arqueólogos, 2.500 personas habitaron esta singular ciudad de formas extrañas que parecen predecir acontecimientos astronómicos y con estatuillas que miran el cielo. ¿Por qué se construyó Arkaim y por qué es tan distinta al resto de culturas locales es un misterio que todavía está por desvelar?


El rompecabezas de nuestros orígenes


Siempre se dice que el problema de nuestros orígenes se debe a que no encontramos el llamado “eslabón perdido”. Hoy en día se sostiene que como no es localizable saber cuál es nuestro antepasado, la evolución humana tiene muchas ramas distintas, con un mismo final evolutivo. Y se basan en que el Australopitecus, que no era hombre, compartía con nosotros el andar a dos piernas y la fabricación de herramientas de piedra. Mientras que los Neardentales fueron paralelos al Homo Sapiens, con lo que se trataba de una raza diferente a la nuestra.


Los paleontólogos aseguran del Homo Ergaster que era bípedo para reducir la enorme cantidad de radiación solar que recibían los cuerpos, manteniendo una temperatura corporal inferior que les permitía cazar a las horas del Sol.


Con todo lo anterior, la solución propuesta pasa por afirmar que el Homo Sapiens es fruto de las distintas especies del Viejo Mundo, el Neardental (a pesar que era una raza paralela) y del Homo Erectus asiático. ¿Y luego los antropólogos se ríen de quienes argumentan teorías fantásticas sobre una evolución artificial? Pero si los antropólogos dan por válidas las pinturas rupestres y lo que describen, así como la escritura referente a la historia, ¿por qué no dan por ciertos los escritos que hablan de que fueron los dioses quiénes nos crearon? ¿Por qué unos escritos son válidos y otros no? ¿En qué se basan? ¿En qué los orígenes del hombre por parte de los dioses es una explicación demasiado irracional? ¿Acaso no lo es la teoría del eslabón perdido?


¿De dónde procedían los indoeuropeos?


Sólo examinando las lenguas, ya sean latinas, celtas, germánicas, itálicas, bálticas, eslavas, griegas, índicas o tocarías, apercibimos de ciertas similitudes entre palabras. Para la antropología ello significa que derivan de una misma lengua ancestral.


Si existió un idioma protoindoeuropeo ello conlleva que hubo una primera patria original. De ahí que la arqueología sostenga tres teorías diferentes sobre nuestros orígenes.


El primer modelo sugiere que los protoindoeuropeos podían encontrarse antes del Neolítico en la Europa central. No se acepta demasiado porque no explica el vocabulario compartido en la protolengua reconstruida a través de las largas migraciones.


En el segundo modelo las lenguas se expanden junto a la agricultura en la región de Anatolia, expandiéndose luego por Grecia y los Balcanes, para pasar luego hacia el Atlántico.


El tercer modelo sitúa a los primeros indoeuropeos en Asia, entre los mares Negro y Caspio. Se basan en la localización de pinturas rupestres de carros, lo que apunta a determinada movilidad, trasladándose luego al sudeste y centro de Europa. Pero esta teoría no tiene en cuenta los descubrimientos del Sáhara, en donde se han datado vehículos con ruedas más antiguas que los de las estepas.


¿Y si añadiéramos un cuarto modelo? Podríamos introducir un tipo donde las poblaciones partirían de la zona del Atlántico, ya que los yacimientos arqueológicos son más antiguos al aproximarse más hacia el Occidente, lo cual sería lo más lógico.

17.3.11

Con la aparicion del reloj - edad media - cambia la vida de los habitantes


El ritmo del tiempo en la Edad Media cambia radicalmente con el renacimiento de las ciudades y la introducción del reloj en la vida urbana.
Con la crisis que desde el siglo III sufrió el Imperio Romano, comenzó en Europa un proceso de ruralización de la sociedad que afectó a toda la Alta Edad Media. El concepto del tiempo también se vio influido por ello y la sociedad campesina regía su vida por un calendario agrícola, basado en los ciclos naturales de las estaciones.





La venta de los excedentes agrarios y el aumento de la población facilitaron el desarrollo de núcleos urbanos que se consolidan gracias al éxodo de los habitantes del campo a la ciudad.
A partir del siglo X, comienzan aparecer en Europa nuevas ciudades y a revitalizarse otras que ya existían desde época romana, pero cuya vida urbana había permanecido latente durante siglos.

El tiempo de la Iglesia y el tiempo del trabajo en la ciudad medieval

En un primer momento, la medida del tiempo siguió ligada a la naturaleza. Los relojes de sol o de arena, la clepsidra, o las velas eran instrumentos muy rudimentarios para calcular el tiempo, que durante siglos estuvo en manos de la Iglesia. Ésta había fomentado el contraste que suponía el día y la noche, la luz y la oscuridad, identificándolos con el bien y el mal. La medida de tiempo a través de las horas canónicas y los toques de las campanas, hacía que todos los días parecieran iguales. No servía para la nueva sociedad urbana, que necesitaba más precisión para ciertas operaciones comerciales.


Ricardo de Wallingford  y su reloj astronómico - Éste es un archivo de Wikimedia Commons
Ricardo de Wallingford y su reloj astronómico - Éste es un archivo de Wikimedia Commons

La aparición de una burguesía urbana, que basa su economía en el comercio, necesitaba controlar el tiempo de una forma más rigurosa. Para el mercader y, sobre todo para el prestamista, la medida del tiempo formaba parte de su trabajo, como una mercancía más. Las autoridades eclesiásticas les reprochan que intentaran controlar el tiempo, que pertenecía de Dios.
Comienza así, como nos dice Le Goff, una guerra no declarada entre la Iglesia y la burguesía que, con la ayuda de los progresos tecnológicos y la aparición del reloj en las ciudades, modifica el ritmo del tiempo. “El tiempo se hace laico, tiempo de los relojes de las torres o atalayas, que se consolida frente al tiempo clerical de las campanas de las iglesias” (“La civilización de Occidente medieval”, 2002, p. 155).

El reloj en la Edad Media

En el siglo XIII, el rey castellano Alfonso X el Sabio en su obra “Libros de los relogios” incluida en los “Libros del Saber de Astronomía” describe cinco tipos de relojes: el reloj de la piedra, que no era más que uno de sol; el reloj de agua o clepsidra; el reloj de candela, una simple vela de cera con una larga mecha que duraba toda una noche; el reloj de mercurio o relogio del argent vivo, en esencia una clepsidra con mercurio, plata viva, como se denominaba entonces; y por último el reloj de palacio de las horas, un sistema muy ingenioso de medida del tiempo, que seguramente nunca llegó a construirse y que consistía en un enorme reloj de sol del tamaño de un edificio circular con doce aberturas o ventanas por donde entraría sucesivamente la luz que incidiría reflejada en el suelo.

Esta campana de trabajo en las ciudades supuso un avance, pero los comerciantes y artesanos necesitaban una forma de medirlo con mayor exactitud.Todos ellos eran artefactos poco fiables a la hora calcular con precisión el tiempo en las ciudades, que no obstante seguía marcado allí por unas campanas que no sonaban para indicar los momentos de rezo, sino los tiempos de trabajo. Comenzaban su repicar al comienzo de la jornada y volvían a sonar a la hora de la comida y después del tiempo de descanso, para volver a tocar cuando el trabajo terminaba.

El reloj en la ciudad en la Baja Edad Media

Se denominaba horologium a cualquier artefacto capaz de medir el tiempo, pero ello no fue posible con cierto rigor hasta el desarrollo del mecanismo de escape que dio paso a los primeros relojes mecánicos. Éste sistema se basaba en el bloqueo y liberación de la rueda del reloj que dirige el movimiento y que produce su peculiar sonido, el tic-tac.
Estos primeros relojes proporcionaban al trabajo un sentido matemático y un marco temporal. En amplias zonas de Europa se estableció la hora de 60 minutos que equivalía a la vigésimo cuarta parte de una jornada. Sin embargo aún no tenían la precisión exacta requerida, ya que la temperatura afectaba a la expansión y contracción de sus piezas metálicas y hacía que sufrieran variaciones de 15 a 30 minutos al día, por lo que era necesario regularlos diariamente.
Es imposible adjudicar a un reino o país el invento o instalación del primer reloj público. Los primeros relojes comunales debían ser mecanismos muy simples que carecían de esfera y seguían informando de la hora a través de las campanas.

Sabemos que durante los siglos XIV y XV aparecen relojes mecánicos en muchas ciudades de Alemania, Francia e Inglaterra. En Italia, fue Milán la primera en instalar uno en la torre del campanario de San Eustorgio en 1309.
Cincuenta años después, la torre del palacio de la Cité de París luce el primer reloj público de la ciudad gracias a la iniciativa del rey Carlos V de Francia. Este reloj aún se conserva, al igual que el de Praga, uno de los más famosos de Europa. Se trata de un reloj astronómico, denominado familiarmente “Orloj” por los checos, que fue realizado alrededor de 1486 por Nicholas de Kadan y Jan Sindel. Consta de un reloj que marca la hora e informa de la posición del sol y la luna en el cielo; un calendario circular con la representación de los meses de año y un sofisticado mecanismo que permite, desde el siglo XVII, la aparición de las figuras de los doce apóstoles cada mediodía.

El relojero medieval

La aparición de los relojes comunales en las ciudades dio paso al nacimiento de un nuevo oficio, el de relojero.
Era un artesano especializado que debía trabajar no sólo con materiales como madera, hierro, o latón, y hacerlo con exactitud, sino que también debía saber leer y escribir así como tener conocimientos astronómicos. Realizaba un trabajo de precisión para diseñar el diámetro de las ruedas dentadas y piñones que componían el mecanismo de los relojes y gozaba por ello de una posición ventajosa en relación a otros trabajadores que también participaban en la fabricación de un reloj, como los carpinteros, los herreros o los que fundían las campanas.
Como experto recibía un buen salario por su trabajo de hasta 2.000 maravedís. Es el caso del relojero que trabajaba para el ayuntamiento de Segovia a finales del siglo XV (M. Asenjo González, Segovia. “La ciudad y su tierra a fines del Medievo”, 1986,p. 454)

Algunos relojeros famosos a finales de la Edad Media fueron el italiano Giovanni Dondi, quien en 1364 construyó el primer reloj astronómico del mundo; el abad de Saint Albans, Ricardo de Wallingford que también fabricó uno para su monasterio en el siglo XIV, o el alemán Peter Henlein, quien en 1505 realizó relojes tan pequeños que podemos considerarlos los primeros mecanismos “de bolsillo”. Fueron llamaron “relojes de saco” pues se llevaban dentro de uno, siendo denominados también “huevos de Nuremberg” por su forma redondeada. Tenían poca precisión y tan sólo una autonomía de 40 horas.

A partir del siglo XVI, algunos personajes acaudalados y de la aristocracia presumían de tener un reloj en su domicilio, aunque no dejaba de ser una rareza y eran considerados más un juguete que un instrumento de precisión.
De hecho, el hombre del Renacimiento, a pesar de los avances técnicos en cuestión del cálculo temporal, sigue rigiendo su vida diaria por las campanas, no siendo hasta años después cuando desprenda su rutina del tiempo natural.


Leer más en Suite101: El reloj en la Edad Media. El tiempo del trabajo en la ciudad http://www.suite101.net/content/el-reloj-en-la-edad-media-el-tiempo-del-trabajo-en-la-ciudad-a40066#ixzz1GtARs5ER

15.3.11

CANARIAS y LANZAROTE - inscripciones prehispanicas

¿Se imaginan miles de inscripciones misteriosas grabadas en piedra hace más de 2.000 años, escritas en un alfabeto secreto por un prehistórico pueblo desconocedor de la rueda y los metales? De las que no sabemos quiénes las hicieron, porqué ni para qué. Más increíble aún, esas raras letras de piedra no están ni en Egipto ni en México o Perú, están en las islas Canarias.
Cuando se lo cuento a mis amigos no se lo creen. Imposible. Una riqueza arqueológica así sería famosa, se le habrían dedicado muchos documentales, hablarían de ella todos los libros y guías. Además del sol y las playas canarias, esos fabulosos petroglifos serían atracciones turísticas seguras, diseño de cien camisetas, emblemas identitarios. Imposible que existan y no lo sepamos.
Y sin embargo existen. Son textos escritos en un alfabeto denominado líbico-canariodirectamente emparentado con el de fenicios y cartagineses. Fueron ellos quienes descubrieron las Afortunadas, explotaron sus púrpura y aprovecharon su pesca, como más tarde hicieron los romanos. Fueron muy probablemente ellos quienes llevaron a esas remotas islas a sus primeros pobladores, aquellos que luego nosotros hemos generalizado bajo el nombre de guanches. ¿Serían también ellos quienes les enseñaron a escribir o eran sólo ellos quienes lo hacían? ¿Y para qué hacerlo en una pequeña roca desolada en lo alto de una montaña? ¿Eran mensajes para los hombres o para los dioses?
600 años después de la extinción/aculturación de los primitivos habitantes de Canarias seguimos sin saber prácticamente nada de ellos. Conocemos algo de sus orígenes, tribus bereberes del norte de África, pero apenas poco más. ¿Cómo llegaron al Archipiélago estos pueblos pastoriles si desconocían la navegación? ¿Quién los trajo y para qué? ¿En cuántas oleadas arribaron y cuándo? ¿Tenían una cultura común o cada isla era culturalmente diferente? ¿La influencia egipcia les enseñó a momificar sus cadáveres como hacían los faraones?
Hasta hace poco se les tuvo por gentes terriblemente primitivas, sin escritura ni apenas manifestaciones artísticas. Estábamos equivocados. En realidad quienes no les conocemos somos nosotros.
En Fuerteventura y Lanzarote hay lugares repletos de estas inscripciones tan desconocidas como apasionantes. También otros grabados denominados podomorfos, huellas pétreas de pies con largos dedos localizados en montañas mágicas. Pero no pregunten por ellos. Prácticamente nadie sabe de su existencia. Ni interesa.
Esta carencia no quita el sueño a nuestros políticos a pesar del supuesto compromiso nacionalista de la mayoría, empeñados en mantener a la arqueología canaria en unas condiciones presupuestarias tercermundistas. Son preferibles autopistas y puertos deportivos. Así nos va.



Lanzarote  la segunda isla que atesora más inscripciones alfabéticas prehispánicas


Vía: cabildodelanzarote.com | 4 de marzo de 2011

Así se desprende de un estudio pionero en las Islas impulsado por la Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural, en colaboración con el Cabildo de Lanzarote

Renata Springer, directora de este estudio, ha analizado 19 yacimientos de la isla, encontrando pruebas de dos tipos de escrituras

Gracias a la realización de este Inventario se han descubierto 'inscripciones monumentales', halladas en laderas de varias montañas

El Gobierno de Canarias, a través de su Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural y con la colaboración del Cabildo Insular, ha presentado la investigación relativa a Lanzarote de un estudio pionero en las Islas sobre inscripciones líbico-bereberes. Se trata de un proyecto ambicioso que se inició en El Hierro y que se viene ejecutando por fases, con un plazo de cuatro años. Esta investigación, dirigida por la filóloga Renata Springer, viene estudiando de forma comparativa los yacimientos con inscripciones en las siete islas. Pese a la importancia que poseen estos testimonios gráficos, pocas son las investigaciones realizadas hasta la fecha sobre este tema.
De todas las manifestaciones rupestres que se conocen en Canarias, las inscripciones son especialmente reveladoras al tratarse explícitamente de una escritura. La comunidad aborigen escribe textos que ahora nos empeñamos en leer. Este proyecto tiene como finalidad conocer todos los detalles de uno de los dos alfabetos que la población aborigen del Archipiélago utiliza para expresarse y que lo aprende en sus lugares de origen en el norte de África.

Lanzarote segunda isla objeto del estudio
La Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural actualiza el corpus de inscripciones de la isla de Lanzarote deteniéndose en el inventario de sus signos, frecuencias, asociaciones, técnicas de ejecución, peculiaridades, lugares en los que se encuentran, vinculación con otros enclaves escriturarios o de otra naturaleza, dominación visual, etc.
Han sido objeto de estudio 19 yacimientos, la totalidad de los que en la actualidad se conocen. En ellos se documentan 218 paneles, que son los soportes de piedras en los que se encuentra la escritura, de los que 35 poseen grafía líbica-bereber, sumándose un total de 70 líneas de palabras. Lanzarote, junto con Fuerteventura, presenta la característica de albergar otro alfabeto que se ha denominado líbico – canario, exclusivo a nivel mundial de estas dos islas.
Este trabajo ha puesto de relevancia la coexistencia de ambos alfabetos empleándose, ocasionalmente, en una misma línea escrituraría; así, existen textos que empiezan a escribirse con signos líbicos canarios para continuar con líbico – bereber.

Se descubren "inscripciones monumentales"
La investigación de Renata Springer ha sacado a la luz, 'para sorpresa del mundo arqueológico canario', unas inscripciones monumentales, denominándose así a la grabación de signos líbicos–bereber de considerable tamaño, pudiéndose pensar que se trata de una grafía simbólica.
Se trata de motivos realizados mediante grandes surcos de seis a ocho centímetros de ancho y diez de profundidad en el suelo, reproduciendo formas de gran tamaño. Los surcos están excavados en toba volcánica y han sido hallados en las laderas de varias montañas.
Resultan igualmente llamativos los sitios en los que los signos alfabéticos se han escrito sobre siluetas de pie, ya que son estos grabados podomorfos los que sacralizan el terreno. En ocasiones esta imagen figurativa del pie se orienta hacia la Montaña de Tindaya, visible desde varias zonas de Lanzarote y que se localiza en Fuerteventura.

Precedentes
La investigación abarcará a las siete islas. Comenzó en El Hierro y ha proseguido en Lanzarote; en ambos casos se ha contado con la colaboración de los cabildos insulares.
Las inscripciones líbico-bereberes ocupan un puesto excepcional entre los grabados canarios; estando presentes en todas las islas y, adscritas a la mayor parte de las restantes manifestaciones rupestres, se han convertido en un elemento unificador, además de ser un componente estructural destacado de la cultura y referente obligado a la hora de realizar un estudio comparativo.
De hecho, el alfabeto, como sistema convencional de signos, remite a los lugares donde se ha generado esta grafía, por lo que constituye un indicador fiable acerca del origen de los habitantes que poblaron nuestras islas.
Su estudio se ha venido produciendo desde los primeros descubrimientos en el siglo XIX, por lo que no extraña que la vigencia de los trabajos más antiguos sea actualmente muy limitada, cuando además ahora, en fechas recientes, se han producido numerosos hallazgos de nuevos yacimientos que ponen en tela de juicio las hipótesis que se han vertido en tiempos pasados al aparecer características diferentes y que no se habían documentadas con anterioridad; se trata efectivamente de la parcela del patrimonio canario que se encuentra más necesitada de una revisión, para situar la escritura en un rango similar a los restantes testimonios de la arqueología.
Estos argumentos son más que suficientes para emprender su estudio en un ámbito amplio. A partir de aquí es cuando nos será posible determinar los hábitos escriturarios válidos en estas islas, los usos y empleos relacionados con determinados aspectos sociales, así como analizar los alfabetos, los signos empleados y sus variantes.
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"El problema es saber cómo era la lengua cuando se redactaron las inscripciones"

La filóloga alemana Renata Springer (foto a la izquierda), residente en Canarias desde hace décadas, es especialista y estudiosa de las inscripciones líbicos-beréberes existentes en el Archipiélago, grabados rupestres que ahora son objeto de un estudio que ella dirige, "Inventario de inscripciones alfabéticas en el ámbito rupestre cana..., promovido por la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias.
Esta iniciativa, que ya se ha desarrollado en El Hierro y Lanzarote con interesantes resultados, como la localización de grabados de grandes dimensiones y unos textos que se han denominado líbico-canario, continuará después por Fuerteventura, que se ha dividido en dos áreas, La Palma y La Gomera. El programa persigue varios objetivos tendentes a conservar estos testimonios de los aborígenes canarios, además de establecer algunos "corpus" de investigación nuevos y registrar todas estas manifestaciones rupestres diseminadas por el Archipiélago.
¿En qué consiste y qué se pretende con este proyecto que usted dirige?
Es un estudio de documentación que tiene como punto de partida las inscripciones líbico-beréberes, pero incluyendo sobre todo los grabados geométricos que están asociados a ellas. El proyecto tiene una doble finalidad. Por un lado, tener una documentación exhaustiva de todo lo que tenemos en este momento en Canarias para que sea posible su protección y levantar los BIC que dan lugar a su protección; y por otro, es un punto de partida para todo tipo de investigación, fundamentalmente para saber los alfabetos que han sido empleados en las islas, su relación o posible procedencia del norte de África, lo que es la iconografía beréber, estudiando los tipos de grabados que se presentan por todas las islas. En principio era necesario tener un estudio lo más exhaustivo posible y no lo que teníamos hasta la fecha, porque eran publicaciones aisladas, la divulgación de un yacimiento o el hallazgo de otro... La idea es hacer una recopilación total.
Han empezado por El Hierro y siguieron en Lanzarote, ¿este orden obedece a algún motivo concreto?
Partió de El Hierro porque hubo que hacer la documentación de un yacimiento, y fue ahí donde planteé que en El Hierro había publicaciones, pero algunas de hace casi un siglo y medio, las primeras que salieron, y de repente había una reseña de un yacimiento, de un grabado, que no había sido visto después; entonces se procedió a analizar la isla en su conjunto. Por otro lado, sabíamos que El Hierro es la isla que más inscripciones líbico-beréberes tenía. Después fue la propia directora general de Patrimonio quien sugirió que para hacer posible el segundo paso, un estudio comparativo con otra isla oriental, había que buscar un gran contraste, y se incluyó Lanzarote. El proyecto continuará ahora por Fuerteventura, que hemos dividido en dos partes, luego La Palma y La Gomera.
¿Este estudio se ciñe solo a las inscripciones con alfabeto líbico-beréber?
Sí, los grabados líbico-beréberes y los asociados, porque es el reflejo iconográfico de una sociedad.
¿Qué han descubierto en estas investigaciones? Hablan de otro alfabeto que han denominado líbico-canario.
Solamente existe en Lanzarote y Fuerteventura. Es una segunda escritura, se reconoce como escritura fácilmente. Son líneas, los caracteres son repetitivos. Tienen todas las características para clasificarlo como escritura. La propuesta sale del profesor Antonio Tejera Gaspar, que dice que son los mismos los que utilizaron la escritura líbico-beréber y la otra. Conocían las dos escrituras. En Lanzarote hemos encontrado una serie de inscripciones que empezaban con un tipo de escritura y seguían con la otra en la misa línea. La segunda no ha sido posible identificarla.
Hablamos de signos, de letras. ¿Se ha conseguido descifrar su significado?
No, todavía no disponemos de la seguridad absoluta porque hablamos de algunos caracteres que se pueden transliterar. El mayor problema está en saber cómo era la lengua en Canarias cuando se redactaron las inscripciones, desde el cambio de era aproximadamente. No es lícito comparar un idioma de hace dos mil años con lo que existe hoy. Es como comparar el latín con el castellano que hablamos nosotros.
¿Se puede decir que tenemos el alfabeto, pero no las normas de su combinación?
Podemos decir que tenemos el alfabeto, que tenemos una base para compararlo con el norte de África, pero ocurre que en el norte de África, lo que es líbico-beréber, ya el mismo nombre lo indica, son varias las modalidades de escritura con alfabetos y con bastantes diferencias. De todos modos podemos decir que se conocen dos grupos, el líbico oriental en Túnez y lo que usan los tuareg actualmente. También en Marruecos, Argelia del Norte y todo el Sahara actual.

Foto: Sahara Central (Argelia). Pintura rupestre con inscripción y caballo montado por jinete


Luego, es imposible traducir nada por ahora. No se tienen los elementos necesarios.
Esperamos que la investigación nos dé avances, pero de momento, con los conocimientos que tenemos, no. Necesariamente tenemos que ir a un lugar donde se conozca el alfabeto, pero como he dicho son dos grupos, uno es moderno, eso nos separa muchísimo tiempo, y el otro, si podemos transliterar los signos nos queda la segunda parte, que es el idioma, la lengua.
¿No existen interpretaciones, teorías o hipótesis sobre su significado?
Sí las hay, pero no necesariamente con la traducción. Las interpretaciones son que la escritura líbico-beréber señala el origen. A partir de ello podemos saber de dónde llegaron los habitantes, sabemos también, eso se comprueba arqueológicamente, las fechas que podemos barajar. Asimismo, podemos conocer lo que ha sido la cultura, hasta qué punto se parece a la del norte de África y cuáles son sus diferencias. Hay muchísimas cosas que se pueden saber. Por eso creo que la traducción no es necesariamente lo único.
¿Sería ideal la aparición de una piedra Roseta, no Zanata, para poder traducir estos textos?
Sí, sería ideal, la estamos esperando (asegura con humor). La piedra Zanata, eso sí que no. Fui especialmente afectada por este caso. Me tumbaron varias veces la tesis porque dije que era una falsificación. Se dio a conocer como el eslabón perdido. Eran dos signos que no eran beréberes y se había hecho una ligadura que era imposible, es como si en castellano se pone el palo de la "ñ" sobre la "m". Había errores muy graves en su lectura, pero era por ignorancia. Había que presentarlo antes en un congreso, pero no se hizo.
¿A qué conclusiones generales ha llegado hasta ahora?
Por un lado, el origen. Cada vez tenemos más seguridad de que el poblamiento de las Islas es beréber, posiblemente en varias oleadas. Hay diferencias entre las islas que ahora estamos analizando, aunque todos pertenecen al mundo beréber. También el conocimiento general de lo que sido la simbología de ellos. Han salido motivos muy interesantes, como los podomorfos que tienen los beréberes con fines mágico-rituales. Encontramos cada vez un grupo mayor de motivos.
Lo que sí esta claro es la existencia de alfabetos líbico-beréberes en todas las islas, ¿pero son iguales o hay variantes?
Hay pequeñas diferencias. Éste es uno de los estudios que pueden salir de esta documentación que estamos recopilando. Hasta ahora en las islas se utilizaban diferentes técnicas de grabado, pero ahora hemos descubierto que en El Hierro también se dan las dos técnicas: incisión y picado. Hay diferencias, pero no sabemos si esto cuantitativamente señala diferentes procedencias o no. Lo estamos investigando.
¿Se podrían considerar los grabados grafitis de la época en que se hicieron, o tenían otro función?
En El Hierro y en Lanzarote hemos visto dos tipos de yacimientos por decirlo de algún modo. Están los de grandes dimensiones, como El Julan (El Hierro) o en Lanzarote Cueva Paloma, donde no hay que descartar que hayan tenido un valor mágico-ritual; además han aparecido muchos textos, que puede ser una línea de cuatro caracteres, completamente aislados en un sitio poco destacado del paisaje. Lo que hace pensar también en un uso cotidiano de la escritura y no sólo con carácter mágico-ritual, luego querían comunicar algo indudablemente, pero no sabemos qué.
¿Hay alguna característica común en los lugares donde los aborígenes hacían los grabados, era en un contexto arqueológico determinado?
Son distintos. En el propio El Hierro, en el norte encontramos casi siempre en los márgenes de los barrancos y mayoritariamente están orientados para evitar las inclemencias del tiempo. Sin embargo, en el sur, los grabados están en coladas de lava, en el suelo y mirando al cielo. En Lanzarote es predominante el hallazgo de grabados en zonas destacadas del paisaje, como la cima de una montaña; en barrancos también, pero con menos frecuencia. En Lanzarote la mayor sorpresa ha sido el hallazgo por parte de mi compañera María Antonia Perera de unos grabados en los que se repiten las mismas formas y se encuentran en suelo de toba volcánica. Nos hemos encontrado con inscripciones monumentales que se desconocían hasta ahora. Hay grabados en piedra que no sobrepasan los diez centímetros y de repente aparecen grabados en el suelo, algunos de los cuales alcanzan más de un metro, o mayores. Da la impresión de que están hechos para ser vistos desde fuera.
¿Qué opina del proyecto diseñado por Chillida para Tindaya?
Es una montaña que ya tiene un valor arqueológico y esto de añadir un valor sobre otro, creo que es menospreciar lo que ya existe. Me parece fatal. Uno se desespera con la ignorancia de los políticos. El yacimiento de Tindaya es, probablemente, único en el mundo. Los podomorfos son símbolos de los beréberes. En todos los estudios que he hecho en el norte de África no he visto nunca un yacimiento con tantos y con las características de Tindaya. Me parecería bien que se coja cualquier otra montaña, hay muchas más, lo que no puedo entender es que se escoja una que ya tiene un valor, como Tindaya. Es agredir un valor cultural.
Petroglifos, ¿qué son, por qué están ahí y para qué fueron realizados?
Hay muchas posibilidades. El ser humano es creativo y dentro de esa creatividad hay símbolos que nacen de su propia esencia. Por eso tendemos a representar valores en la escritura.
Centros de interpretación en el sitio
Renata Springer es una acérrima defensora de los Centros de Interpretación en el sitio, en el mismo lugar si es posible en el que se encuentran los yacimientos, como El Julan, Belmaco, La Zarza o La Zarzita. "Creo que es una cosa absolutamente necesaria. Lo que son los grabados o las inscripciones no deberían constituir sólo el estudio de unos cuantos especialistas y de unos cuantos libros que se quedan en los estantes de los especialistas. Eso tiene que llegar a un público más amplio. En primer lugar para los propios canarios, y tiene posibilidades de poder llegar más allá, al turismo cultural". Esta especialista en inscripciones líbico-beréberes no sabe muy bien por qué en Tenerife no existe un Centro de Interpretación como El Julan, por ejemplo, aunque cree que el principal motivo puede ser "la falta de interés, porque de haber interés se puede hacer muy fácil. Sólo hace falta un local con una serie de explicaciones, que pueden ser unos paneles con fotografías y textos explicativos, y lo mismo sobre el terreno". En este sentido, Springer asegura que en Tenerife existen algunos yacimientos que pueden ser aptos para contar con un Centro de Interpretación. "Probablemente en el sur el Cabuquero. En el norte la verdad es que están muy aislados. Un factor en el que hay que pensar es el difícil acceso. Hay en Anaga, pero sería difícil llevar a la gente allí porque tiene pasos complicados a los que es peligroso llegar". Otro de los inconvenientes existentes a la hora de elegir la ubicación de estos Centros de Interpretación es su posible protección, porque es imposible poner un policía en cada yacimiento existente en las Islas. "Desde luego que también es un inconveniente. Soy partidaria de que los grandes sean protegidos, caso de El Julan. Ahora también están los de Lanzarote, como Cueva Paloma, que no está protegida y es un yacimiento enorme con más de ochenta paneles. Ahí se podría hacer un Centro de Interpretación, y además tiene un pueblo al lado. Aparentemente la idea fue bien acogida. El Hierro tiene El Julan, pero tiene muchísimos yacimientos más. Estuvimos en diecinueve y hay otros más aborígenes. La verdad es que hay sitios difíciles para poner policías, tampoco sabría yo cómo protegerlos.
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Foto: Cueva Paloma (Lanzarote). Texto líbico-beréber


En relación a la información del post, y como complemento, puede leerse también el siguiente escrito de Renata Springer publicado en la revista digital"Bien me sabe.org" en su número 352 de 11 de febrero de 2011:

La escritura líbico-bereber en las Islas Canarias.

La gran abundancia de textos en un área geográfica tan reducida como lo es El Hierro o Lanzarote resulta ser casi insólito; habría que buscar en el norte de África y Sahara para hallar zonas que puedan ostentar una densidad similar de inscripciones líbico-beréberes.


Después de concluir la recopilación de inscripciones rupestres en las islas de El Hierro y Lanzarote, enmarcada en el proyecto de investigación Inventario de inscripciones alfabéticas en el ámbito rupestre canario, propiciado y financiado por la Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, los resultados han asombrado incluso a los que ya nos esperábamos un considerable incremento de los textos conocidos: en la actualidad se cifra en 18 y 15 respectivamente los yacimientos con escritura líbico-beréber. Las restantes islas serán estudiadas en los años venideros, pero ya se conoce la presencia de este tipo de testimonios en todas ellas, y albergamos la esperanza de poder aumentar igualmente su número.

La gran abundancia de textos en un área geográfica tan reducida como lo es El Hierro o Lanzarote resulta ser casi insólito; habría que buscar en el norte de África y Sahara para hallar zonas que puedan ostentar una densidad similar de inscripciones líbico-beréberes. Todo ello sin contar con lo que es obvio sospechar: que el número de grabados alfabéticos hallados son solo una parte de los que fueron realizados en su día, pues si algo ha cambiado en la prospección es que, a diferencia de los primeros descubrimientos hacia finales del s. XIX -aquellos yacimientos con impactantes grabados, visibles desde gran distancia-, en la actualidad estamos sumando textos de los que muchos se distinguen con tal dificultad que únicamente son visibles con la nariz prácticamente pegada a la roca. Hemos constatado la presencia de caracteres realizados con surcos de escasa profundidad, sobre superficies muy meteorizadas, y muchas veces sobre rocas sin ningún contexto iconográfico en las inmediaciones que hiciera sospechar allí su hallazgo. Debemos deducir por tanto que se nos siguen escapando muchos textos, incluso porque todavía quedan grandes superficies sin prospectar, donde cabe esperar cualquier sorpresa en relación a posibles hallazgos.

Foto: Barranco de Tejeleita (El Hierro). Inscripción líbico-beréber


Viendo el aspecto cuantitativo tan llamativo, no podemos menos que preguntarnos acerca de cómo interpretar su presencia aquí. Un interrogante que nunca ha dejado de formularse es: ¿qué dicen estos textos líbico-beréberes? Lamentablemente, y en contra de lo que se podría desear, la respuesta inevitable es que sabemos poco o nada de su contenido. Las propias características de esta grafía (en la que no se representan las vocales, en la que no hay espacio que separe entre sí las diferentes palabras y en la que las líneas pueden ir de arriba-abajo o a la inversa) dificultarían ya de por sí una lectura. Además, la escritura líbico-beréber, cuyo nombre hace referencia a los pueblos libios de la Antigüedad así como a los beréberes, se refiere a una grafía que engloba múltiples modalidades de varios momentos históricos y lugares geográficos. Nunca está de más recordar que, aunque hablamos de una escritura, las diferencias entre estas modalidades ejercen un gran peso sobre los distintos alfabetos: entre las inscripciones líbicas y tifinagh, por citar un ejemplo, solo coinciden 6 caracteres idénticos en relación a su forma y significado. Son demasiadas las diferencias para que fuera lícito asumir los valores de cualquier alfabeto y transliterar a partir de ellos los caracteres canarios. Un segundo aspecto es la lengua, que presenta dificultadas parecidas, si no mayores todavía, pues si un targi (tuareg) quisiera hablar en su lengua materna con un habitante de la Cabilia, tendría que darse cuenta de que la comunicación fluida sería imposible. Ello deja ver los inconvenientes que surgen en el momento de querer traducir los dialectos hablados en las Islas Canarias con anterioridad de la Conquista, quizás textos que se originaron al principio de nuestra era, e intentar hacerlo con el léxico de hablas beréberes actuales. Es como pretender que un hispanohablante pueda comprender a la perfección un texto latino sin haber estudiado esta lengua. ¡Que les pregunten a los alumnos que suspenden dicha asignatura, por muy bien que se expresen en castellano!

Foto:  Izquierda: Inscripción líbico-beréber de Ouiganne (Marruecos). Derecha:Inscripción líbico-beréber de Foum Chenna, Tinezouline (Marruecos) 

 Pero estos hechos tampoco deberían llevarnos a deducir que los textos líbico-beréberes carecen de valor informativo y que no sean capaces de decirnos algo. Todo lo contrario, gracias a ellos se ha adquirido conocimiento de múltiples aspectos de los antiguos habitantes canarios, ya que constituyen testimonios de primera mano para aportar significativos datos acerca de muchas cuestiones, sobre todo las centradas en quiénes, dónde, cuándo y, quizás también, por qué fueron realizadas dichas inscripciones.
 Comencemos por la autoría, para ver quiénes redactaron estos textos. Está demostrado -o, si lo matizamos, al menos no ha podido ser demostrado lo contrario- que esta grafía sirvió exclusivamente a la lengua que lleva su nombre, siendo por lo demás el beréber -una de sus modalidades- el idioma hablado aquí antes de la Conquista.
Llama la atención constatar la gran difusión de esta escritura en el vecino Continente, paralela a los territorios que son o han conformado el hábitat de los beréberes, que en la Antigüedad y en el norte de África fueron conocidos también por los términos de libios o númidas. En una línea de Oeste a Este, son justamente las Islas Canarias las que forman uno de los extremos que concluye por el otro en Libia, posiblemente incluso en Egipto. En cuanto al Norte, debemos mencionar los países que lindan con el Mediterráneo (Marruecos, Argelia, Túnez, Libia), mientras que en el Sur su empleo llega hasta Níger y Mali. Se trata de una genuina escritura africana que, con toda probabilidad, presenta la mayor expansión de todas las grafías que han sido empleadas allí en el pasado (aunque tal vez no en los mismos momentos). Además, a diferencia de los jeroglíficos egipcios o el púnico, de mayor antigüedad desde luego, la escritura líbico-beréber es la única que no ha desaparecido con el paso del tiempo, al gozar aún de plena vigencia entre los tuareg, quienes denominan tifinagh los caracteres que emplean.

En las diferentes sociedades tuareg, su escritura ostenta una larga herencia, habiéndose transmitido en el seno de estos pueblos de una generación a otra. No obstante, también existen varios países que han adaptado esta grafía a exigencias prácticas, entre otras, incluyendo las vocales e introduciendo separaciones entre palabras, como lo es el caso del IRCAM en Marruecos, donde se ve con frecuencia carteles redactados con esta grafía. No se trata del único país; las variantes modernas, llamadas neotifinagh, están siendo empleadas en múltiples lugares, generalmente en aquéllos en los que el uso ancestral se ha perdido hace ya tiempo.

Foto: Sur de Argelia, inscripción tifinagh, que incluye el nombre de Abderrahman


Si, por el contrario, deseamos conocer las manifestaciones más antiguas de esta grafía, la datación exacta que señala la fecha más lejana se corresponde con la dedicatoria al rey númida Masinisa, en el décimo año de su hijo Micipsa, lo que ha revelado el año 138 a.C. para dicho texto. Los inicios de esta grafía en la zona norte de África hay que situarlos obviamente en algún momento antes de esta etapa de gran apogeo como el que acabamos de referir, aunque resultaría difícil remontar para ello más allá de mediados del último milenio a.C. La escritura líbica, empleada en la Antigüedad, y entre cuyos textos existen varios bilingües (líbico y púnico o líbico y latín), refleja ciertas circunstancias históricas cuando aquellas potencias se habían introducido en estos territorios. Si bien se desconoce el momento exacto, la escritura líbica, arraigada en las zonas más septentrionales, desapareció relativamente pronto, antes de la llegada de los árabes, mientras que se siguieron realizando durante mucho más tiempo inscripciones líbico-beréberes en un ámbito rupestre, junto a grabados o pinturas, en algunos casos hasta la actualidad. Entre estas manifestaciones es frecuente observar testimonios que pertenecen a etapas cronológicas muy diferentes, algunos relativamente recientes, pero otros pueden ostentar gran antigüedad.

Foto:  Inscripción líbico-bereber de El Julan (El Hierro)


En El Hierro se ha podido obtener una datación, mediante el C.14, de unas líneas incisas en un tablón de madera que ha proporcionado el s. IX / X d.C. como fecha para este chajasco, tratándose de la única datación exacta que se dispone hasta ahora en el Archipiélago. No deja de ser cierto también que el chajasco, hasta cierto punto, es un objeto excepcional para las inscripciones canarias. Hasta el momento es el único testimonio que relacionaría el uso de la grafía con un ámbito funerario, porque la escritura aparece en las Islas mayoritariamente entre manifestaciones rupestres.

El empleo de la escritura como resultado de determinadas acciones sociales ha jugado un importante papel en el continente africano, donde las inscripciones funerarias se corresponden con la ubicación geográfica más septentrional, con los alfabetos líbicos, mientras que este uso no se documenta en principio para las inscripciones rupestres. Éstas comienzan a surgir en una línea geográfica situada algo más al Sur (con excepción de la Cabilia), apareciendo mezcladas sobre la roca junto a otro tipo de motivos grabados o en pinturas. Ello constituye también una constante que caracteriza los grabados rupestres canarios y, de nuevo, reconocemos la pertenencia de estas representaciones a la cultura beréber, otro argumento respecto a la procedencia y época de nuestras manifestaciones rupestres, bien si se trata de grabados alfabéticos como no alfabéticos.



Grabados rupestres

Se trata de representaciones guanches realizadas directamente sobre paredes o suelos de roca. La principal diferencia con los ídolos es que son inmóviles (no sonexentos). La mayoría de lugares elegidos para su realización fueron al aire libre. A veces están agrupados formando grandes conjuntos y otras se presentan aislados. En cuanto a la técnica, fueron varias las maneras de realizar estas representaciones:
Raspando o ‘cortando’ el muro con otras piedras más afiladas (incisión).
Ejecutando pequeños golpes con otras piedras más resistentes (piqueteado).
Debastando y rebajando una parte del muro (bajorrelieve).
Puliendo y frotando la roca para mejorar el acabado (abrasión).
Rayando con líneas finas y poco profundas la piedra (rayados).


Hay que recordar que hasta la Conquista en el s XV los guanches nunca conocieron el metal.

Variedad de motivos





Los grabados rupestres presentan formas y motivos muy variados. Para poder comprenderlos en su conjunto, vamos a agruparlos según tres grupos. Por una parte los que representan formas geométricas (los más abstractos). En segundo lugar losfigurativos, es decir, los que permiten identificar el motivo del grabado con algún objeto físico (como animales o seres humanos, generalmente de forma bastante esquemática). Y en tercer lugar, los grabados de signos alfabéticos.

Grabados geométricos


Las formas geométricas son las más numerosas. Se trata de líneas, laberintos, círculos, semicírculos concéntricos, meandros, espirales, zarcillos, líneas serpentinas, rosetas y análogos. Destacan las impresionantes y numerosas espiralesde La Palma, sobre todo las de las cuevas de La Zarza y Las Tricias (Garafía), Belmaco (Mazo) o El Paso. Todos estas estaciones conforman “uno de los conjuntos de arte rupestre más ricos de España”.


En las islas de Tenerife, La Gomera, Lanzarote y Fuerteventura lo que predominan son las formas ajedrezadas, reticulares y líneas sin forma concreta. En Gran Canaria existen pocas representaciones geométricas a favor de las figurativas. Y en El Hierro, destacan los yacimientos de El Julán y de Punta de los Santos (El Pinar), donde abundan los óvalos y círculos entramados, asociados a las inscripciones alfabéticas que se verán posteriormente.






Grabados geométricos de Garafía, La Palma. (LC)


Grabados figurativos


Los grabados figurativos son aquellos que permiten identificar el motivo representado, plasmado generalmente de forma esquemática. Los principales motivos son los seres humanos (llamados por ello grabados antropomorfos), los animales (zoomorfos), los pies humanos (podomorfos), el sol (soliformes), las cruces (cruciformes), y los barcos (barquiformes).


Destaca en primer lugar el importante yacimiento del barranco de Balos(Agüimes, Gran Canaria), donde aparecen una gran cantidad de figuras masculinascon un amplio desarrollo de su miembro reproductor o de sus brazos. También en Gran Canaria aparecen triángulos invertidos que representan el sexo femenino.


Más controvertidos son los grabados de animales (peces, lagartos, caballos y toros), la mayoría realizados en fechas posteriores a la Conquista (s XV).


La montaña de Tindaya (La Oliva, Fuerteventura) posee más de 200 grabados de siluetas esquematizadas de pies humanos (podomorfos), tanto en la cumbre de la montaña como en sus cercanías. Los últimos descubrimientos arqueoastronómicos han revelado que el 80% de esos grabados se encuentran orientados en los 45º que van del oeste al suroeste. Esta disposición los relaciona con las vecinas islas de Gran Canaria y Tenerife, y los orienta al ocaso solar del solsticio de invierno, que es, la época de máxima precipitaciones de la árida isla de Fuerteventura. Todo ello los podría relacionar con la provisión sagrada de lluvias y cosechas.


No obstante, existen otras teorías para intentar explicar la aparición de esta peculiar figura que también en Lanzarote y Tenerife. Por ejemplo, que formaban parte de ritos de aplicación de la justicia, o de ritos de toma de posesión de un lugar, así como de purificación de lugares de paso.






La montaña de Tindaya, de gran simbología para los aborígenes de Fuerteventura, posee más de 200 grabados de siluetas esquematizadas de pies humanos. (PTF)



Para algunos especialistas, determinados círculos de La Palma pueden ser representaciones del disco solar. En el Roque del Yeje (Masca, Buenavista del Norte, Tenerife) existe un motivo circular con ocho radios hacia su centro, que parece que también podría representar la figura del Sol y se vuelve a vincular con la religión de los guanches, donde este astro era su principal divinidad.

Los grabados cruciformes se reparte por todas las islas y la mayoría pertenecen a fechas posteriores a la conquista, ya que se trata de la representación del símbolo cristiano por excelencia. Otros especialistas los reinterpretan como posibles símbolos de la diosa Tinnit.


Las representaciones de barcos también aparecen en las siete islas Canarias y son bastantes numerosas: existen unas 40 estaciones con este tipo de grabados aunque Fuerteventura es la más destacada. Se trata de la representación de los distintos tipos de embarcaciones europeas que los aborígenes comenzaron a avistar a partir siglo XIII. En muchas representaciones, los trazos se entremezclan, y la complejidad de líneas hace dificultosos observar la embarcación. No obstante, uno de los más claros en el denominado Lomo Galión II (San Sebastián de La Gomera), en donde se puede ver perfectamente una nave con tres mástiles con sus velas desplegadas.


Grabados alfabéticos

El misterio de los grabados de El Hierro

El principal conjunto de grabados rupestres de Canarias se localiza en el nuevo municipio herreño de El Pinar, en la zona de El Julán. Están realizados sobre una colada lávica a lo largo de 1 km aproximadamente. Presentan el tipo de escritura líbica denominada canario-occidental (el más antiguo). El astrónomo Juan Antonio Belmonte ha planteado la posibilidad de que estos signos alfabéticos se transformaran con el tiempo en verdaderos símbolos de los astros. Esta metamorfosis les habría llevado a convertirse en imágenes plásticas de la mitología de los antiguos herreños, los bimbaches, o quizás, en algo más prosaico, como anotaciones numéricas o calendáricas. Esto ha ocurrido con otros alfabetos, por ejemplo, en la región norteafricana de Gadámenes, situada entre Libia, Argelia y Túnez.




El tercer y último grupo diferenciado es el de las inscripciones de signosalfabéticos antiguos. Ha sido un punto particularmente polémico y en cambio constante según se realizan nuevos descubrimientos y nuevas investigaciones.


Actualmente hay constancia de inscripciones en todas las islas, siendo las más conocidas las estaciones de El Julán (El Hierro) y nuevamente en Balos (Gran Canaria). Por el momento, Tenerife y La Gomera cuentan con muy pocos grabados alfabéticos.


Existen dos tipos distintos de alfabetos: Unas que se relacionan con el líbico del norte de África (también denominadas líbico-bereber) y otras que se asocian al alfabeto latino (romano).


Las inscripciones líbicas presentan una disposición mayoritariamente vertical sobre la piedra. Se distinguen 30 signos diferentes con algunas posibles variaciones. Existen también diferencias entre unas islas y otras. Se puede afirmar que existe un idioma ‘canario oriental’ para las islas de Lanzarote, Fuerteventura y pequeñas partes de Gran Canaria, y un ‘canario occidental’ más antiguo para el resto de gran canaria y las 4 islas occidentales.






Grabados alfabéticos de El Julán, El Hierro. (PTEH)



Las formas de los caracteres están determinadas por la técnica de ejecución. Así, si se realizaron por piqueteado las formas resultantes son más redondeadas, mientras que si se realizaron por incisión son más frecuentes las formas angulosas.


Los grabados con caracteres latinos han sido muy cuestionados, y hay especialistas que niegan que estén vinculadas a la cultura romana y hablan de líbico-canario. Otros autores, las definen como latino-canarias. Afirman que estos grabados se realizaron también en época antigua, junto con los líbicos, obra de líbicos romanizados que se establecieron en las islas en torno al siglo I dc, o bien por visitadores accidentales e incluso náufragos que grababan sus nombres.


Los trazos son mucho menos redondeados y más angulosos que los anteriores por el predominio de la técnica de la incisión. Su disposición y lectura es predominantemente horizontal. Los hallazgos de este tipo más importante se localizan en Montaña Blanca (Fuerteventura) y en el Barranco de las Piletas (Lanzarote).